Energía

Europa hipoteca su futuro energético por la paz con EEUU: una 'sobredosis' de gas que "supera la realidad del mercado"

  • Los precios no cambian a corto plazo… pero comprometen el futuro con un tsunami de GNL
  • Supone triplicar los envíos de energía y la UE ya dependería de EEUU 
  • Los expertos dudan de si es posible y ven graves consecuencias si se aterriza
Metanero de GNL (iStock)

Probablemente uno de los puntos más sensibles del acuerdo EEUU-Europa es la compra de GNL y petróleo norteamericano por más de 680.000 millones de euros. Aún hay muchas incógnitas tras este compromiso pero los expertos coinciden en dos grandes cuestiones. La primera, que pese a la magnitud de las cifras no cambia el suministro a corto plazo y, por lo tanto, no altera los precios. Lo segundo, que si bien no supone la inundación de gas que esa cuantía puede parecer ahora mismo, sí hipoteca el futuro y la autonomía energética de Europa al comprometerse a tales cantidades que ahora pueden buscarse... pero que la dinámica del mercado no tiene por qué apoyar. Además explican que las cantidades tan astronómicas que marca el acuerdo no solo atan el futuro de Europa al gas y a Washington, sino que llevan al límite la realidad de mercado de ambas partes y que, para algunos roza el hecho de que no podrá cumplirse por pura capacidad.

Respecto al GNL, EEUU es ya el mayor suministrador del Viejo Continente. Según datos de la Comisión Europea, el país norteamericano es ya el responsable del 45% del suministro total. Sumando todo el gas, es decir, tanto el licuado como el suministro por gasoducto de países como Argelia, Noruega o Turquía, estamos hablando de que EEUU ya representa cerca del 27% antes de este acuerdo.

En la práctica el acuerdo supondría triplicar el suministro. Actualmente el plan, a falta de conocerse cómo se estructuraría, implicaría un gasto de unos 250.000 millones de dólares anuales en energía. Para entender el cambio, EEUU en total exportó cerca de 318.000 millones de dólares entre petróleo y gas al mundo. Europa por su parte, compró solo entre petróleo y gas y 76.000 millones de dólares. Es decir, de golpe se triplican las compras. Desde Kpler explicar en su último informe que esto "supera las realidades del mercado" y que "para lograrse, los flujos de EEUU deberían casi redireccionarse por completo a la UE, con las importaciones de GNL sextuplicándose".

En una entrevista con Reuters, un alto funcionario de la UE que pidió no ser identificado dijo que "estas cifras no son algo del azar". Pese a que reconoció que es prácticamente imposible alcanzarlas en los niveles actuales, "habrá grandes inversiones" que permitirán que "finalmente estas cifras sean alcanzables".

En declaraciones a elEconomista.es Antonio Aceituno, CEO de Tempos Energía, explica que esto no está afectando a los precios europeos del gas y el crudo (particularmente el gas) porque el mercado está interpretando el acuerdo como una cristalización de una alianza que ya está vigente en el mercado. "En la práctica el grueso del comercio de GNL ya está ocurriendo. Solo en marzo el 77% de todas las exportaciones EEUU tuvo como destino Europa. 6,8 M de toneladas. Más que cambiar flujos o precios el acuerdo consolida una alianza que ya estaba activa, que ha convertido a Europa en el socio exclusivo de EEUU en materia de GNL, desplazando a Asia. En por ello que los precios del gas no se ven afectados por este anuncio".

El experto explica que "el nuevo pacto transatlántico es un vínculo político más que real, que ya se está produciendo. Europa consigue seguridad de suministro sin tensar los precios". Por su parte el mercado estaría más centrado en una demanda china congelada (ha caído un 22% el primer semestre las importaciones de gas el gigante asiático) algo que "esta destensando el mercado". Por su parte también estaría afectando una demanda cada vez más pequeña de gas de la UE, que ya ha reducido un 19% la misma desde 2021 y se espera un 7% adicional para 2030.

Desde Creara Energía comentan en declaraciones a elEconomista.es que "el acuerdo implica el compromiso de compra de gas natural licuado (GNL) estadounidense por parte de Europa, con el objetivo de diversificar fuentes de aprovisionamiento y reducir la dependencia de Rusia". En ese sentido, ellos creen que el acuerdo "traerá estabilidad a los precios" al garantizar pedidos de "un nuevo socio más estable". Es decir "no veremos cambios bruscos de precios como en 2021 y 2022". Sin embargo, las enormes cantidades y el precio del gas norteamericano indican que "a cambio (de la estabilidad), podrá verse un aumento gradual de los precios, ya que se fomenta la dependencia europea de un único proveedor.

Europa firma una 'bomba de gas'

Ana María Jaller-Makarewicz, analista principal de energía del Instituto de Economía y Análisis Financiero de la Energía (IEEFA, por su siglas en inglés), explica que el acuerdo sitúa a Europa en una situación realmente complicada. El motivo es que Europa estaría comprando mucho más gas del que puede deglutir dada la menor demanda y las condiciones de mercado. "Los precios serán más altos y no aporta estabilidad porque ya hay contratos a largo plazo que habrá que reestructurar… ¿Cuál será el precio por cerrar esos contratos? El gas de EEUU es más costoso y encima no vamos a necesitar tanto. La única opción que veo es que Europa reexporte ese remanente de gas, algo que ya está haciendo Japón".

"Es muy difícil incrementar tanto las importaciones con una demanda cayendo, estamos hablando de triplicarlas. Deberíamos diversificar dado que este acuerdo supone un cambio radical en la estrategia de la UE", explica Jaller-Makarewicz. Según la experta el motivo es doble, por un lado, el acuerdo consolida ya al 100% que se vuelve a depender de forma muy sensible de un solo proveedor tal y como pasaba con Rusia, una situación que se ha querido evitar desde el principio. Por otro, esto frustra la diversificación energética y ata el Viejo Continente al gas, a pesar de que los esfuerzos iban a todo lo contrario.

"Ya se importa el 50% del GNL de EEUU, es volver a caer en el mismo error. El acuerdo deja a Europa sin autonomía energética". Por su parte IEEFA explica que hay otro problema fundamental del que no se está hablando. Actualmente Europa está inmersa en un proceso de intentar resolver acuerdos a largo plazo de compras de gas ruso. También quiere reducirlo en general, pero particularmente en el caso de Rusia, se han propuesto sanciones que permitan una disolución unilateral de los contratos, algo que no está claro que pueda hacerse legalmente (con el consecuente gasto en reclamaciones mercantiles por la extinción de los compromisos) y tampoco está claro que pueda obtenerse un apoyo político total para terminar de aprobar la medida.

En ese sentido IEEFA remarca que "todavía se están tratando de solucionar estos contratos. Por lo que meter de golpe tanta oferta de gas puede generar problemas". Dejando a Europa en riesgo de tener un enorme exceso de gas y energía a costes muy elevados. Desde Jaller.Makarewicz remarca que "el GNL de EEUU es el más costoso y, por lo tanto, el acuerdo lo terminaremos pagando los usuarios".

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