
Cualquier pared es susceptible de convertirse en el marco de una de sus obras. Bajo el pseudónimo de Banksy, el artista británico que inició su carrera en Bristol ha conseguido que su arte callejero ahora mueva millones por todo el mundo. El halo de misterio que rodea a esta figura de la que poco se sabe es parte fundamental del éxito de este hombre que firma pinturas reivindicativas y de crítica social.
Su prolífica carrera comenzó en las calles de Bristol (Reino Unido) en algún momento entre 1992 y 1994. Más allá de las obras que firma -hay mucho imitador suelto- nada está claro en torno a su persona. Ni la apariencia física, ha concedido entrevistas contadas, ni el estilo de vida de este hombre de 44 años han trascendido jamás pero esto nunca ha sido un problema.
Tanto secreto ha sido pieza clave en la revalorización de su street art. A día de hoy, con 26 años de pintadas furtivas a sus espaldas, su obra vale millones en el mercado del arte contemporáneo.
Según datos publicados por la galería de subastas online Widewalls, la mayor parte de piezas hasta ahora (1.091) están en un rango de precios en subasta que oscilan entre los 10.000 y los 50.000 dólares (348 del total). Pero algunas pueden llegar a costar mucho más: dos obras han sido vendidas con valores entre el millón y los cinco millones de dólares y nueve entre los 50.000 y el millón. Solo hay dos obras que no superan los 100 dólares.
En cuanto al volumen de negocio, la web de subastas de arte moderno y contemporáneo lo establece en más de 50 millones de dólares. Fue 2008 el año de mayor ingreso con 12 millones de dólares y 168 obras vendidas. En lo que va de año, Banksy ya ha recaudado 2.342.000 dólares, más que en todo 2016 y en aproximación a lo conseguido en 2017.
Reivindicación por todo el mundo
Banksy ha llevado su arte callejero de Bristol al resto del mundo, incluso se ha colado de incógnito en algunos de los museos y galerías de más renombre como el MOMA o el Museo Británico.
Francia, Israel, Alemania o Australia son algunos de los países en los que ha estampado su arte. En algunos, su paso fue boicoteado o accidentado; en la australiana Melbourne, unos fontaneros destruyeron sin darse cuenta Rata con paracaídas, pintada a finales de los 90. En otros, muy simbólico y reivindicativo, como el hotel "con las peores vistas del mundo" que el artista inauguró en Belén frente al muro de separación entre Israel y Palestina.

Imagen aparecida en Ferrol que se atribuye a Bansky.
El revuelo está asegurado cada vez que un Banksy aparece en una fachada. El problema está en verificar la identidad del autor. En Ferrol están a vueltas ahora con la pintada en una pared que representa a dos guardias civiles besándose y que es muy similar a Kissing Coppers, una obra del británico en el que aparecen dos policías de Reino Unido en la misma postura y que se vendió por 1 millón de dólares. De ser verdad, el del ferrolano barrio de Canido sería el primer Banksy en España.