Arabia Saudí se encuentra en una guerra abierta con otros miembros de la OPEP queriendo ahogar en crudo a los rebeldes que se saltan los límites de producción. El Reino está triplicando las rebajas de producción y hundiendo así el precio del barril harto de 'pagar la fiesta' de países como Kazajistán o Irak, que producían a espuertas mientras disfrutaban del sacrificio del Reino. Sin embargo, una pregunta es clave para definir hasta dónde llegará el fuego árabe sobre el mercado. ¿Cuánta capacidad tiene el Reino para mantener esta ofensiva? ¿Qué podría hacer que su gran apuesta descarrilase? La respuesta que ya dan los expertos es que el gigante del crudo tiene un gran margen hasta atravesar el umbral del dolor que le haga replantearse su posición. ¿Será suficiente para hundir al fracking? Esta vez puede ser diferente.