
Eamon Gilmore es el viceprimer ministro del Gobierno de Irlanda, formado por una coalición de conservadores y laboristas. La misión principal de este Ejecutivo, que acaba de cumplir cien días en el poder, es sacar al país de la situación de bancarrota que obligó al Gobierno anterior a solicitar a finales de 2010 el rescate de Europa y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
A su paso por Luxemburgo para participar en los preparativos de la cumbre de líderes de la Unión Europea de este jueves y viernes en Bruselas, Gilmore se reunió con un reducido grupo de medios de comunicación, entre los que se encontraba elEconomista.
¿Por qué en Irlanda no hay manifestaciones contra la austeridad, como las de los indignados en España, Grecia y Portugal?
La gran manifestación en Irlanda la tuvimos en febrero, en forma de unas elecciones generales anticipadas que cambiaron por completo el mapa político y supusieron la caída del partido que había estado de forma permanente en el poder. Así es como nuestro pueblo expresó su enfado y su frustración.
Ahora tenemos un nuevo Gobierno que cuenta con la confianza de la opinión pública. Y nuestra opinión pública es consciente de que vivimos una época muy difícil. Además, por ejemplo, tenemos un acuerdo con los sindicatos para ofrecer una relativa estabilidad a los salarios de los funcionarios y reformar el sector público.
¿Aconseja entonces anticipar las elecciones en Grecia y en España?
Me atengo a la regla de no interferencia en los asuntos de países que no son el mío.
¿Avanza la economía irlandesa?
Hemos heredado una situación muy difícil y un plan de ajuste muy duro. Una de nuestras muchas diferencias con Grecia es que la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI están satisfechos con cómo estamos cumpliendo nuestros objetivos y compromisos. Otra es que nosotros gozamos de perspectivas de crecimiento muy alentadoras ya desde este año y los siguientes.
¿Impondrá una quita sobre los titulares de bonos senior de su banca si Europa no rebaja en la cumbre de esta semana los intereses que les cobra por el rescate?
Se ha acordado una rebaja de un 1% a los préstamos de los rescates. Pero no se aplica a Irlanda, porque se nos exige que subamos el tipo impositivo de nuestro Impuesto sobre Sociedades. Los otros Estados de la UE ya ven claro que no vamos a subirlo, porque no tiene sentido: debemos mantener la certidumbre sobre nuestra fiscalidad.
Es extraño que se niegue esta rebaja del precio del rescate al país que mejor está aplicando el programa de ajustes, que más progresa y más posibilidades tiene de alcanzar el éxito. A nuestra población le cuesta comprenderlo y hay una impaciencia creciente.
¿Impondrá la quita?
En la reestructuración de nuestro sistema bancario tenemos dos bancos que serán el pilar del sistema -Bank of Ireland y Allied Irish Bank- sobre los que sólo es lógico aplicar una quita sobre los titulares de bonos subordinados o junior. Los otros dos bancos, los que han sido liquidados -Anglo Irish Bank and Irish Nationwide- están en una situación diferente.
Y en este caso decimos lo mismo que otros en Europa: que debe haber una contribución del sector privado. Pero la rebaja de los tipos de interés de nuestro rescate y la imposición de una quita sobre los titulares de bonos senior de estos dos bancos no son cuestiones vinculadas.
El BCE se opone a esta quita en Irlanda por temor a que pueda agitar el mercado y provocar problemas al resto de la zona euro.
Por supuesto, no haremos nada unilateralmente, tendremos que acordarlo con el BCE. Estamos mirando todas las opciones, y la participación voluntaria del sector privado es una posibilidad. Pero, desde luego, no tenemos que pedir disculpas por querer rebajar la carga que recae sobre el contribuyente.
¿Teme que la participación de la banca en el rescate de Grecia salpique a otros países en apuros de la zona euro?
Aún no hay acuerdo. Hay que ver cómo concluye la negociación. Pero sí, estamos preocupados por los posibles efectos no sólo en Irlanda, sino en el conjunto de la zona euro. Es necesario dar una respuesta europea, en lugar de respuestas específicas país por país. Se plantea la cuestión de la solidaridad europea: más les vale a todos los Estados del euro y a la economía de la zona euro encontrar una solución.
¿Es Grecia el precedente que se aplicará a otros países apurados?
No necesariamente. Las circunstancias de Irlanda, por ejemplo, son muy diferentes.