La tormenta perfecta que se ha forjado en Argentina descargó ayer con toda su fuerza sobre Repsol. Pese a que la cotización del valor (ayer cerró en 16,42 euros) ya estaba descontando el peor de los escenarios posibles, la nacionalización de YPF, ayer las acciones de la petrolera llegaron a desplomarse en torno a un 9 por ciento.
Aunque después se moderaron hasta el 6 por ciento, el valor terminó la sesión como el más bajista del Ibex 35. Y todo ello, después de haber cedido otro 4 por ciento el lunes en la bolsa de Nueva York. Estas pérdidas se registraron en un día especialmente alcista para la bolsa española, ya que el Ibex 35 rebotó un 2,28 por ciento, hasta los 7.373,3 puntos.
"El impacto de esta expropiación ya está recogido en precio de forma holgada y la acción no debería retroceder más, sino incluso rebotar algo", explican desde Bankinter, debido a dos razones: "desaparece la incertidumbre sobre el desenlace" y "el mercado descuenta todo el valor de la participación expropiada en YPF". "El principal problema para Repsol a partir de ahora será la reposición de reservas", añaden.
En lo que va de año, la compañía que preside Antonio Brufau ya cede más de un 30 por ciento, es decir, es una de las que más caídas registra de todo el selectivo español. Sólo Banco Popular y dos de los principales accionistas de referencia en Repsol, CaixaBank y Sacyr, se encuentran por detrás de ella. Sin embargo, ayer el comportamiento de los inversores fue desigual con ambas compañías.
La constructora, que controla el 10 por ciento del capital de la petrolera española, registró caídas cercanas al 6 por ciento, hasta los 1,9 euros por acción, que le situaron como el segundo valor más bajista del selectivo. El desplome en su cotización llevó a Sacyr a mínimos de 1993 tras acumular descensos del 52,34 euros en lo que va de año. Por el momento, la compañía de infraestructuras conserva la recomendación de mantener y su precio objetivo se sitúa en los 4,68 euros por acción.
En cambio, pese a ser el primer accionista de Repsol al controlar un 12,8 por ciento de su capital, la cotización de CaixaBank avanzó un 4,37 por ciento, hasta 2,7 euros, colocando al valor entre los más alcistas de la sesión. Eso sí, la entidad posee una recomendación de venta por parte del consenso de mercado, como toda la banca del Ibex con la excepción de Santander y BBVA.
Lluvia de revisiones
Ahora, el paso siguiente que reclama el mercado es que se conozca el precio que está dispuesta a pagar Argentina por YPF. "Repsol necesita que se valore YPF en 8.200 millones de euros para evitar minusvalías, y tras las últimas caídas, a precios de mercado ya estaría por debajo de ese nivel. El problema es que el precio lo va a fijar el Tribunal de Tasación de la Nación, por lo que las dudas ahora están en saber hasta dónde es capaz de llegar", explican desde Selfbank, aunque ya ayer tarde corrían rumores de que el Estado argentino no está dispuesto a dar una cifra tan elevada por la filial.
Entre tanto, donde también se refleja el impacto de la decisión argentina ha sido en las valoraciones sobre la española. Ayer, hasta ocho analistas revisaron sus precios objetivos propuestos para la petrolera. De ellas, tres han reiterado su valoración anterior y las otras cinco la han rebajado, siendo la más dura Investic, que ha situado el precio ideal de Repsol por debajo de su precio de cotización actual de 16,5 euros (ver gráfico). Eso sí, el resto de analistas valora a Repsol por encima de su precio actual, lo que significa que todos ellos dan ya por descontado el impacto del negocio argentino (ver apoyo).
Por otra parte, su potencial, la diferencia entre su precio objetivo y el precio al que cotizan sus acciones, ha aumentado notablemente hasta situarse por encima de los 7,5 euros, es decir, a un 10 por ciento de su máximo en 52 semanas, que marcó el 2 de mayo del año pasado en 24,45 euros.
Los esfuerzos de la compañía que preside Antonio Brufau por incrementar su diversificación geográfica mediante la ampliación de su cartera de upstream (yacimientos) la han llevado a consolidar un sólido negocio al que ahora se aferra para salvarse de este duro golpe. Con este contexto, a pesar de la pérdida de YPF, la media de firmas de inversión que recoge Bloomberg han situado su precio objetivo un 13 por ciento por debajo del consenso medio a doce meses y le establecen un potencial alcista importante, cercano al 25 por ciento.