
El Reino Unido continúa intensificando su presencia en las islas Malvinas, donde se mantiene desde 1833 cuando expulsó a las autoridades argentinas, y no cesa en su objetivo de militarizar lo pasimo posible un archipiélago en el que acumula alicientes económicos, especialmente la explotación petrolífera y la pesca.
Los británicos han redoblado sus planes de explotación de crudo, además de mantener un suculento negocio con la pesca, que le reporta considerables ingresos, entre ellos por parte de España, cuyos barcos, sobre todo los gallegos, faenan habitualmente en aguas británicas de las Malvinas tras renovarse en 2022 el acuerdo que permite a los barcos españoles pescar en aguas de las Malvinas durante otros 25 años, especialmente Loligo, el calamar patagónico.
El Reino Unido quiere sacarle mayor partido a la explotación petrolífera y para ello considera fundamental militarizar la zona hasta el extremo., incluso con la intención de alargar sus brazos hasta la Antártida, según recoge tanto la prensa argentina como la británica. The Telegraph ha señalado que el Reino Unido tiene "planes estratégicos para explotar recursos en la Antártida" y añade que "la bonanza petrolera antártica podría salvar a Gran Bretaña, pero debemos llegar allí antes que Argentina".

Por todo ello, las autoridades británicas reforzaron este mismo año su contingente militar en las Malvinas con tropas nepalíes, concretamente con un contingente de soldados de la Sección 2 del Regimiento Real de Fusileros Gurkhas, que se unieron a la Compañía de Infantería Permanente Rotativa (RIC) y a efectivos de los buques que permanecen en las islas, como el HMS Forth de la Royal Navy.
Los Gurkhas, Gurkas o Gurjas son un pueblo originario de Nepal, cuyos soldados son conocidos por ser feroces combatientes. Sirven en unidades especiales de las fuerzas armadas del Reino Unido y de la India, por lo que muchos los consideran simplemente mercenarios. En las Malvinas, los Gurkas han participado en el ejercicio Cape Kukri II, unas maniobras a gran escala del Ejército Británico y se les asignaron "tareas de marinización".
Acuerdo de Defensa
La participación de los Gurkhas en este tipo de entrenamientos se ha convertido en una constante dentro del esquema defensivo británico en las islas Malvinas desde la Guerra de 1982. El Reino Unido mantiene desde entonces una presencia militar permanente en el territorio, que reitera su interés por los recursos de la zona. Así, cuenta con una potente estructura militar activa en las Malvinas que no solo incluye a sus propios efectivos y a las tropas nepalíes.

Las tropas británicas se ven ahora reforzadas por otro contingente militar bien distinto. Esta vez se trata de soldados kosovares, que reciben el nombre de Fuerzas de Seguridad de Kosovo, un país balcánico que España no reconoce y cuyos dirigentes consideran que acciones como esta en las Malvinas resultan fundamentales para avanzar en la aspiración del país de de ser reconocido internacionalmente y de integrarse en la OTAN y en la Unión Europea, de la que renegó el Reino Unido.
La presencia de soldados kosovares en las Malvinas es consecuencia de un acuerdo de Defensa ratificado por la Asamblea Legislativa de la República de Kosovo y no es nueva. Tropas kosovares estuvieron por primera vez en estas islas en enero de 2023 merced a ese acuerdo que incluye la adscripción de personal de la Fuerza de Seguridad de Kosovo (KSF) a la Compañía de Infantería Roulement (RIC) británica desplegada en las Malvinas.
Buena sintonía desde 1999
Las tropas nepalíes han sido sustituidas ahora por kosovares gracias a la buena relación que mantienen Kosovo y el Reino Unido desde 1999, cuando tropas británicas integraron la Fuerza para Kosovo (KFOR) de la OTAN. La buena sintonía desde entonces propició que en 2022 Kosovo y el Reino Unido firmaran el acuerdo sobre despliegue de tropas.

En principio, Kosovo iba a enviar a siete de sus efectivos a las Malvinas, con el compromiso de permenecer en las islas tres años y posibilidad de una prórroga. Pero parece que finalmente son algunos más los kosovares llegados hasta el archipiélago reclamado por Argentina gracias a ese acuerdo de cooperación militar. Existe el compromiso del Reino Unido de que a los soldados kosovares desplegados en las Malvinas no se les asignarán misiones de combate directo.
La presencia de soldados de un país que no es reconocido por multitud de naciones es especialmente valorada en las Malvinas, por ese estatus colonial que conserva. La incorporación de fuerzas no británicas en el archipiélado ocupado refuerza el argumento del Reino Unido de que en las Malvinas existe una misión multilateral de estabilidad, y no una ocupación colonial, algo que obviamente para nada convence a Argentina ni a quienes defienden la retirada del Reino Unido de estas islas a más de 13.000 kilómetros de Gran Bretaña.
Por qué España no reconoce a Kosovo...

La República de Kosovo es un territorio de 10.900 kilómetros cuadrados al sur de Serbia y entre Montenegro y Macedonia del Norte. Fue parte de Yugoslavia y después quedó integrado en Serbia antes de verse inmerso en la Guerra de los Balcanes. Las autoridades kosovares proclamaron su independencia de forma unilateral en 2008 y desde entonces ha logrado el reconocimiento por parte de 97 de los 193 países que integran las Naciones Unidas, entre ellos la mayoría de los europeos, pero no España, que mantiene buenas relaciones con Serbia.
No reconocen la República de Kosovo, Grecia, Rumanía, Eslovaquia y Chipre, o fuera de la UE, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina o Ucrania. Tampoco lo hace Argentina o potencias de la talla de China o Rusia, que mantiene excelentes relaciones con Serbia.
España y su Ministerio de Asuntos Exteriores no reconoce a Kosovo y es partidaria de que se fomente un acuerdo entre las autoridades serbias y las kosovares en el marco de la Unión Europea. España se ampara en la legalidad internacional y la estabilidad actual en la región para no contemplar a Kosovo y evita hacer comparaciones con regiones españolas donde parte del electorado es independentista. Es decir, en ese sentido, si un Gobierno español reconociera a Kosovo estaría tirando piedras contra su propio tejado. Desde hace 16 años, España se acoge al Acta Final de Helsinki de 1975 para justificar su no intervención en otros conflictos independentistas, entre ellos el de Kosovo.
...pero sí admite su pasaporte

A pesar de no reconocer a Kosovo como nación independiente, España sí da validez a su pasaporte. Lo hace tras la entrada en vigor, el 1 de enero de 2024, de la exención de exigencia de visado a los ciudadanos kosovares para acceder al espacio Schengen y a la Unión Europea. El Ministerio de Asuntos Exteriores asegura que el reconocimiento del pasaporte kosovar "no cambia la postura de no reconocimiento de Kosovo" por parte de España.
También desde enero del año pasado los kosovares pueden viajar sin visado por el espacio Schengen y la UE, algo que sus autoridades venían reclamando desde la proclamación unilateral de independencia de Serbia en el año 2008.
Kosovo es el último país balcánico que se ha beneficiado de la exención de ese visado antes necesario para estancias turísticas en los países adheridos al Tratado de Schengen de libre circulación.
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