Rubén Doblas, conocido como El Rubius, ha conseguido una victoria parcial frente a Hacienda en su prolongada batalla legal. La Audiencia Nacional ha anulado la sanción que se le impuso por su declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) correspondiente a los años 2015 y 2016. Sin embargo, el tribunal ha confirmado el acuerdo de liquidación dictado por la Agencia Tributaria, lo que obliga al creador de contenido a asumir una importante deuda fiscal, aunque sin el añadido de la multa.
El caso, que comenzó hace años y se ha desarrollado en paralelo a la carrera del youtuber, es un ejemplo claro de los retos fiscales a los que se enfrentan los creadores de contenido y otros profesionales emergentes en el mundo digital. En el centro de la polémica está la utilización de una sociedad, Snofokk, que El Rubius empleó para facturar sus ingresos y que, según Hacienda, no cumplía con los requisitos legales necesarios para reducir su carga fiscal.
La batalla fiscal de El Rubius
El Rubius acumuló en 2015 y 2016 ingresos millonarios gracias a su éxito como creador de contenido, especialmente en YouTube. En esos años, utilizó la sociedad Snofokk, de la que poseía el 98,7%, para facturar sus trabajos. Según la Agencia Tributaria, esta estrategia le permitió tributar una parte significativa de sus ganancias bajo el Impuesto de Sociedades, que tiene un tipo impositivo más bajo que el IRPF. En concreto, Snofokk declaró 938.000 euros en 2015 y más de dos millones en 2016, mientras que el youtuber facturó a la empresa otros 459.000 euros y 808.000 euros, respectivamente, por sus propios servicios.
La Agencia Tributaria consideró que este esquema era irregular. Según los inspectores y los magistrados, Snofokk no tenía los medios materiales ni humanos necesarios para prestar los servicios que facturaba, más allá de la figura del propio youtuber. Tampoco, aseguran, generaba un valor añadido sustancial. Esta falta de "independencia operativa" llevó a Hacienda a recalificar las operaciones, obligando a El Rubius a pagar las diferencias tributarias correspondientes al IRPF.
Entre los trabajos analizados destaca un contrato con la editorial Planeta para la creación de una serie de cómics. La defensa del youtuber intentó argumentar que el personaje desarrollado trasciende a su persona física, equiparándolo a personajes de ficción que generan ingresos a través de sociedades independientes. Sin embargo, los magistrados rechazaron este razonamiento. Señalaron que el autor de los cómics era el propio Rubén Doblas y que el personaje representaba una extensión de su identidad personal. Según el tribunal, los ingresos generados por esta actividad debían tributar como IRPF y no como Impuesto de Sociedades.
La anulación de la sanción
Aunque la Audiencia Nacional confirmó el acuerdo de liquidación de Hacienda, rechazó la sanción impuesta al youtuber por infracción grave. Esta multa pecuniaria, calculada en un 15% de las cantidades corregidas, podría haber alcanzado entre 160.000 y 350.000 euros según fuentes consultadas.
El tribunal argumentó que, si bien hubo discrepancias en el método de valoración de las operaciones, esto no implicaba que El Rubius hubiera incumplido su obligación de aportar documentación adecuada. "Una cosa es aplicar incorrectamente un método de valoración y otra muy distinta es que la documentación sea incompleta", señala la sentencia. Al acreditar que el youtuber proporcionó toda la información requerida, el tribunal concluyó que no procedía la sanción en los términos planteados por la Agencia Tributaria.
El Rubius, Andorra y la controversia fiscal
El caso de El Rubius se inscribe en un contexto más amplio que afecta a otros creadores de contenido de alto perfil. En enero de 2021, el youtuber anunció su decisión de trasladar su residencia fiscal a Andorra, una medida que generó un intenso debate público. Durante años, Doblas había sido uno de los máximos contribuyentes en España dentro de su sector, pero el atractivo régimen fiscal del principado pirenaico terminó siendo una alternativa más rentable.
"Llevo, literal, 10 años de mi carrera pagando aquí. Yo sé que habrá gente que me critique, pero no me preocupa", explicó entonces a sus seguidores, defendiendo su decisión como una medida personal y profesional. Desde su marcha, El Rubius ha enfrentado varias disputas con Hacienda relacionadas con los ingresos generados en su etapa en España.
Lecciones y reflexiones
El fallo de la Audiencia Nacional refleja los desafíos legales y fiscales que afrontan los nuevos modelos de negocio, en particular en el ámbito digital. La explotación de marcas personales a través de sociedades se encuentra bajo un escrutinio cada vez mayor, y el caso de El Rubius ilustra la delgada línea que separa la optimización fiscal de las prácticas consideradas irregulares.
Para El Rubius, la anulación de la sanción supone un alivio parcial, aunque sigue enfrentándose a una importante deuda fiscal. Para otros creadores, la sentencia es una advertencia sobre los riesgos de estructurar ingresos bajo esquemas societarios que no cumplan con los estrictos requisitos establecidos por Hacienda.
En última instancia, el caso plantea una cuestión más amplia: ¿están las leyes fiscales españolas adaptadas para abordar las particularidades de una economía cada vez más digitalizada y globalizada? La respuesta, al parecer, aún está por escribirse.