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Leo DiCaprio cumple medio siglo: la misteriosa vida (también amorosa) del protagonista de Titanic

Kate Winslet y DiCaprio en Titanic
Kate Winslet y DiCaprio en Titanic

Informalia

El 1 de noviembre de 1997, el Festival de Tokio fue testigo de un fenómeno que marcaría una era. Miles de jóvenes se congregaban, voces ensordecedoras llenaban el aire y el mundo era presentado a Titanic, una película que, con su inesperado éxito, transformaría la historia del cine. Sin saberlo aún, las adolescentes que gritaban por Leonardo DiCaprio estaban presenciando el nacimiento de una leyenda. Aquel joven, de rostro angelical y mirada intensa, fue el responsable de dar vida a Jack Dawson, un personaje que calaría hondo en una generación y que aún hoy sigue siendo un emblema cultural.

DiCaprio tenía entonces apenas 22 años, pero ya acumulaba experiencia como actor de papeles complejos. Había sido nominado al Oscar por su brillante interpretación en ¿A quién ama Gilbert Grape? (1993) y protagonizado una desafiante versión de Romeo y Julieta (1996). Sin embargo, Titanic lo catapultó a un estrellato sin precedentes, convirtiéndolo en el ídolo de millones, el rostro en pósters de habitaciones adolescentes, y en el centro de un fenómeno mediático que cruzaba fronteras.

El ascenso a la fama de DiCaprio no fue fácil de digerir. Aquel joven de orígenes humildes —creció en un barrio de Los Ángeles, hijo de un dibujante de cómics underground— se encontró de pronto en el ojo del huracán. Fue perseguido por paparazzi y acosado por seguidores en todo el mundo, incluso en los rincones más recónditos del planeta. En pleno auge de su popularidad, DiCaprio empezó a rechazar la etiqueta de ídolo adolescente y luchó por mantenerse fiel a su esencia. Esto lo llevó a aceptar proyectos arriesgados, como La Playa (2000), que recibió duras críticas pero reflejaba su anhelo de desafiar la fama convencional y explorar personajes complejos y profundos.

Pese a los intentos de algunos de verlo caer, DiCaprio demostró un talento innegable y se consolidó como un actor respetado. Su colaboración con Martin Scorsese, quien lo convirtió en su actor fetiche, lo impulsó a una segunda etapa de madurez profesional. Juntos, DiCaprio y Scorsese han trabajado en proyectos icónicos como Gangs of New York, El aviador o El lobo de Wall Street, en los que el actor ha interpretado personajes intrincados y multifacéticos que le han permitido seguir ampliando su versatilidad y sus registros.

Pero si hay algo que ha despertado tanta fascinación como su carrera cinematográfica es su vida amorosa, objeto de constantes especulaciones. Desde su relación con la supermodelo Gisele Bündchen, DiCaprio ha sido fotografiado con distintas parejas, casi todas jóvenes, bellas y modelos. Este patrón repetido, y su renuencia a hablar de su vida privada, han dado lugar a rumores y teorías sobre su personalidad y preferencias. En 2023, fue captado junto a Vittoria Ceretti, modelo italiana y su compañera de verano en un yate en Ibiza. Aunque, en una vuelta de tuerca, Ceretti rompe su "norma": es morena.

A sus 50 años, Leonardo DiCaprio ha sabido reinventarse

A lo largo de los años, DiCaprio ha evitado las redes sociales y rara vez concede entrevistas personales. Su perfil es intrigante porque, siendo una de las estrellas más reconocidas de Hollywood, mantiene una privacidad tan férrea que casi nadie puede afirmar conocer su vida íntima. Su círculo es limitado y su imagen, cuidadosamente construida, sigue las enseñanzas de Lew Wasserman, legendario agente de Hollywood, quien le recomendó no revelar más de lo necesario.

A sus 50 años, Leonardo DiCaprio ha sabido reinventarse y consolidarse como un ícono de Hollywood, un actor que, sin importar el rol que interprete, garantiza a su audiencia una experiencia cinematográfica de calidad. Desde aquel 1997 en que el mundo quedó cautivado por Titanic, DiCaprio ha protagonizado una carrera de éxitos, desafíos y constantes transformaciones. En definitiva, su historia, como la de los grandes mitos, no deja de sorprender, y es esa ambigüedad lo que mantiene a su figura tan enigmática y fascinante como en sus primeros años de carrera.