
A partir del 5 de noviembre del año pasado, todo eran vítores y aplausos a un Donald Trump victorioso tras unas elecciones en las que arrasó. El tiempo que pasó entre ese día y su toma de posesión sirvió para que fuese anticipando algunas bases en las que se iba a levantar su política. Sin embargo, todas las previsiones se han quedado cortas en cuanto a lo económico.
El plan de recortes fiscales y la avalancha arancelaria propuesta para sufragarlo ha provocado un terremoto en las bolsas mundiales, que han comenzado a cotizar una mayor probabilidad de recesión por su impacto en precios y consumo, además de las posibles represalias de los socios comerciales de EEUU.
La bolsa estadounidense ha sido precisamente la más penalizada en los últimos días. Solo desde el llamado Día de la Liberación, el S&P 500 se ha dejado más de un 10%. En lo que va de año el índice norteamericano ya pierde cerca de un 14%, cotizando en mínimos no vistos desde el mes de mayo, hace 11 meses.
Precisamente esta sangría en el mercado está generando dudas y críticas incluso entre sus valedores. De hecho, algunos de los magnates que habían financiado su campaña electoral ya están mostrando su desacuerdo con las políticas proteccionistas de Trump, profundamente antiliberales. El mismo Elon Musk, integrante de su Gobierno, ha pedido ahora "aranceles cero".
Donald Trump tampoco está precisamente haciendo amigos entre los congresistas de su partido. En Estados Unidos las inversiones de los 435 miembros de la Cámara de Representantes (y sus esposas o maridos) en bolsa se hacen públicas para evitar conflictos de intereses a la hora de legislar y eso, por lo tanto, permite a cualquier inversor replicar las posiciones que tengan unos u otros. El ETF que replica las inversiones de los congresistas republicanos, el Unusual Whales Subversive Republican Trading, se deja ya más de un 14% desde que Donald Trump tomó posesión. No estará gustando tampoco la nueva política comercial de Trump entre los demócratas, que también están viendo cómo sus inversiones se devalúan estos días. Si se atiende al ETF que recoge los valores que están presentes en las carteras de los burros se deja más de un 15% desde el primero de enero.
JP Morgan es la acción favorita de los republicanos
Entre las muchas compañías en las que tienen actualmente inversiones los congresistas rojos destacan tres sectores: fabricantes de microchips, retail y bancos. Es uno de estos últimos, JP Morgan, el valor que más pondera en el ETF, seguido del Bitcoin (a través de otro ETF) y AT&T, que es con la que consiguen una mayor rentabilidad en 2025. Entre las grandes tecnológicas, solo aparece NVIDIA entre las favoritas de los elefantes, siendo esta la que ha producido el mayor socavón de rentabilidad este curso, con una caída de más del 27%.
En el lado opuesto del Congreso solo coinciden en una compañía entre las 10 favoritas, que es NVIDIA, con un peso en su particular ETF de más del 8%. Aquí el sector que impera es sin duda el tecnológico ya que entre las más compradas están acciones de Microsoft, Amazon, Alphabet, Apple y Netflix, además de Salesforce, Philip Morris, Costco y American Express.
Como curiosidad, mientras Lockheed Martin solo aparece entre las inversiones republicanas, General Dynamics es el arma preferida y única para los demócratas. De igual forma, los rojos solo se calzan con Skechers y los azules con Nike. Algo sí les une, que es el tabaco de Philip Morris y los coches Tesla, pese a la injerencia de Musk. Netflix y Google solo aparecen entre los demócratas frente a Warner, exclusiva de los republicanos. Pero todos consumen Disney.