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Especial Educación Financiera

Alerta gurú: la trampa detrás del paraíso de la libertad financiera

  • En las redes sociales proliferan los supuestos expertos financieros que prometen importantes rentabilidades
  • Una de las principales armas que tienen los ciudadanos para no caer en este tipo de fraude o estafas es la educación financiera
Isabel Gaspar

El pasado 21 de agosto la Policía Nacional detuvo en Benidorm (Alicante) a cuatro personas, dos mujeres y dos hombres, de entre 31 y 61 años, como presuntos autores de los delitos de estafa, apropiación indebida, publicidad engañosa, pertenencia a grupo criminal y blanqueo de capitales.

El origen de la investigación partió unos meses atrás de la denuncia de un usuario que indicaba que había perdido 21.000 euros al invertirlos con un bróker. El supuesto gurú financiero prometía una rentabilidad mensual del 10% en empresas ficticias que había registrado, rendimientos del 20% con inversiones puntuales y del 23% por invertir en una empresa dedicada al oro.

Esta es, precisamente, una de las principales señales de alarma: la promesa de rentabilidades elevadas. Sin duda internet, y más concretamente las redes sociales, se han convertido en una herramienta de comunicación sin precedentes, con capacidad para impactar en millones de personas. Esta realidad, junto a los periodos de crisis financieras y la necesidad de los ciudadanos de saber más sobre finanzas, ha hecho proliferar a los denominados gurús financieros tras muchos de los cuales sólo se esconde humo.

"Cualquier persona puede compartir consejos y "estrategias" financieras. Adicionalmente, muchos particulares buscan formas ágiles de mejorar su situación económica. Este interés ha impulsado la demanda de contenido financiero accesible que aparentemente ofrece soluciones rápidas, fáciles y de supuesto bajo riesgo. Los gurús financieros suelen aprovechar el deseo de las personas de obtener ganancias rápidas o libertad financiera. Además, utilizan tácticas para atraer seguidores, promoviendo su estilo de vida como una prueba de su éxito", señala Enrique Vinal, director comercial de Negocio Retail en Santander España, profesional del sector financiero desde hace más de 20 años y formador voluntario de educación financiera.

A finales de julio más de 1.000 personas presentaron una macroquerella contra el influencer y coach motivacional, Amadeo Llados, aludiendo a los delitos de estafa y estafa piramidal, así como a diversos delitos de odio, por los cursos que vende y promociona, además de sus formas de actuar. Desde sus redes sociales vende una imagen de persona exitosa y rica. Gracias a su fama tanto en España como en muchos países de Sudamérica, creó un curso de más de 1.000 euros en el que aseguraba a los jóvenes que lo comprasen que iban a aprender a "ganar su primer millón".

"Es fundamental verificar las credenciales del finfluencer. ¿Tienen formación acreditada en finanzas? ¿Están vinculados a alguna entidad de confianza? Es importante desconfiar de promesas de ganancias rápidas o sin riesgo, ya que en el mundo de las finanzas no existen atajos. Un consejo útil tiende a ser educativo, transparente y enfocado en el largo plazo. Además, los usuarios deben estar atentos a la transparencia en la divulgación de relaciones comerciales, ya que muchos finfluencers promueven productos financieros con los que tienen intereses económicos", subraya Ignacio Ramírez Moreno, CFA, colaborador de CFA Society Spain y asesor en renta fija y finfluencer.

Según un estudio publicado por CFA Institute, la Generación Z (nacidos a finales de la década de 1990 e inicio de los 2000) recurre a los finfluencers para obtener orientación en las decisiones de inversión, siendo la falta de educación financiera y el coste percibido del asesoramiento dos de las principales razones que impulsan a estos jóvenes a consumir este tipo de contenido.

"El contenido financiero es complejo, tiene implicaciones económicas y fiscales. Los productos son muy diversos, tanto por la tipología de inversiones, como por el riesgo implícito de los mismos, la liquidez, la tributación y la rentabilidad. Cuando hay educación financiera, la rentabilidad no es el factor determinante de una inversión. Es un factor más dentro del análisis que hay que realizar", advierte Ana Fernández Sánchez de la Morena, socia fundadora de AFS Finance Finanzas Conductuales.

El paraíso de la libertad financiera

La libertad financiera es el gran paraíso que prometen todos estos influencers. Consiste en tener los ingresos suficientes para cubrir todas las necesidades económicas sin tener que trabajar. En Instragram el hashtag #libertadfinanciera acumula 4,6 millones de publicaciones, y en Tik Tok más de medio millón.

Según una encuesta publicada por Forbes Advisor el año pasado, casi el 80% de los estadounidenses de las generaciones Z y millennial recibe asesoramiento financiero por las redes sociales, pero solo un 31% verifica la cualificación de esos asesores. "Los mensajes más populistas o disruptivos, suelen tener en redes sociales una gran aceptación, por lo que podrían generarse decisiones peligrosas que podrían producir problemas económicos, sobre todo, a nivel particular. El peligro no es el canal, ni la temática, el peligro es la decisión en la que puede influirse en economías particulares que no hagan el ejercicio de contrastar o preguntar a expertos en el área", indica Joaquín Danvila, jefe del departamento de formación y desarrollo digital del IEB.

A este respecto, son muy populares los mensajes como: "el error con el dinero que te mantiene pobre", "cómo ser millonario en 5 pasos", "el dinero no se gana trabajando", "3 hábitos que me hicieron millonaria a mis 36", o "para lograr la libertad financiera solo hay que seguir 5 pasos". "Se promueven ideas de "enriquecimiento rápido", creando falsas expectativas. Esto puede llevar a personas a tomar decisiones financieras poco meditadas, lo que a menudo provoca grandes pérdidas", destaca Enrique Vinal.

Además, hay que tener en cuenta que muchos de estos autodenominados gurús financieros no tienen conocimientos sólidos y no cuentan con la licencia necesaria para ofrecer asesoramiento financiero. De hecho, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) alertó en noviembre del año pasado que los influencers deben cumplir con unas mínimas obligaciones. Entre ellas, identificar quién formula la recomendación, presentar la información de forma objetiva y revelar posibles conflictos de interés. Y eso incluye, decir si alguien está pagando por decir lo que se dice. Y es que no hay que olvidar que muchos influencers cobran por hacer este tipo de recomendaciones.

"En muchos casos, los contenidos financieros no incluyen divulgaciones claras sobre los posibles conflictos de interés, como la promoción de productos o servicios financieros a cambio de compensaciones. Esto refuerza la necesidad de que los organismos reguladores del sistema financiero sean más proactivos para asegurar que los creadores de contenido en redes sociales cumplan con las normativas de transparencia y divulgación adecuadas", sostiene Ignacio Ramírez Moreno.

Normalmente, el influencer sin formación se vale de vídeos cortos, acompañados de rótulos llamativos y animaciones, así como de una comunicación brillante y sencilla de conceptos complejos. A esto se une la promesa de importantes y atractivos retornos. De hecho, para atrapar más a su público, exhiben abiertamente su supuesta fortuna que han logrado gracias a su supuesto método infalible.

"Normalmente cuando la información no es transparente o sincera, suele haber inconsistencias en el discurso, también la persona que esta siento manipulada tiende a sentirse culpable o confundida en las expectativas y objetivos vitales. Por otro lado, tratan de aislarnos de nuestro entorno: amigos, familia, compañeros y fomentan que nos "rodeemos" de gente como ellos. Finalmente suelen prometer algo que no se cumple", destacan Alba Gutiérrez Lancha y Cristina Gómez Pantoja, psicólogas de la clínica Más que Palabras en Toledo.

Las expertas recuerdan que estos perfiles suelen ser personas con una alta capacidad de manipulación emocional. Algunas de sus tácticas más comunes incluyen:

  • Gaslighting: hacer que la víctima dude de su propia percepción o juicio. El manipulador distorsiona la realidad para sembrar confusión y dependencia.
  • Falsa sensación de pertenencia: hacen que la víctima sienta que forma parte de un grupo social exclusivo o de personas exitosas, creando una falsa sensación de pertenencia.
  • Invalidación: menosprecian o desacreditan los sentimientos y experiencias de la víctima, lo que puede afectar gravemente su autoestima y autoconfianza.
  • Victimización: se presentan como víctimas para generar culpa y obtener apoyo emocional de los demás. Suelen hablar de lo duro que ha sido llegar hasta donde están.
  • Manipulación cognitiva: alteran los pensamientos y percepciones de la víctima para distorsionar la realidad y sembrar dudas en su propio juicio.

"Como seres humanos, tenemos una necesidad innata de pertenecer a un grupo. La aceptación y aprobación de los demás nos hacen sentir parte de una comunidad, dándonos un sentido de pertenencia. Además, la sociedad y la cultura en la que vivimos también influyen en cuánto valoramos las opiniones de los demás", subrayan Gutiérrez Lancha y Gómez Pantoja.

Más allá de la legalidad

En un documento formativo, el Banco de España alerta de cómo la búsqueda de información sobre finanzas por parte de los usuarios está siendo aprovechada por delincuentes para llevar a cabo sus estafas. Concretamente, el organismo advierte de que hay que tener mucha precaución con los llamados influencers financieros. Aunque existen personas honestas y entidades legítimas que publican recomendaciones de inversión en las redes sociales, muchos influencers son chiringuitos financieros que sólo quieren atraer al público a plataformas digitales ilícitas o hacerles caer en algún otro tipo de estafa.

Las estafas piramidales son uno de los delitos más comunes. Como explica Antonio Gallardo, experto económico de Asufin, "se basan en captar clientes con falsas promesas de rentabilidad elevada. Esta se obtiene no por los supuestos productos en los que invierte, sino por las aportaciones de otros nuevos clientes. Cuanto más crece la "cúspide" más amplia tiene que ser la "base", es decir se necesitan cada vez más nuevos clientes, formando una imagen de pirámide y por eso se denominan así. Las estafas piramidales suelen estallar cuando ya no tienen capacidad de captar tantos clientes como los que se necesitan para sostener los pagos del sistema".

Para poder identificar este tipo de fraude el experto señala que una de las señales es la promesa de una alta y asegurada rentabilidad, sobre todo, por encima de la media del mercado. Además, detrás de estos delincuentes no hay una empresa legalmente constituida y supervisada. También tienen que alertar al usuario los productos complejos, poco conocidos y opacos como las criptomonedas y sin información o poco clara. "Es importante consultar información sobre chiringuitos financieros y si la empresa está consultada en los registros públicos de la CNMV", añade.

Cuando los usuarios han caído en este tipo de estafas normalmente se dan cuenta cuando se cierran las operaciones y ya no hay posibilidades de retirar el dinero. Ante esto, "la vía judicial suele ser la única, en la mayoría de los casos, por la que intentar recuperar todos o parte de los fondos", aclara Gallardo.

Con todo, la educación financiera es una de las principales armas que tienen los ciudadanos para poder detectar a este tipo de falso gurú financiero. "Evidentemente, todos podemos consumir contenido financiero a través de redes sociales, pero un nivel bajo en conocimiento financiero presenta mayor peligro a la hora de consumir este contenido, ya que, para una persona con pocos conocimientos, un mensaje comunicado de manera atractiva puede resultar convincente", alerta Joaquín Danvila.

Por su parte, Ana Fernández Sánchez de la Morena destaca que para poder distinguir consejos útiles de los que no lo son "es importante un mínimo de conocimientos financieros y un mínimo de conocimiento sobre uno mismo. Es necesario tener un mínimo de formación al respecto, porque se necesita una buena gestión y planificación financiera para alcanzar objetivos personales, familiares y profesionales. Mi recomendación: Para aprender a invertir, hay que invertir en aprender".