Wall Street se ha encontrado con un año realmente extraño. A pesar de que se han sucedido una cascada de palos en la rueda (DeepSeek, aranceles, medidas de Trump) el S&P 500 ha logrado una vigorosa remontada que lo ha devuelto a máximos históricos con una subida del 8% en lo que va de año. Entre tanto las grandes firmas tecnológicas han sumado de forma clara a este ascenso al mostrar unos números que resistían pese a que la tensión es cada vez mayor, disparando, en varios casos, un festival de euforia sin el que no se puede entender la remontada.