
Los países de la zona euro deben decidir este julio quien llevará las riendas de las negociaciones comunitarias durante el próximo mandato de dos años y medio. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha empezado a sondear a sus homólogos europeos para valorar la posibilidad de reemplazar al irlandés, Paschal Donohoe, en la presidencia del Eurogrupo.
"Es prematuro para hablar de candidaturas a la sucesión o a la siguiente presidencia del Eurogrupo", ha indicado Cuerpo este lunes en Bruselas durante la reunión de ministros de Economía de la moneda única. "Tiene que ser un organismo internacional a futuro redefiniendo el rol internacional del euro o aspectos tan importantes en materia de unión bancaria o unión de mercados de capitales."
El ministro de Economía ha destacado la relevancia del Eurogrupo y ha agregado que lo primordial sería que sea un organismo decisivo para avanzar en aspectos relevantes en un momento geoeconómico en el que se está redefiniendo el rol de las monedas internacionales.
El español seguiría la estela de sus predecesores al frente de la cartera de Economía, Nadia Calviño y Luis de Guindos, que en su momento hicieron sus respectivas tentativas para liderar el Eurogrupo, en 2020 y 2017, respectivamente. Las quinielas no estuvieron de su lado, el voto para capitanear las reuniones de los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro es secreto y sigue orientaciones menos claras que la disciplina de partido que acostumbran a marcar otras elecciones de cargos en la UE.
El principal rival a batir sería el actual presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, que ya ha manifestado su intención de repetir en el cargo. El puesto requiere de un perfil diplomático, ya que la presidencia del Eurogrupo consiste en encontrar consenso en temas que despiertan sensibilidades y posturas tradicionalmente muy alejadas de política económica, como las que pueden encarnar los países del norte y el sur de la eurozona.
El irlandés se postularía así para su tercer mandato al frente de la reunión de ministros de Economía de la eurozona, una carrera para la que contaría con muchos números para ganar. Además de Cuerpo, por el momento su otro rival en tal aspiración sería el ministro de Finanzas lituano, Rimantas Šadžius, quien también estaría tanteando los apoyos entre sus colegas.
Pese a la alta competencia, Cuerpo tiene también sus papeletas en su ambición por el cargo. El titular de Economía español fue ganando presencia y haciéndose un nombre en el entramado negociador comunitario al gestionar complicados expedientes durante la presidencia española del Consejo de la UE. Como secretario del Tesoro, con Nadia Calviño como ministra de Economía, ha estado al frente de la negociación de los países de la UE de unas nuevas reglas fiscales, conciliando lo irreconciliable, entre la disciplina fiscal del norte con la perspectiva más flexible de los países del sur.
En su contra juega que España cuenta con una prominente presencia en las instituciones comunitarias. El último éxito se produjo el pasado año que Nadia Calviño estrenó como presidenta del Banco Europeo de Inversiones. Más allá de eso cabe considerar a otro exministro de Economía, Luis de Guindos, actual vicepresidente del Banco Central Europeo, o José Manuel Campa que preside la Autoridad Bancaria Europea.
A priori, la revalidación en el cargo o el relevo debería producirse con una votación en julio, previa presentación de candidaturas en junio. El procedimiento requiere mayoría simple y contempla varias rondas de votación si en la primera vuelta ninguno de los aspirantes consigue el respaldo necesario.
Si durante la crisis financiera todas las decisiones importantes pasaban por esta reunión de, ahora, veinte países de la moneda única, su rol se ha ido diluyendo, trasladando el peso de las decisiones importantes en la reunión de ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete Estados miembro (Ecofin).