
Noruega ya es el principal proveedor de gas de la UE. El país nórdico se alza como una gran opción para acabar con la dependencia del gas ruso. Según informa Reuters, su ministro de energía, Terje Aasland, ha expresado que el país pretende mantener sus altos niveles de producción actuales.
El pasado mes de junio la UE y Noruega llegaban a un acuerdo para cooperar en el aumento de gas que llega a Europa. Los noruegos esperan que las ventas de gas a Europa aumenten un 8%, hasta los 122.000 millones de metros cúbicos, lo que es igual a 100 TWc. Actualmente suministran un quinto del gas que llega a la Unión. Lo que sigue estando muy alejado de lo que Rusia suministraba antes de la guerra, un 40% del gas que llegaba a Europa.
Se "intensificará la cooperación para garantizar suministros adicionales de gas a corto y largo plazo desde Noruega", explicaban en un comunicado, el jefe de la política climática de la UE, Frans Timmermans, y el ministro de energía. Este último por su parte, enfatizo diciendo que "espero que podamos mantener los niveles de producción en los que estamos ahora hasta 2030".
Esta primera posición de Noruega, se debe a la respuesta con cortes y reducción de suministros por parte de Rusia ante las sanciones occidentales. Aunque no existen sanciones al gas ruso por parte de la UE, han reducido desde el mes de julio sus exportaciones a Europa.
Este ajuste en la oferta ha provocado que los precios del gas europeo se disparen, desde principios del mes de junio los futuros del gas TTF holandés de referencia han aumentado un 220%. Algo que beneficia a Noruega. Su primer ministro, Jonas Gahr Støre, explico que "en principio, el mercado es predecible", recalcando que "cuando hay escasez, los precios son altos. Eso también contribuye a aumentar la producción y dirige el gas a los mercados que más lo necesitan".
Cambio en el sistema energético
La guerra de Ucrania ha cambiado el panorama energético europeo totalmente, mostrando una de las principales carencias de la UE, su supeditación energética, en especial del gas ruso. La dependencia de muchos de los países integrantes de la UE del gas ruso ha puesto en jaque a toda la Unión tras el inicio de la invasión de Ucrania. La búsqueda de nuevos proveedores ha sido uno de los principales objetivos y parece que en gran parte se ha logrado, ya que Rusia ya no es uno de los principales proveedores de gas de Europa.
Los parones en el suministro por parte de Rusia y el objetivo de dejar de depender del gas del país ex comunista han hecho que el principal proveedor europeo sea Noruega. Este país, aunque no pertenece a la Unión Europea, es un país aliado. Ya que participa en el espacio económico europeo (EEE). Aunque el país nórdico ha rechazado en dos ocasiones su entrada a la UE, en 1972 y en 1994, eso no ha hecho que las relaciones se rompan.
Como ya adelantábamos el país pertenece a la EEE, por lo que participa en el mercado interior europeo que consiste en la libre circulación de bienes, servicios, personas y capitales. Además, el país acepta el acervo Schengen, por lo que los ciudadanos europeos pueden viajar simplemente con el DNI ya que no existe control de fronteras, como ocurre con el resto de países europeos a excepción de Irlanda.