
Primera campaña de Semana Santa con la nueva reforma laboral aprobada por el Gobierno. Los fijos discontinuos del sector turístico para estos días no contarán como parados tras la campaña. El sector del turismo, el principal motor del empleo en España, ha iniciado sus contrataciones de temporada con el nuevo marco legal. El modelo protagonista será el de fijo-discontinuo, que tendrá un efecto estadístico que rebajará las cifras de desempleo. Aunque estos trabajadores estén realmente sin actividad una vez finalizada la campaña, no constarán como parados durante los próximos seis meses.
La nueva normativa laboral reforma los contratos temporales y suprime el más usado hasta ahora, el de "obra y servicio". Ahora, el sector turístico debe decidir si emplea a sus extras a través de los contratos de fijo-discontinuo o de los contratos por circunstancias previsibles de la producción.
Según varias publicaciones especializadas, la relación laboral de los trabajadores fijos-discontinuos se computará como indefinida. De esta forma, en los periodos de inactividad se consideran por parte de los servicios de empleo como "demandantes no parados".
Trabajo considerará a estos trabajadores "demandantes de empleo no parados" tras las vacaciones
Los empresarios han mostrado sus quejas por el cambio, que consideran que no se ha hecho con toda la seguridad jurídica. Cepyme asegura que la mayor preocupación de las pymes son los cambios en la contratación temporal, el incremento de 26 euros en la cotización social, la aplicación práctica del contrato fijo discontinuo y la nueva prohibición al despido. "La reforma nos genera incertidumbre y además está la situación económica y el entorno de conflictos, desabastecimiento... todo es un cóctel que no ayuda a las empresas", agregó hace unos días la directora del área legal de Randstad.
Randstad prevé que la Semana Santa generará 63.380 contratos en España, cerca de 37.600 firmas más que en 2021, cuando se rubricaron 25.799 en un año marcado por las restricciones y los cierres perimetrales que en esta campaña año no tienen visos de repetirse. Aun así, este volumen es aproximadamente la mitad de los contratos registrados en 2019, antes de la irrupción de la pandemia, cuando se firmaron 116.115.
"La mejor noticia que nos puede dar la campaña de Semana Santa es que, a pesar de las buenas cifras que se esperan a nivel de contratación, aún queda un amplio margen de crecimiento hasta volver a los niveles previos a la pandemia", asegura Valentín Bote, director de Randstad Research.
Las previsiones revelan que la contratación crecerá notablemente en todas las comunidades autónomas del país. En concreto, los mayores aumentos se producirán en Castilla-La Mancha (en donde la contratación se triplicará), Euskadi (con un incremento del 164,5%) y la Comunidad de Madrid (159,6%).
Las siguen, con incrementos también superiores a la media nacional (145,6%), Navarra (154,3%), Galicia (153,9%), Extremadura (153,3%), la Comunitat Valenciana (148,8%), Cantabria (148,5%), la Región de Murcia (148,5%), Andalucía (147,4%) y Aragón (146,7%). Con incrementos por debajo de la media se encuentran Catalunya (139,5%), Asturias (133,9%), Castilla y León (128,1%), La Rioja (118,5%). Los aumentos más discretos se producirán en los dos archipiélagos: Canarias, con un 109,2%, y Baleares, con un 82%.
A nivel provincial, Guadalajara (244,4%), Toledo (225,1%), Álava (185,2%), Pontevedra (171,9%) y Cádiz (170,6%) serán las que registren los mayores crecimientos de la contratación en Semana Santa con respecto al año pasado. Por su parte, los descensos más acusados tendrán lugar en Ávila (105%), Segovia (106%), Las Palmas (108.5%), Tenerife (110%) y Soria (110,4%).
En términos absolutos, Andalucía (13.820), Catalunya (8.420) y la Comunidad de Madrid (7.960) son las regiones donde se incorporarán más profesionales, ya que acumulan cerca del 48% del total.