
La crisis del coronavirus y el frenazo en el consumo de los hogares ha provocado una cadena macroeconómica que ha dejado a los asalariados con un 2% más de poder adquisitivo. El resultado de las medidas de confinamiento decretadas por el Gobierno es una caída del IPC del 0,5% durante el año pasado. Sin embargo, los salarios y las pensiones aumentan, de media, un 1,5%.
Las pensiones contributivas y el salario de los funcionarios suben un 0,9% desde el 1 de enero, mientras que el salario mínimo interprofesional (SMI) se mantiene en los 950 euros por catorce pagas hasta que se alcance un acuerdo para revalorizarlo en el marco del diálogo social entre sindicatos, patronal y el Gobierno. En concreto, las pensiones contributivas aumentan un 0,9%, mientras que las no contributivas subirán un 1,8% y el Indicador Público de Rentas con Efectos Múltiples (Iprem), referencia para la concesión de becas, ayudas, subsidio por desempleo y subvenciones, se revalorizará un 5%, hasta los 564,90 euros mensuales (6.778,80 euros al año en doce pagas) o a 18,83 euros diarios.
Subida a funcionarios
Por otro lado el sueldo de los empleados públicos sube "para garantizar su poder adquisitivo", tal y como recoge en la Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año. Sin embargo, los empleados públicos ganan un 50% más de media que los trabajadores del sector privado.
La diferencia entre ser empleado público o asalariado en el sector privado está en 882 euros al mes o lo que es lo mismo 10.584 euros brutos más al año de salario. El salario medio en el sector público es de 2.654 euros brutos al mes (en 12 pagas con las extras prorrateadas), mientras que el salario medio en el sector privado alcanza los 1.772 euros brutos mensuales.
En el sector privado el 22,3% de los trabajadores obtuvieron un salario de más de 2.187,2 euros, mientras en el caso del sector público casi el 62% de los trabajadores tienen un salario que supera esa cifra, según se desprende del Decil de salarios del empleo principal correspondiente a la Encuesta de Población Activa (EPA) que ha publicado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Empresa privada
Por otro lado, a los trabajadores de la empresa empresa privada han visto un aumento en sus salarios de casi el 2%. La subida salarial de convenio cierra 2020 en el 1,89% y permite ganar casi 2,5 puntos de poder adquisitivo. Los salarios de convenio subieron de media algo más de un 1,9% en 2020, su segunda mayor alza desde el ejercicio 2011 tras la registrada en 2019, cuando se incrementaron por encima del 2%, según datos extraídos de la estadística de negociación colectiva del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
La subida salarial media pactada en los convenios colectivos cerró el pasado año en el 1,89%, frente al 2,33% de diciembre de 2019. Aunque en esta comparativa el aumento sea menor, el hecho de que la inflación se situara en el -0,5% al finalizar el año 2020 (dato avanzado) ha permitido a los trabajadores ganar más de dos puntos de poder adquisitivo.
Así, la subida salarial del 1,89% con la que se cerró 2020 supera en casi 2,4 puntos el IPC interanual de diciembre. A lo largo de todo el año pasado, las subidas salariales pactadas en convenio se han movido en entornos superiores al 1,9%, con excepción de los dos últimos meses del año, donde bajaron hasta el 1,89%.
Ahorro de las familias
La tasa de ahorro de los hogares alcanzó el 22,5% de la renta disponible, un nivel inédito en España. La cifra es muy superior al máximo registrado antes de la actual crisis provocada por el coronavirus, que se situó en el 12,1% durante el segundo trimestre de 2009 mientras que el valor medio desde 1999 hasta 2019 había sido del 8,2%.
La cifra llamó la atención de los analistas. Funcas la considera "el dato del año". María Jesús Fernández, economista senior de Funcas, subraya "el ahorro del segundo trimestre de este año fue, fundamentalmente, un ahorro forzoso, resultado de la imposibilidad material de consumir debido al confinamiento y al cierre de numerosas actividades económicas, no de una decisión deliberada de los ciudadanos de contener su gasto". La economista señala que si bien "muchas personas sufrieron una reducción drástica de sus ingresos y perdieron toda capacidad de ahorro", la mayor parte "mantuvo su puesto de trabajo y sus ingresos, lo que explica el incremento sin precedentes del ahorro familiar".
La cifra es el resultado de una caída de la actividad económica de magnitud también insólita en ese mismo periodo, cuando el PIB descendió un 17,8%.