
La decisión de Correos de prestar sólo el Servicio Postal Universal tras la declaración del estado de alarma ha puesto a la compañía contra las cuerdas. La firma lleva más de un mes sin repartir paquetes provenientes del comercio online lo que ha hundido sus ingresos, ha colapsado los servicios de su filial Express, que ha tratado de absorber parte de su actividad, y está poniendo en peligro los contratos con sus grandes clientes, como Amazon o Alibaba (AliExpress).
Según informan fuentes cercanas a la empresa pública, ambas plataformas están presionando a Correos para que realice los servicios contratados y han llegado a amenazar con romper sus contratos y limitar su vinculación a los envíos a zonas rurales.
"Los contactos con los grandes clientes son diarios y la presión también. Amazon y Alibaba no entienden el problema y solo quieren saber cuándo se va a repartir el stock acumulado y se normalizarán las entregas. Si no se recupera la normalidad pronto se buscarán otro proveedor", explican fuentes no oficiales de la compañía, que han recordado que sólo la compañía norteamericana tiene un contrato de 100 millones de euros con Correos.
La empresa pública postal, que tiene acumulados en los almacenes un gran número de paquetes, ha derivado gran parte de su carga de trabajo a Correos Express, que opera sin ningún tipo de restricciones. El problema es que la actividad de la filial ha crecido tanto en las últimas semanas que se ha saturado y no puede atender toda la demanda. "Los almacenes y la logística de Express no pueden absorber toda la carga de trabajo y aunque se están doblando turnos, hay más temporales y se ha funcionado en festivos, es imposible sacar el reparto de Madrid y otras regiones y cumplir con los plazos", explican fuentes sindicales.
"Correos trata de llevar toda actividad de paquetería a Express y se ha generado una situación insostenible. Están desbordados"
En este punto, señalan que ya no se garantiza al cliente un reparto en 24 o 48 horas, como antes de la crisis del coronavirus, debido a la fuerte demanda. "Nadie en el sector puede ya garantizar las entregas inmediatas", señalan. En este punto, cabe señalar que el comercio online es uno de los pocos sectores que están registrando fuertes crecimientos ante el cierre de los comercios y la prohibición de salir de casa.
"Correos trata de llevar toda actividad de paquetería a Express y se ha generado una situación insostenible. Están desbordados, cada vez hay más bajas y no se puede respetar la distancia de seguridad en las naves porque está todo lleno", asegura el delegado de Csif en la Comunidad de Madrid, José Rico. En 2019 el grupo postal entregó 196,56 millones de paquetes, de los que 129,32 millones los gestionó Correos, y 67,24 millones la filial de paquetería urgente.
Golpe a los ingresos y desescalada
Más allá del riesgo de perder parte del contrato con sus grandes clientes (Amazon ya apuesta por crear una red propia de colaboradores), la decisión de limitar la actividad al Servicio Postal Universal y funcionar sólo con el 25% de la plantilla ha hundido los ingresos de la compañía poniendo en riesgo su futuro y el de sus 55.000 trabajadores. No hay que olvidar que la paquetería es el motor de crecimiento de Correos ante el desplome de la correspondencia tradicional y que en 2019 la facturación de la división subió un 17%.
Ante el desplome de los ingresos, la firma que preside Juan Manuel Serrano se ha visto obligada a pedir un crédito de 47 millones de euros a los bancos para pagar las nóminas de marzo y ya está negociando otro con el que poder hacer frente al pago de los salarios de abril. En este punto, Correos informa que sólo en el primer trimestre dejó de ingresar 60 millones de euros por los servicios mínimos. Correos ha rechazado pronunciarse sobre las medidas para sortear la crisis.
En el primer trimestre dejó de ingresar 60 millones de euros por los servicios mínimos
La situación es tan complicada que los sindicatos apoyan que se inicie cuanto antes el proceso de desescalada y se recupere paulatinamente la actividad normal siempre y cuando se garantice la seguridad de los trabajadores. "No consentiremos precipitaciones que puedan significar más riesgos para los empleados", explica el sindicato de funcionarios en una nota en la que recuerda que han fallecido tres empleados de Correos por el coronavirus, se han registrado 1.000 casos positivos y hay 3.000 empleados en cuarentena.
Los sindicatos tienen así una reunión el viernes con el presidente de Correos en la que se tratará el plan de desescalonamiento y se analizará la situación económica de la compañía así como el riesgo de perder grandes clientes, según consta en el orden del día. "Nuestras medidas son para fortalecer a la empresa, no para debilitarla", explican los sindicatos. Los servicios mínimos se fijaron para frenar los contagios en un momento en el que no había suficientes equipos de protección, situación que ha cambiado.