
El Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) y las aseguradoras españolas estudian la forma de incluir nuevas coberturas en la categoría de riesgos extraordinarios que indemniza el organismo, con el objetivo de adaptarse al escenario de catástrofes climáticas cada vez más frecuentes.
Las propias compañías se encargan de alimentar las arcas del CCS a través de una cantidad o recargo que se cobra al asegurado, que ronda el 0,15 % de la prima que paguen, y que remiten al organismo para que pueda hacerse cargo de indemnizar los daños en caso de siniestro catastrófico.
Cuando se produce una catástrofe natural, como grandes tormentas, inundaciones, terremotos, o daños en cultivos agrícolas por lluvias o granizo, el Consorcio paga una cantidad a quienes tengan un seguro en vigor para ayudarles a cubrir las pérdidas sufridas en el siniestro.
44,3 millones de euros desembolsó el Consorcio en indemnizaciones y provisiones en 2022
Según la Memoria Social del Consorcio, en 2022 aseguró 573 vehículos "rechazados" por las compañías, frente a los 516 de 2021 y los 550 de 2020, al tiempo que desembolsó 44,3 millones de euros en indemnizaciones y provisiones frente a los 48,5 millones de 2021 y los más de 62 millones del año anterior.