
El 1 de enero de 2027 dará comienzo, oficialmente, la modernización de cerca de seis millones de contadores de gas natural, de los casi ocho millones que hay instalados en el país. En esa fecha, según el calendario aprobado por la Orden ITU/1475/2024, el 10% de los aparatos analógicos instalados con un caudal máximo igual o inferior a 25 m3/h que hayan superado (o estén a punto de superar) los 20 años de vida útil, deberán haber sido reemplazados por unidades inteligentes. El 45% deberán ser sustituidos antes del 1 de enero de 2030 y el 100% de los equipos antes del 1 de enero de 2034. El cambio supondrá para las distribuidoras una inversión de 800 millones de euros.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) estima en 110 millones de euros el beneficio que supondrá para la sociedad la instalación de los nuevos contadores, por la mayor eficiencia energética y la reducción del impacto medioambiental. Además, su implementación permitirá ponernos en línea con otros países europeos, como Italia y Francia, que ya han acometido su despliegue de forma exitosa. Actualmente, ya se han instalado en Europa más de 45 millones de contadores digitales.
Naturgy es una las cinco compañías que acometerá el cambio de contadores en los próximos años. A través de su distribuidora de gas Nedgia, instalará más de 5,5 millones de estos aparatos inteligentes de gas en el país. El Grupo ya ha puesto en marcha proyectos piloto que contemplan la instalación de más 30.000 dispositivos digitales en lugares como Valladolid, Barcelona, Badalona, Girona, Lleida, Pamplona, Logroño, Valencia, Alicante, Granada, Madrid, Getafe, etc., "con resultados muy satisfactorios", ya que, tal y como afirman desde la compañía, "les está permitiendo disponer del 99% del detalle diario de lecturas de los clientes, frente al sistema actual que fija lecturas bimestrales y una lectura mínima anual".
De los 1.081.000 dispositivos que conforman el parque total de contadores de Nortegas, 985.249 están afectados por la normativa, de manera que antes de que finalice 2033 habrán alcanzado el final de su vida útil de 20 años un total de 862.227 contadores, lo que representa más del 81% del parque actual. Redexis, por su parte, cuenta con más de 650.000 contadores de gas natural, de los que 409.689 deberán ser sustituidos antes de finales de 2033. Mientras que Gas Extremadura tiene 94.000 clientes con unos 4.000 contadores a sustituir por vida útil antes de final de 2026.
Desafíos y ventajas
El proceso de cambio de los contadores analógicos por equipos digitales no será sencillo. Consciente de ello, el Gobierno ha abierto una consulta pública previa (cuyo periodo de alegaciones finalizó el pasado 7 de marzo) para recabar la opinión del sector y de otros grupos de interés, para establecer un marco normativo eficaz para su despliegue.
Uno de los principales desafíos es el propio proceso de sustitución, de ahí que desde el sector propongan "disponer de información actualizada de contacto de los clientes (teléfono fijo, móvil y dirección de correo electrónico), así como facilitar el acceso al interior de las viviendas de los más de 2,5 millones de usuarios que se estima que tienen los contadores en sus propias casas", apuntan desde Sedigas.
El cambio de contadores también supondrá que se disparen las necesidades de nuevos equipos, pudiéndose llegar a multiplicar por más de diez la demanda de los nuevos aparatos. Actualmente, no hay una producción masiva en el mercado nacional y se necesitarían cerca de ocho millones de contadores en los próximos años, en el caso de que se abordara una sustitución completa del parque. También será clave disponer de personal suficiente y capacitado para la instalación de estas unidades. Además, las compañías distribuidoras deberán actualizar sus sistemas para integrar esta nueva tecnología, a la vez que será necesaria una infraestructura de comunicaciones adecuada para el funcionamiento de los contadores.
Respecto al tipo de tecnología de medición que debería emplearse, desde el sector esperan que "la normativa sea flexible y permita la convivencia de distintas soluciones, tal y como sucede con los contadores convencionales", explica Sedigas. A su juicio, "debería dejar que sea el propio mercado y la madurez de la tecnología la que determinen, en cada caso, la toma de decisión más eficiente".
El uso de la tradicional tecnología de membranas, con más de 175 años de madurez en el mercado, está evolucionando hacia medida de ultrasonidos, que es más estática y representa una ventaja en cuanto a la posibilidad de detección de caudales más pequeños. "Las empresas están realizando pilotos con ambas tecnologías y los resultados son satisfactorios", afirman desde Sedigas.
El cambio de contadores también aportará al consumidor innumerables beneficios. Por un lado, el acceso a la lectura real del contador, de forma remota y digital, permitirá al usuario optimizar su consumo al obtener una información mucho más detallada de sus hábitos. Esta circunstancia podría suponer un ahorro de más del 4% del consumo nacional de gas, según el Real Decreto-ley 18/2022, de 18 de octubre. Por otro lado, permitirá eliminar definitivamente las estimaciones actuales de lectura, detectar situaciones de fraude, así como agilizar las altas, bajas o cambios de comercializadoras por parte del cliente. Asimismo, mejorará la seguridad de los usuarios al permitir cortes en remoto en caso de defectos en la instalación y facilitará la integración de los gases renovables.
Respecto a este último punto, desde el sector quieren dejar constancia de que los contadores inteligentes de gas natural ya son totalmente compatibles con el biometano, dado que tiene la misma composición que el gas natural tradicional, sin necesidad de ajustes en los equipos de medición.
De hecho, hoy en día, existe disponibilidad de equipos certificados en el mercado para medir hasta el 20% de hidrógeno en volumen. Con estas características, "los contadores inteligentes de gas natural ya están preparados para medir el fluido que circulará por las redes durante los próximos años favoreciendo el despliegue y la adopción de los gases renovables", afirman desde Sedigas. Este porcentaje tampoco supondría modificaciones significativas en las instalaciones ni en los equipos de medida.