
Tras el baile de sanciones y de multas del sábado, la carrera al esprint para la calificación del G.P. de Brasil fue, simplemente, espectacular. Ganó Bottas; Verstappen no arriesgó y fue segundo; un impresionante Carlos Sainz fue tercero; y Hamilton partió vigésimo y terminó quinto. Brutal.
Tras un sábado de locos que sucedió a un viernes delirante, se disputó la tercera y última carrera al esprint de la temporada, y con idéntico resultado: espectacular. Verstappen, que salía primero, demostró que ya ha alcanzado de sobra la madurez suficiente (ya no existe aquel 'Mad Max') y no quiso meterse en problemas en ningún momento, por lo que no tuvo problemas para que el compañero de Hamilton en Mercedes, Valtteri Bottas, le sobrepasara al segundo de apagarse el semáforo. Con lo que no contaba quizá el neerlandés es que una flecha roja, que se había comido en la salida a Norris y a Sergio Pérez, con el número 55, un tal Sainz, se pegara a su culo y le adelantara en la segunda curva.
Ese tal Carlos fue sin duda el piloto del esprint, pues no solo ganó tres posiciones en la primera vuelta, sino que, tras 'devolver' lógicamente la posición a un Verstappen que tampoco iba a dejar escapar otro punto (en el esprint se otorgan tres, dos y un punto para la clasificación del Mundial), cabalgó más de 20 vueltas a menos de un segundo por delante del otro Red Bull, el de 'Checo' Pérez, al que no dio ninguna facilidad para adelantarle. Y eso que el mexicano calzaba neumáticos medios, que vuelta a vuelta se comportaban mucho mejor que los blandos de Sainz, más explosivos en la salida pero con mucha más lógica degradación.
No hubo forma. El piloto madrileño hizo una minicarrera espectacular, y terminó cruzando la línea de meta en tercer lugar, se embolsó un puntito para su lucha particular por ser el mejor ferrarista del año (ahora solo le separan 6,5 puntos de su compañero, Charles Leclerc) y sigue justificando, carrera a carrera, curva a curva, que su fichaje por Ferrari fue todo un acierto.
Delante de Carlos poca batalla hubo. Verstappen tenía claro en todo momento que no merecía la pena arriesgarse a un accidente por arañar un punto más en el Mundial. Y más cuando Hamilton, por muy bien que lo hiciera, que lo hizo, iba a empezar la carrera del domingo muy alejado de su retaguardia. Por ello se situó a más o menos un segundo de Bottas, y allí cabalgó al trote con toda la tranquilidad del mundo hasta el ondeo de la bandera a cuadros. El finlandés, por su parte, cumplió con su cometido: quedar por delante de Verstappen para mitigar los daños de su jefe de filas. Bottas está disfrutando de estas últimas carreras en Mercedes (el año que viene correrá en Alfa Romeo), en lo que sin duda es su despedida de los puestos delanteros de calificaciones y carreras.
Hamilton, de 15 en 15
El otro punto de atención de la carrera al esprint en Brasil estaba sin duda en la cola del pelotón, donde veíamos algo raro: el Mercedes de Lewis Hamilton partiendo en última posición por culpa de la tan cacareada sanción por las irregularidades de su Mercedes en la calificación del viernes.
Se intuía un festival de adelantamientos del británico, que no olvidemos que acarreaba otra sanción, esta vez de cinco puestos en la parrilla del domingo por haber cambiado el motor. Por ello tenía que aprovechar al máximo las 24 vueltas para ir comiéndose rivales y que las heridas supuraran menos. Y desde luego, hubo festival: el heptacampeón del mundo remontó nada menos que 15 posiciones, para empezar vigésimo y terminar quinto, con lo que en la carrera del domingo partirá en décima posición.
Lo que le queda de positivo a Hamilton es que su Mercedes, con 'trampas' o no, corre, y mucho, en el circuito brasileño de Interlagos, en Sao Paulo. Y aunque en la carrera, si no hay incidentes 'raros' (Bottas ya terminó con la carrera de Verstappen en Hungría), le resultará imposible superar, a lo peor ni siquiera acercarse, a un Verstappen que ahora, tras los dos puntos del esprint, ya cabalga con 21 de diferencia en la clasificación del Mundial. Si en la carrera del domingo consigue quedar por delante de Hamilton, casi seguro que superará la mágica cifra de los 25 puntos (o 26, con el punto de la vuelta rápida), con lo que tendrá una carrera 'de regalo' que poder perder en las tres que quedan para proclamarse, por primera vez, campeón del mundo. Pase lo que pase, la emoción está asegurada.
En cuanto a Fernando Alonso, a pesar de lo bien que lo hizo en las anteriores carreras al esprint, esta vez no fue la suya. Y mira que, recordando tiempos pasados, el asturiano fue el mejor en los entrenamiento libres de la mañana del sábado. Pero luego, de vuelta a la realidad, tuvo problemas en la salida del esprint, para luego verse casi envuelto en una tangana con los dos Alfa Romeo, para terminar la calificación en la duodécima posición en la que partirá el domingo en la carrera.