
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denunció a Ticketmaster este lunes ante la Subdirección General de Inspección y Procedimiento Sancionador del Ministerio de Consumo por el cobro "irregular y abusivo" de las entradas online para los conciertos de Bad Bunny previstos en Barcelona y Madrid.
La organización expone que Ticketmaster incrementó el coste de las entradas con hasta tres conceptos diferentes: "Una entrada con un coste mínimo de 79,50 euros ha incrementado su precio hasta los 269,30 euros al sumarse tres gastos adicionales: 3,30 euros en concepto de donación, 36,50 euros por gastos de gestión y 150 euros por cargo vip adicional".
"Llevamos tiempo denunciando la injusticia que supone el cobrar unos gastos de gestión al consumidor que compra online una entrada (o un billete): si todo lo hace el usuario: entra en la web, seleccionar fecha, tipo de entrada, asiento, la imprime… ¿Qué gestión justifica un cobro de nada menos 36,50 euros por entrada?", cuestiona la OCU.
"Desde OCU consideramos que, para que el usuario pueda hacer una compra informada, debe conocer más detalles de esta política de precios personalizados y cambiantes, saber qué determina ese cambio, y también pensamos que, mientras que el consumidor no abandone el proceso, debería respetarse el primer precio que se le ofreció", sentencia.
No es la primera vez que OCU denuncia este tipo de gastos añadidos al considerarlos abusivos, ya que es el propio usuario, no el vendedor, quien asume el peso de la gestión de compra de una entrada por internet. "Es él quien teclea o selecciona la fecha, el tipo y número de entradas y el método de pago, para lo cual debe introducir sus datos personales y guardarlo todo en su dispositivo o imprimir la entrada", afirma OCU.
En consecuencia y para evitar abusos en la aplicación de precios dinámicos, OCU urge la aprobación de una normativa que los regule y que contemple la obligación de informar al consumidor, desde un principio, de su política de precios dinámicos; la obligación de respetar el primer precio que se ofrece al usuario mientras éste no salga del proceso de compra; también deberá fijarse una subida máxima durante un tiempo para el caso de que el usuario vuelva a consultar el precio; la prohibición del uso de precios dinámicos en productos y servicios básicos, entre otras medidas.