El Gobierno volverá a aplicar un recorte a las subvenciones de la energía fotovoltaica para frenar la subida del precio de la luz en enero. Seguimos dando palos de ciego con la política energética.
Tras las alzas acumuladas en la factura de la electricidad, todas en medio de la crisis, el Ejecutivo intenta que este aumento no suceda antes de las elecciones municipales y autonómicas de mayo.
Lo que le ha obligado, una vez más, a replantearse su política de subsidios que tantos puestos de trabajo iba a brindar bajo el título de economía sostenible.
Ahora resulta evidente que la política de subvenciones es más bien insostenible porque no pone precio a la eficiencia.
Sin embargo, esto supone un varapalo a la seguridad jurídica de las inversiones y deja a las empresas indefensas. Otra decisión electrizante.