
Los criadores caninos son los profesionales que más hacen por el desarrollo, mejora y conservación de los perros de raza en España. Y, sin duda, cada vez representan una mayor área de crecimiento para los autónomos.
La mayoría de los criadores lo son a pequeña escala y en un ámbito domiciliario, dedicados por pasión a una o dos razas, no ejerciendo la cría como profesión, entendido esto como un medio de vida con una finalidad económica y de rentabilidad. Existen también criadores profesionales, con instalaciones y medios adaptados a una regulación que tradicionalmente se ha hecho con criterios ganaderos y zoosanitarios, lo que, de rebote, ha dejado fuera, en un limbo legal, a aquellos que no podían acceder al tan ansiado Núcleo Zoológico.
Con el Real Decreto sobre núcleos zoológicos de animales de compañía, en preparación como parte del desarrollo de la Ley de Bienestar Animal, esto puede cambiar radicalmente y abrir un sinfín de oportunidades para el colectivo de los autónomos
El desarrollo de esta ley, aprobada hace un año, sienta las bases para que la crianza pueda convertirse en una actividad estable, duradera y, por qué no, competitiva. "En España es esencial tener otra actividad económica para ser criador especializado", dice Antonio López, que cría Golden Retriever en Córdoba.
"Es insegura económicamente porque hay acontecimientos no controlados. Yo soy funcionario, médico forense, y mi mujer se dedica al turismo. Es decir, o tienes recursos económicos de otra parte o no llega para sustentar a la familia. Por eso vemos tan importante la regulación".
La nueva ley está en plena fase de cambios reglamentarios que van a revolucionar la crianza profesional y pueden ofrecer una nueva salida para los autónomos. La Dirección General de Derechos de los Animales (DGDA), dependiente del Ministerio de Derechos Sociales y con quien la RSCE mantuvo recientemente una reunión de trabajo, ve factible permitir más de dos camadas por criador, que era el límite establecido en el primer borrador.
Igualmente, la DGDA ve positivo que asociaciones como la RSCE puedan representar un papel importante en la gestión de los registros de criadores y camadas, siempre que las comunidades autónomas que son las competentes en la materia, lo estimen oportuno o que se universalicen las pruebas de salud y consanguinidad para todo tipo de criadores y también de perros, incluídos los mestizos. La novedad más importante, sin duda, será la de distinguir entre criadores especializados, criadores convencionales y criadores ocasionales.
Criadores, por amor al arte
"Los criadores especializados pueden llegar a constituir el 80% de los criadores en España", señala Pepe Bolaño, también criador de Golden Retriever y miembro de la Comisión de Bienestar de la Real Sociedad Canina de España (RSCE), la organización más relevante y antigua del país relacionada con el perro.
Y aquí viene un punto interesante para todo aquel que desee emprender y dedicarse enteramente a la crianza como actividad profesional: aunque existen criadores industriales con cientos de cachorros que facturan millones de euros, "la mayor parte de la red de criadores trabaja con un máximo de 10 perros aproximadamente", destaca Bolaño. Son los más valorados porque trabajan con devoción por mejorar la salud y la genética de sus cachorros.
"Son los más solicitados, por una razón: suelen criar una única raza, la estudian y conocen mejor que nadie, están volcados en la actividad cinófila y buscan la excelencia. Tienen los cachorros más codiciados porque son los que ofrecen más garantías".
Desde la Real Sociedad Canina de España se centran en distinguir entre criadores responsables y criadores no éticos, sin importar tanto que esta sea su actividad profesional o no. Al criador no ético se le detecta a la legua, explican en la Real Sociedad Canina. Los malos criadores, sin escrúpulos, solo persiguen rentabilidad sin importarles la salud del animal, su genética o sus condiciones de vida.
Por contra, un buen criador inunda de información al interesado en hacerse con un perro, bombardea a preguntas al propietario sobre la idoneidad de su hogar y, seguramente, tendrá lista de espera. Tampoco puede desprenderse del perro hasta pasadas ocho semanas de su nacimiento, lo vacunará y lo identificará con un microchip. A esta clase de profesionales que se distinguen por su buen hacer canino se dirige precisamente la ley.
Para Pepe Bolaño, con la nueva norma, los estándares de protección y control de los criadores en general se verán reforzados. Y eso beneficia a los criadores especializados que crían a un número muy restringido de cachorros. "La Ley de Bienestar Animal va a favorecer un modelo que tiene óptimos estándares de calidad. Los perros van a criarse con altas garantías y en familia, lo que favorece una correcta socialización y desarrollo afectivo de los cachorros y, por lo tanto, una mejor integración en su futuro hogar y en la sociedad".
Igualmente, se espera que la Ley de Bienestar Animal ayude a erradicar los criaderos ilegales, sobre cuyo volumen alertó la Comisión Europea en diciembre pasado. "En los últimos años, la venta de perros está creciendo cada vez más a través de plataformas online y redes sociales", advertía el Ejecutivo comunitario en un documento. Y eso ha derivado en "cachorros enfermos, que no llegaron a su destino porque tuvieron que ser sacrificados debido al parvovirus, que dieron positivo en Brucella Canis, casos de perros con estrés extremo, con diarrea, infecciones respiratorias, deshidratación,...".
Una visión 360 del cuidado del perro
Hasta ahora, el requisito imprescindible para la cría era contar con un núcleo zoológico cuyas características y obligaciones varían mucho de una comunidad autónoma a otra, pero que estaban diseñados con patrones más próximos a la ganadería de producción que a los animales de compañía. Muchos profesionales esperan que con la nueva ley se contemple una visión integral del perro y de sus necesidades más allá de la reproducción: adiestramiento, asesoramiento en educación, guardería, residencia para vacaciones o peluquería. Todo ello permitiría dar más entidad y hacer más atractiva la crianza de perros.
"Regular esta figura es fundamental", esgrime José Miguel Doval, presidente de la Real Sociedad Canina, fundada en 1911. "Nosotros venimos desde hace decenios trabajando con criadores dedicados en cuerpo y alma al bienestar de los perros. Además de ser los garantes de la salud del perro, son una herramienta contra el abandono pues apenas el 5% de los ejemplares abandonados en centros de acogida son de raza. El mundo del perro en España necesita desarrollar la figura del criador".
Desde hace tiempo se sabe que en España hay más perros de compañía que niños menores de 14 años; 9,2 millones frente a 6,7 millones. Tener un perro es tendencia porque es el mejor y más leal amigo del hombre. Ahora se abre paso un nuevo emprendimiento: el del criador especializado y responsable.