
España se quedará sola, como mucho junto a Reino Unido, en su intención de implantar el próximo año un tributo a las grandes tecnológicas, conocido como impuesto a los servicios digitales. Berlín y París se pusieron de acuerdo para proponer ayer en la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la UE, Ecofin, que los países miembros puedan aplicar el nuevo impuesto, como pronto, a partir de finales de 2020 y siempre que no se alcance una solución global en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Se pretende así desbloquear la polémica propuesta de la Comisión que, aunque exige unanimidad de los 28, tiene fraccionados a los estados miembros ante posibles represalias de EEUU, ya que las principales empresas afectadas por el impuesto, como Google o Facebook, son de ese país
Por otro lado, el Ecofin aprobó formalmente, tras la traducción a los idiomas comunitarios, la Directiva que permite a los Estados miembros aplicar un IVA reducido -superreducido del 4% en España- a las publicaciones digitales, equiparándolas así al resto de formatos como el de papel.
Respecto al futuro del impuesto digital, la ministra de Economía española, Nadia Calviño, explicó en Bruselas que "la presidencia austriaca ha sido muy activa en tratar de avanzar a nivel técnico y político" en el desarrollo del tributo digital, que fue debatido formalmente por primera vez en el Ecofin de ayer. Calviño declaró que "en general la UE apoya lograr un acuerdo a escala global [en referencia a los debates que se están produciendo en el seno de la OCDE], pero mientras esto no ocurre hay una mayoría de países que apoya avanzar hacia una solución transitoria a nivel europeo". En este sentido, aseguró que "la Presidencia está impulsando este debate con miras a tener un acuerdo en diciembre".
La responsable de Economía explicó a sus homólogos comunitarios que el anteproyecto de ley, aprobado recientemente por el Consejo de Ministros, y actualmente en trámite de audiencia pública, para imponer un impuesto a las multinacionales digitales en España, está alineado con la propuesta de la Comisión Europea. En concreto, Bruselas propuso en marzo establecer un impuesto temporal del 3% sobre los ingresos generados por la venta online de espacios publicitarios, las actividades de intermediación que permiten a los usuarios interactuar entre ellos para facilitar la venta de bienes y servicios y la venta de datos aportados por los propios usuarios.
De momento, en el Ecofin hay, en palabras de Calviño, un "acuerdo por parte de todos en que lo ideal es una solución a nivel mundial y que la segunda mejor opción es tener una solución a nivel europeo, para evitar que cada uno de los 28 estados miembros empecemos a hacer impuestos digitales heterogéneos", al considerar que esto sería poco beneficioso para las compañías".
"En nuestra opinión hay que avanzar lo antes posible", señaló sobre la posición de España, uno de los países que ya trabaja en su instauración a nivel nacional.
El otro es el Reino Unido. El ministro de Economía británico Philip Hammond anunció a finales de octubre, en la presentación de los Presupuestos en el Parlamento de su país, la intención de desarrollar un impuesto a las servicios digitales, aunque todavía sin detalles.
El IVA, en estudio
El Ecofin aprobó ayer formalmente los tipos reducidos del IVA para las publicaciones digitales. En la anterior reunión de los ministros europeos del 2 de octubre se aprobó la Directiva, pero quedaba pendiente para poder iniciar la transposición nacional la traducción a los distintos idiomas comunitarios, incluido el español. Un paso que se formalizó ayer.
A partir de aquí, la Directiva debe aprobarse ya en el Diario de Sesiones de la CE, lo que iniciará el proceso de transposición a las legislaciones nacionales.
Fuentes del Ministerio de Hacienda consultadas por este periódico señalan que el Gobierno está estudiando si finalmente equiparará el IVA de las publicaciones físicas, actualmente en el superreducido del 4%, al formato digital. Las mismas fuentes señalan que no hay una posición ni favorable ni desfavorable a la rebaja del impuesto para la cultura digital.