
Orange España ha ingresado 1.188 millones de euros en el primer trimestre de 2021, lo que representa un 7,4% menos que en el mismo periodo del año anterior. Pese a este revés contable, la filial ya suma tres trimestres consecutivos con mejoras en la captación de clientes, aunque ese impulso aún no se refleja en las cuentas globales de la empresas. De hecho, en los tres primeros meses del año se resienten por el COVID, el desplome del 40% del roaming y la agresiva tendencia del mercado hacia el bajo precio. Todas esas circunstancias han lastrado los ingresos medios mensuales por usuario (arpu) del operador, de 53,3 euros, que descendió el 8,4% en el primer trimestre respecto al mismo periodo del año anterior y que lleva sin recuperarse desde marzo de 2020.
A pesar de la coyuntura adversa, el operador aprecia "una mejora en la tendencia" comercial, según apunta Jean-François Fallacher, consejero delegado de Orange España, en parte favorecida "por la puesta en marcha de los nuevos portfolios de productos que abarca todos los servicios.
Asimismo, Orange ha reconocido que los resultados de la filial española reflejan el momento complicado del sector, muy fragmentado e hipercompetitivo, con una enorme agresiva comercial marcada tendencia del 'low cost'. Todo ello ha afectado a los ingresos por servicios móviles de Orange España, que suman 231 millones de euros de enero a marzo de 2021, un 13,6% menos que el mismo periodo del año anterior. Para responder en el segmento del bajo precio, Orange ha apostado por integrar los activos de República Móvil en Simyo, con la eliminación de la primera marca, además de mantener la enseña y servicio de Amena, al contrario de lo informado a mediados de febrero.
En total, al cierre del pasado marzo, la compañía dispone de 19,94 millones de clientes, de los que 15,9 millones son de telefonía móvil y más de 4 millones de banda ancha fija. El operador también asegura que ha afianzado su posición en el negocio de la fibra óptica, con 3,4 millones de clientes y con un crecimiento superior al 6% respecto al año pasado, lo que supone un incremento interanual del 6,1%; y de 4G, con más de 10,5 millones clientes.
Respecto al 5G, la nueva red de Orange ya está presente en 442 municipios de 38 provincias, con una cobertura del 28% de la población española y con el plan de llegar a más de la mitad de la población en 2021 y a más del 90% en 2022. En ese contexto se espera con impaciencia en el sector las condiciones definitivas de la próxima subasta de espectro radioeléctrico, si bien Orange ha advertido que el precio de salida de los bloques debe ser revisado a la baja y que los compromisos de despliegue deben amoldarse a unas condiciones actuales.
Consolidación del mercado
En el turno de preguntas, Fallacher ha considerado positivo para su compañía el proceso de consolidación emprendido por MasMóvil con la opa sobre Euskaltel, aunque ha recordado que las autoridades deben revisar la situación de mercado en el caso de que prospere la adquisición. También se ha señalado que la nueva empresa de infraestructuras de telecomunicaciones se pondrá en marcha a finales de este año, en el cuatro trimestre del curso, una vez identificadas las torres y emplazamientos que formarán parte de la nueva compañía de antenas de móvil.
A su vez, en servicios convergentes, Orange ha percibido que los ingresos de sus diferentes marcas alcanzaron los 469 millones de euros hasta marzo de 2021, un 9,4% menos que en el año anterior. Por el contrario, la facturación por venta de equipos ascendió a 155 millones de euros en el primer trimestre del año, un 10% más que el mismo periodo de 2020. Los ingresos por el conjunto de servicios retail se han reducido el 10,2% hasta los 818 millones de euros, mientras que el negocio mayorista se recorta un 2,3% hasta 215 millones de euros, en ambos casos por el efecto de la pandemia.
Orange ha valorado que esta situación competitiva resulta especialmente complicada para los operadores que asumen inversiones intensivas en el empeño de "ofrecer las mejores redes al mercado español". En cualquier caso, el operador prevé reforzar su estrategia apoyada en tres pilares: el cliente, la atención a la primera línea en contacto con los usuarios y el propio corazón del negocio. Por todo lo anterior, Orange ha abogado por "seguir manteniendo el foco para mantener la salud de los clientes y empleados e impulsar a los equipos para trabajar en la transformación de la empresa para adaptarse al nuevo contexto macroeconómico y condiciones de mercado, además de seguir invirtiendo en las infraestructuras para mejorar el servicio de los clientes y contribuir a la recuperación económica de España".