"Hay mucha gente que quiere vernos fuera, pero se van a joder porque todavía nos queda mucho". Habla Belén Esteban, la colaboradora de televisión más popular y el pilar de Sálvame, un programa que está a punto de cumplir 14 años, aunque la audiencia lleva tiempo flojeando.
"El final no está cerca", aclara la princesa del pueblo. "Es verdad que hemos bajado de audiencia, pero no ha bajado solamente Sálvame. Han bajado todos los programas de televisión", dice Esteban en una entrevista que ha concedido a El Mundo. "El futuro de Sálvame no lo escribirán los haters, ni los críticos que escriben sobre mi programa antes de verlo. El futuro de Sálvame lo escribe el público. ¿Que se enfadan con nosotros? Yo también me enfado con mi madre muchas veces. Algunas veces la quiero con locura y otras veces la mataría. Para mí eso es Sálvame".
La colaboradora une su futuro profesional en televisión al del programa en el que trabaja desde hace 14 años. "No sé cuándo va a acabar Sálvame, desde luego no ahora, pero cuando se acabe, acabaré yo también en televisión. Mientras siga, yo estaré, aunque tenga que venir con bastón", afirma. "En Sálvame tengo que estar yo por cojones".
Belén Esteban lleva 25 años en los medios de comunicación. Comenzó su andadura televisiva en Antena 3 (Como la vida, Sabor a ti) y luego saltó a Telecinco, primero al lado de Antena Rosa Quintana y, después, con Jorge Javier Vázquez. Durante años fue una fuente inagotable de audiencia. "Hay una leyenda que dice que cada vez que Belén Esteban amenazaba en directo con abandonar Sálvame para siempre, las acciones de la compañía se desplomaban", le plantean durante la entrevista. "Eso me contaba Vasile, sí, pero me da vergüenza decirlo", reconoce ella.
A pesar del nuevo Código Ético que ha impuesto la nueva dirección de Mediaset, Belén Esteban dice que siempre ha trabajado "libre", aunque lo cierto es que en las últimas semanas ha tenido que tener cuidado para no pisar los nuevos 'mandamientos' de la compañía. De lo que parece alegrarse es de no hablar más de política en su programa, un asunto que provocó grandes enfrentamientos con Jorge Javier. "Hombre, yo de política no voy a hablar, pero no porque lo diga el código ético, sino porque creo que Sálvame es un programa de corazón y hablar de política es una gilipollez. Para matarnos es mejor no hablar, ¿me entiendes?", manifiesta la colaboradora.
Belén Esteban y su infierno con la droga: "Podía haber muerto"
En su repaso por los 25 años de exposición pública en los medios de comunicación, Belén Esteban aborda el momento más complicado que vivió cuando cayó en el infierno de las drogas. "Yo tuve un problema muy gordo, pero no le echo la culpa al éxito ni a mi trabajo. La culpa fue mía. Ahí no me llevó la fama, ni la tele, me llevé yo misma. A mí nadie me obligaba a hacer nada malo, ¿sabes? Yo lo hacía porque yo quería hacerlo".
Esteban recuerda cómo salió de ese calvario. "Mis jefes y Jorge [Javier Vázquez] me cogieron de la mano y me llevaron al mejor médico que había en toda España. Estaré eternamente agradecida. Me ayudaron y no les defraudé, rememora. Belén reconoce que, incluso, podría haber muerto. "Sí, sí. Yo soy diabética y claro que me podía haber muerto. Lo que pasa es que debo tener a alguien ahí arriba que me quiere muchísimo y no me dejó".
Lea también: Carlos Sobera apoya el nuevo Código Ético que ha impuesto Mediaset: "La nueva directiva tiene derecho"
Afortunadamente, Belén Esteban se recuperó y después de más de una década ha podido pasar página. "Es que hace 11 años que estoy fenomenal", apunta. "El psicólogo me enseñó una cosa muy buena. Él me decía: acuérdate de la imagen que tenías cuando entraste aquí. Esa Belén no me gusta verla, me afecta mucho. Le pedí a mi productora que no pusieran imágenes de esa época nunca más en la tele y no las ponen. Ahora me veo ahora a mí misma y sé que lo he conseguido. Me encanta haber cogido kilitos, estoy más graciosa que ná".
Las adicciones ahora son otras para Belén Esteban, que presumen de hacer una vida de lo más normal. "Ahora soy muy adicta a mi marido, a mi familia, a mis amigas, a quedar con ellas un día para comer, a tomar el vermú, a hacernos un viaje, leerme un libro, ir al cine... Soy adicta a hacer una vida como hace todo el mundo".