La hija de Cristina Cifuentes, Cristina Aguilar, ha decidido dar el paso y se casará con su desconocido novio en próximas fechas. Al contrario que su madre, la hija de la ex política no quiere ser una persona mediática y prepara una ceremonia íntima. Solo acudirán los familiares, un selecto grupo de amigos y pocas caras conocidas.
La novia y su futuro marido mantienen una sólida relación desde que se conocieron en su etapa universitaria. Ambos jóvenes están muy integrados en sus respectivas familias, pero quieren mantener una vida discreta, sin que les salpique la fama de la televisiva abogada.
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Cristina Aguilar es una joven profesional que tiene un buen puesto de trabajo en el mundo de la moda. Es la Small Leather Goods, Belts & Personalization Sales Merchandising en Loewe, firma de moda de lujo en la que trabaja desde 2015.
La hija de la ex delegada del Gobierno en Madrid tiene un doble grado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Pontificia de Comillas y trabajó un año antes de terminar sus estudios en un despacho de abogados. Fue después cuando comenzó su carrera en el mundo de la moda y la belleza.
En el verano de 2013, entró de aprendiz en la casa italiana Valentino. Un año después, trabajó en el departamento de marketing de L'Oréal para la marca francesa Yves Saint Laurent y, ocho meses después, se incorporó al área de ventas de la firma italiana Gucci.
La Cifuentes más personal
La hija mayor de la ex dirigente del Partido Popular y su novio, un chico "con una buena carrera y de una familia muy respetada", quieren mantener su relación y su vida alejada de los focos, según informa El Español. Lo mismo ocurre con su hermano Javier Aguilar Cifuentes, el otro hijo de Cristina Cifuentes, nacido en 1992.
Javier es Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense, cuenta con un doble máster en la Carlos III y trabaja para Eversheds Nicea, una prestigiosa empresa dedicada a servicios jurídicos.
Cifuentes y su marido, Francisco Javier Aguilar Viyuela, podrán por fin estrenarse como abuelos, tal y como desea la política reconvertida en comentarista televisiva. Cristina, desde que su popularidad no tiene ya nada que ver con la política, ha mostrado su lado más íntimo y familiar a través de las redes sociales.
