
Tras el golpe de la pandemia, y de unos años un tanto dubitativos, las materias primas parecen haber cogido la senda del rally, y el optimismo de los inversores por ellas es el más alto de la historia, según datos de Bank of America.
Y no es para menos, en los últimos seis meses, el cobre y el aluminio, materiales claves para la industria y la construcción suman un 60% y un 75% de revalorización, respectivamente. Alimentos como la soja (+58) o el maíz (+42%) también siguen los mismos pasos. En cuanto a los hidrocarburos, el gas natural sube más de un 50%, y el petróleo, aunque lo hace de manera más tibia, también consigue un alza de casi el 30%. Y en esta misma línea, el índice Bloomberg Commodities logra un 38,88% a un año.
A pesar de estas subidas, James Luke, gestor de fondos de Schroders, asegura que las valoraciones de las materias primas son baratas. No solo en relación con otros activos, como la renta variable, sino también en comparación con la historia. Además, a medida que nos adentramos en un mundo post-Covid, los gobiernos de todo el mundo están promulgando una combinación de políticas fiscales y monetarias que, según el experto, serán mucho más positivas para las materias primas.
En esta misma línea, la transición energética hará que la demanda de metales se acelere en los próximos años, a medida que el mundo inicie el cambio hacia los vehículos eléctricos y más fuentes de energía renovable. En opinión de Luke otras materias primas también experimentarán un rápido crecimiento en los próximos años. Es el caso de productos agrícolas, como el maíz o la soja, y también de la carne de cerdo, impulsados, en gran medida, por la demanda de la creciente clase media urbana de China, y su incapacidad para ampliar su sector agrícola. Pero, ¿cómo invertir en materias primas?
Vías de entrada
La primera opción que puede venir a la cabeza es la compra de acciones de empresas especializadas en el sector. Por ejemplo, empresas de energía, acereras, de alimentación... Lo cierto es que optar por esta vía complica la diversificación. Además, su trato fiscal no es el más conveniente.
Otra opción es acudir al mercado de futuros, aunque para ello habrá que preparar un montante elevado, ya que las barreras de entrada son muy altas para el inversor minorista. Eso, sin olvidar sus características técnicas que hacen que sea un mercado solo apto para expertos.
Una vía alternativa son los contratos por diferencia (CFD's), aunque su alto riesgo por conllevar un apalancamiento ha llevado a la CNMV a alertar sobre ellos en numerosa ocasiones, incluso a restringir algunos movimientos a los inversores minoristas.
¿Cuánto puedo ganar invirtiendo a largo plazo?
Otra opción son los ETFs o fondos cotizados, que al igual que permiten tomar posiciones en índices de empresas cotizadas, también dan acceso al oro, la plata, el cobre, o también sobre alimentos, como el azúcar, el café o el algodón. Además, su liquidez se encuentra al nivel de las acciones.
Por último, también resulta posible entrar a este mercado a través de fondos de inversión. Uno de los que destaca en la plataforma de Finect, es el Vontobel Fund-Non-Food Commodity, cuyas mayores posiciones se encuentran en energía (39,4%), metales preciosos (35,9%), metales industriales (26,8%). En lo que va de año suma un 14,10%. Si el plazo es a un año su alza es del 30,14%, aunque en 2020 perdió un 7,66%.
Otra alternativa es un producto de la casa Pimco, el Pimco Commodity Real Return Fund. Abarca diversos sectores, incluidos los sectores de energía, industrial, metales preciosos, ganadería y agricultura, con el índice Bloomberg Commodity Index Total Return (EUR Hedged) como referencia. En el año logra una rentabilidad del 13,94%, llegando al 33,25% a un año, aunque, al igual que en la alternativa anterior, también perdió en 2020 (-7,24%).
Para los que no quieran abandonar los bancos españoles, el Sabadell Commodities. Invierte en fondos cotizados (ETF) que replican la evolución del precio de las materias primas y también en contratos de futuros de algunos materiales. Al igual que todas las opciones anteriores en 2020 no logró superar la pandemia y perdió un 7,14%, pero en 2021 ya suma un 10,54% y a un año su rentabilidad es del 24,49%.
En cualquier caso, si no se tiene claro entre que vía elegir para invertir en materias primas o sobre qué fondo seleccionar, siempre existe la opción de contratar a un asesor financiero que por un pequeño porcentaje se encargue de gestionar cada cartera de manera personalizada y combinando, en muchos casos, varias de estas alternativas.
Relacionados
- Las razones que impulsarán el superciclo de las materias primas que se avecina, según Schroders
- Goldman Sachs espera fuertes alzas en las materias primas por el aumento de demanda post-pandemia
- Glencore recupera el dividendo y crece el rumor del inicio de un superciclo de materias primas
- Precios agrícolas al alza, petróleo alto y metales en máximos: JP Morgan anticipa un largo boom de las materias primas