Sara Carbonero acostumbra a mirar el lado positivo de las cosas. Lo demuestra día a día en sus redes sociales, donde comparte mensajes optimistas y de agradecimiento a la vida, esa que, en ocasiones, no se lo ha puesto fácil. Hace cinco años fue diagnosticada de cáncer y desde entonces ha tenido que sortear una serie de obstáculos que ahora analiza y mira con perspectiva. Este martes, de hecho, ha compartido una fotografía donde muestra una de las cicatrices que le quedaron de su paso por los quirófanos.
La periodista toledana ha compartido en su perfil de Instagram dos instantáneas para promocionar la ropa de Slowlove, la firma de moda que fundó de la mano de su amiga Isabel Jiménez. En una de ellas luce un top que deja ver parte de su abdomen y, en concreto, una marca en la piel que ahora analiza con perspectiva. "Camuflaje y alguna herida de guerra que ya sonríe en la piel", ha expresado en su post, donde también ha definido este tipo de heridas como "las manchas del tigre".

Estas palabras llegan dos meses después de que la ex de Iker Casillas hablara de la importancia de "buscar las grietas por donde entra la luz". "De todos los viajes que podemos hacer, el más intenso, profundo y necesario siempre será hacia nosotros mismos. Hacia esos sitios donde convergen pasado, presente y futuro. Donde se enredan y entrelazan en esa trenza imaginaria que atrapa el dolor. Ese dolor que, en ocasiones, sumado a todo el ruido que enfrentamos cada día no nos deja ver lo esencial", escribió.
"Hay muchas, pero hay que saber verlas. Y tener paciencia. Hijos con los que ya puedes tener conversaciones de adultos y pedirles consejos, una abuela a la que se le va olvidando nuestro nombre pero no nuestras historias de cuando éramos niñas. Es lo más salvaje que podemos vivir. Es la aventura. Es la vida", dijo. "Unos ojos a los que poder mirar fijamente y decir libremente cómo te sientes. O que no haga falta. Gente que abraza tu vulnerabilidad cuando la sacas a pasear. Lazos irrompibles, raíces y alas", añadió, antes de compartir su agradecimiento. "Gracias, vida, porque aunque estos años no me estás dando mucha tregua y me estás retando fuerte, el aprendizaje no sería el mismo sin tanta piedra en el camino ni mi nivel de conciencia tampoco. Aceptar, abrazar, transitar, no esquivar. Creo que nos vamos entendiendo".
En mayo de 2019, casi coincidiendo con el infarto que Iker Casillas sufrió en Oporto, la madre de Martín y Lucas tuvo que ser intervenida de un cáncer de ovario. Volvió a pasar por quirófano en noviembre de 2022. Hace pocos meses desveló cómo uno de sus hijos reaccionó a los efectos de su tratamiento de quimioterapia.
Por otro lado, los últimos meses no han sido especialmente fáciles para ella debido a los baches de salud que ha enfrentado su madre, Goyi Arévalo, y también debido a la crisis que atravesó, y consiguió superar, con el cantante Nacho Taboada, con quien sale desde 2022. Hace unos días, además, mostró indignación y sacó un comunicado junto a Casillas para proteger a sus dos hijos de ciertas informaciones.
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