Empresas y finanzas

Amazon declara en Luxemburgo el equivalente al 90% de su beneficio

Tras abrir Bruselas la investigación, la filial dejó los 'números rojos' y pasó a ganar 481,7 millones. Amazon EU suma en el Gran Ducado una cuarta parte de los ingresos del grupo en todo el mundo.

Amazon parece no tener ningún temor a la investigación abierta en octubre de 2014 por la Comisión Europea por presunta evasión fiscal. Ese año el gigante de la distribución online de Estados Unidos declaró que su filial luxemburguesa Amazon EU Sarl había perdido 45,3 millones de euros. Lejos de esconderse ante el miedo a algún tipo de sanción, un año después declaró, sin embargo, unas ganancias de 481,7 millones en el Gran Ducado. La cifra es muy relevante, porque supone el equivalente al 90 por ciento de todo el beneficio de Amazon en el mundo. La razón de este fuerte incremento del resultado está, en principio, en unos ingresos extraordinarios por dividendos entre filiales, según consta en las cuentas depositadas en el Registro Mercantil de Luxemburgo. Su resultado neto global fue de 596 millones de dólares (531 millones de euros), aunque el beneficio de Luxemburgo no consolida como tal en el conjunto, al tratarse de movimientos internos en el grupo.

En cualquier caso, Amazon se ha reforzado en el país centroeuropeo. En 2015 ha multiplicado por cuatro su capital, hasta 402,2 millones y ha subido un 20 por ciento sus ingresos, alcanzando los 18.616 millones. Esto significa que la compañía declara en este pequeño país, con poco más de medio millón de habitantes, casi una cuarta parte de su facturación en el mundo. En 2015, la compañía, que gestiona el negocio de distribución, abrió sucursales en Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España, pasando a declarar sus ganancias a nivel local. De hecho, la compañía ha mantenido siempre que paga todos los impuestos que se le requieren en cada uno de los países donde opera.

El negocio en España

Amazon pagó así el año pasado en concepto de impuesto de sociedades un importe total de 2,8 millones en España. Esto es debido, fundamentalmente, a un ingreso extraordinario que registró una de las filiales, Amazon Spain Services. Se trataba de la transferencia de negocio de esta firma a una sucursal de su matriz luxemburguesa, Amazon EU Sarl, por la que tuvo un beneficio de 7,8 millones de euros y se vio obligada a pagar a Hacienda 2,3 millones. De no haber existido tal operación, el pago al fisco se hubiera reducido, de hecho, a 660.000 euros. Amazon opera en España, no obstante, a través de tres sociedades. Además de Spain Services, encargada de la gestión de los servicios generales, está Amazon Spain Fulfillment, que lleva todo el área logística y que pagó el año pasado 467.454 euros en España, y Amazon Web Services, que gestiona el negocio en la nube y abonó 56.859 euros. En conjunto, entre las tres firmas de Amazon en España declararon en el ejercicio correspondiente a 2015 unos ingresos de 55 millones. Amazon defiende que sus beneficios se mantienen bajos debido a que se encuentra en una fase de gran inversión y a la propia naturaleza del negocio de la distribución, donde "los márgenes son muy ajustados".

La Comisión Europea mantiene sin embargo el foco sobre la empresa y vigila, especialmente desde 2014, los pactos que las multinacionales alcanzan con determinados países de la Unión para rebajar su factura fiscal. Según todos los indicios, Amazon y McDonald's podrían ser la siguientes compañías en enfrentarse a una sanción como la que Bruselas impuso, el pasado mes de agosto, a Apple.

Antedecente

La firma de la manzana tendrá que devolver 13.000 millones de euros en impuestos eludidos más intereses a Irlanda por haberse beneficiado de rebajas fiscales entre 2003 y 2014, distorsionando así la competencia. Técnicamente, no se trata de una multa sino de un pago de impuestos no abonado.

Bruselas ya marcó precedente con las sanciones a Starbucks y Fiat en octubre de 2015, por aprovecharse de las ventajas fiscales obtenidas en Holanda y Luxemburgo, respectivamente. Ambas compañías eludieron cada una el pago de entre 20 millones y 30 millones de euros. El modo de operar de las multinacionales sancionadas siempre se repite: fijan la sede social en un país europeo con importantes ventajas de fiscalidad, a pesar de tener actividad en otros países de la Unión.

La compañía de comercio electrónico, por el momento, se mantiene a la espera de que Bruselas adopte una resolución sobre la investigación que mantiene abierta sobre ella desde hace dos años, aunque sin incidir en sus planes de crecimiento en el Viejo Continente.

Amazon, que acaba de cumplir cinco años en España, intenta ampliar mercado en nuestro país a través de la comercialización de alimentos frescos, con la garantía de llegada a su destino en 24 horas, mientras que en el resto de Europa ha puesto en marcha en sus establecimientos la venta de productos realizados a mano por artesanos de todo el continente.

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