
Los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, han presentado este lunes el eslogan de las 50 movilizaciones que llevarán a cabo el próximo 1 de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores. Bajo el rótulo 'Proteger lo conquistado, ganar futuro' los sindicatos buscan centrar las protestas en el rechazado a las políticas que ha puesto en marcha la Administración de EEUU desde la llegada de Donald Trump al poder el pasado enero y relegar la reducción de la jornada laboral a un segundo plano dentro de sus reclamaciones. Los representantes de los trabajadores denuncian que más allá de los aranceles, el mandatario norteamericano trata de cuestionar el modelo social europeo y determinar la política fiscal de la Unión Europea.
"Tiene que ser un clamor por la reivindicación de la soberanía europea y la democracia ante lo que supone la llegada de Trump al poder" ha subrayado el líder de Comisiones Obreras, tras explicar que hasta hace dos meses habrían centrado sus protestas en presionar al Gobierno para que active la tramitación de las 37,5 horas que sigue atascada en el Consejo de Ministros. "Es un 1 de Mayo con connotaciones muy específicas" resumía el cabeza de UGT al reclamar que la Unión Europa de una respuesta contundente centrada en una estrategia para conseguir la autonomía estratégica y no en la imposición de los aranceles recíprocos, que consideran insuficientes para enfrentar a un modelo que rompe con "las reglas del juego" asentadas en la globalización.
En este sentido, los portavoces sindicales han admitido que el plan elaborado por el Gobierno "no van a tener mucho efecto real" y que las políticas que puede poner en marcha un ejecutivo estatal "son muy limitadas" ante el reto que supone esta guerra arancelaria, por ello, valoran que Pedro Sánchez debería centrarse en liderar o coliderar junto a otros países una postura en Bruselas para diseñar una hoja de ruta en la que no sólo se responda a los pasos de EEUU, sino que se vaya un paso más allá para proteger el modelo social y productivo europeo. Si bien, ambos líderes consideran que la respuesta va "en la dirección adecuada" y han valorado el viaje a China como un gesto relevante.
No obstante, los sindicatos también se han mostrado críticos con el departamento que encabeza Yolanda Díaz por la demora en la tramitación del acuerdo para reducir el tiempo de trabajo que alcanzaron en el mes de diciembre. Sordo y Álvarez han mostrado posturas diferenciadas a este respecto, así mientras el secretario de CCOO asegura "no contemplar" la posibilidad de que la ley entre en vigor ya en 2026, el de UGT admitía que si el borrador no se aprueba cuento antes en la reunión del Gobierno, "haría complicado el escenario que prevé el anteproyecto" esto es, que la reducción se aplique ya este año y se conceda un margen hasta diciembre para adaptar los convenios colectivos. De hecho, como publicó elEconomista.es ya hay fuentes de la negociación colectiva que contemplan que este plazo se tenga que extender al próximo año por este retraso.
Tanto CCOO como UGT insisten en que no renunciarán a este cambio que califican de "demanda histórica" de sus organizaciones como paso previo a las 32 horas y elevan la presión al Gobierno y a los grupos parlamentarios, porque admiten, esta incertidumbre ya está generando problemas a la hora de negociar convenios colectivos. "No cabe meter la cabeza debajo del ala, es un debate que hay que abordar, hay que enfrentarse a las enmiendas y hay que definir la jornada porque es condición para negociar los propios convenios colectivos" apuntaba Sordo. Además, los sindicatos reconocen que quieren superar esta 'pantalla' para abrir una mesa de negociación sobre la indemnización por despido, al hilo de los pronunciamientos del comité europeo (CEDS).