Economía

La economía más pequeña de Europa que intercambia vitaminas y coches de segunda mano con España

  • Los habitantes de Ciudad del Vaticano no pagan impuestos directos
  • Desde 2014 existe la Secretaría para la Economía con el fin de evitar la corrupción en la Santa Sede

El Vaticano, como bien recuerda el periodista del diario Il Sole 24 Ore, Carlo Marroni, es "la única economía del mundo estatal" ya que no existe economía privada. Curioso cuanto menos, teniendo en cuenta que dentro de los terrenos del pequeño estado no existe ningún tipo de industria, sus casi 900 habitantes (la gran mayoría clérigos) no pagan impuestos directos y el estado no calcula anualmente su PIB. ¿Cómo sobrevive entonces?

Cabe recordar que durante décadas la Santa Sede ha sido objetivo de todo tipo de especulaciones relacionadas con el blanqueamiento de dinero y la falta de transparencia en su economía, hasta que en 2010 se creó la Autoridad de Supervisión e investigación financiera. Cuatro años más tarde el Papa Francisco creó la Secretaría para la Economía y reformó algunas medidas para cumplir el reto de la transparencia, entre ella cerrar alrededor de 5.000 cuentas del banco vaticano y aunar los balances de la curia para volver a tomar el control y evitar la corrupción.

Así, la economía del Vaticano se sostiene gracias al sector turístico, es decir, a la venta de sellos postales, souvenir y al cobro de las entradas para los Museos Vaticanos, y también del Instituto para las Obras Religiosas, conocido popularmente como el Banco Vaticano, a través del cual se conservan bienes con objeto caritativo o religioso, además de poder sustentar a las iglesias de los países más pobres.

Durante el año 2018, los últimos datos públicos, Ciudad del Vaticano exportó casi 40 millones de euros frente a los apenas 2 millones de importación. Teniendo en cuenta las 44 hectáreas de territorio (bastante menos de la mitad que El Retiro de Madrid), son cifras bastante considerables.

En las relaciones comerciales con Europa, destacan las que la Santa Sede mantiene con Francia, Alemania, Austria y, por supuesto, Italia, con intercambio de productos tan singulares como papel reciclado, bisutería o monedas. En 2018. El Vaticano le compró a Italia 25.500 kg de productos, 1,2 millones de euros a Alemania y 146.000 euros a Francia. Con España el intercambio es algo más reducido, y durante 2024 la cifra rozó los 70.000 euros.

Conceptos de 'perfumes' y 'maquillajes'

A pesar de la cercanía, la relaciones comerciales entre España y Ciudad de Vaticano son mínimas aunque cuanto menos curiosas. Durante 2024, el Vaticano realizó una serie de importaciones desde España por valor de 43.311 euros, según el diario Vozpopuli.

De la misma cuenta, la Santa Sede destinó casi 18.000 euros para comprar zapatos de hombre con suela de caucho, siendo el movimiento económico más significativo entre ambos estados. Por otro lado, también adquirió una serie de productos englobados bajo el concepto de 'Perfumes y Aguas de Tocador' y 'Maquillaje', con un gatos de 13.174 euros y 2.087 euros respectivamente.

De la misma manera, 'Protovitaminas y Vitaminas naturales' por poco más de 5.000 euros y medicamento por 1.900 euros. Destaca la compra de folletos y libros por casi 2.400 euros, 79 euros por una chaqueta de mujer y otros 60 por un traje de sastre. En 'otros productos' el Vaticano invirtió 643 euros.

Folletos y otro tipo de impresiones

De otra parte, España tan solo invirtió 24.433 euros en productos de la Santa Sede, siendo el de más valor un coche de segunda mano por 15.400 euros. Como curiosidad, el país ibérico invirtió 2.483 euros en aparatos ópticos, 3.364 euros en todo tipo de impresiones, 1.900 euros para comprar monedas de curso legal, 512 euros para sellos, discos por valor de 169 euros, así como ropa y rodamientos de bolas por 142 y 62 euros respectivamente.

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