A pesar de la situación económica actual, son muchos los negocios dedicados al alquiler de coches de lujo. Este tipo de empresas, inalcanzables para muchos, suele saldarse con un gran beneficio tanto para los empresarios como para los clientes.
Sin embargo, trabajar en una empresa de alquiler de este tipo de vehículos no siempre sale bien, ya que en ciertas ocasiones puede provocar ciertas situaciones desagradables, como es este caso.
La historia del Ferrari de 400.000 euros
El pasado mes de septiembre, un hombre de 32 años acudió a una agencia que trabaja con vehículos de lujo en la ciudad italiana de Bolonia para alquilar un Ferrari F8, un modelo valorado en 400.000 euros.
Por el momento todo normal, ¿no? Pues bien, lo cierto es que desde finales de septiembre de 2024 no se sabe absolutamente nada del coche. Lo único que se conoce es que el hombre que había arrendado el Ferrari F8 habría solicitado un rescate de 30.000 euros para devolverlo.
Este proceso ilegal ha hecho que el hombre se encuentre actualmente acusado por un delito de extorsión, en colaboración con más personas que, por el momento, no han sido ni identificadas ni mucho menos localizadas.
El contrato y la recogida del Ferrari se realizaron en Rímini, una comuna italiana de la región de la Emilia-Romaña. Tras varios días en los que el vehículo ya debía haber regresado a su ubicación y una llamada sin respuesta, los responsables de la agencia notificaron el incidente a los Carabineros de Norma de Rímini, coordinados por el fiscal adjunto Davide Ercolani, para iniciar la investigación, tal y como informan desde Corriere di Bologna.
La última señal del GPS se registró el 30 de septiembre de 2024 en la provincia de Foggia, concretamente en Cerignola, y desde entonces se desconoce el paradero del coche, que, según las hipótesis, podría haber sido desmantelado. Esto deja abierta la posibilidad de que el vehículo se encuentre en cualquier lugar, garaje o parking de algún país europeo.
Por el momento, la única información sobre el autor del delito proviene de escuchas telefónicas y vigilancia, que le han impuesto una orden cautelar para evitar que huya del municipio de Pescara.
Las autoridades creen que el presunto responsable fue simplemente el mensajero encargado de trasladar el coche, y están convencidas de que existen más implicados en la red delictiva.
