
Sus relucientes fábricas se trasladarían a Francia o España. La inversión se cancelaría. Y sus trabajadores, esas pobres almas mal dirigidas y engañadas que votaron con tanto entusiasmo para dejar la UE, serían arrojados de nuevo a la cola del paro, probablemente para no volver a trabajar nunca más. Si una empresa trabajó duro para sembrar el miedo al Brexit ha sido Nissan. El fabricante de automóviles japonés advirtió repetidamente que podría suspender la producción en Gran Bretaña si abandonábamos la UE y no asegurábamos un acuerdo de libre comercio que protegiera sus cadenas de suministro.
Pero ahora parece que Nissan tiene una sorpresa para nosotros. En lugar de cerrar su operativa británica, podría aumentar la producción. Eso plantea una pregunta interesante. Si Nissan reacciona a un Brexit duro doblando su producción en Reino Unido, tal vez otras compañías que advirtieron sobre su partida también lo hagan.
Cuando se imponen aranceles la producción nacional comienza a ser más competitiva
En los últimos años, las principales empresas del sector han advertido en innumerables ocasiones que no se quedarían en Reino Unido si salíamos de la UE. De la misma manera, si tuviera una libra por cada vez que una de las luminarias de la campaña People Vote recurrió a este sector como ejemplo de la devastación a la que se abocaba en la economía, tendría suficiente dinero para comprar un todoterreno familiar. Incluso muchos brexiteers aceptaron que la industria automovilística estaba en la columna de pérdidas del balance de Brexit.
Y sin embargo, ahora que estamos fuera, todo esto se antoja demasiado pesimista. Según un informe del Financial Times, en lugar de retirarse de Reino Unido, Nissan podría aumentar enormemente la producción en Sunderland y cerrar fábricas en el resto de Europa. Para ser justos, la compañía lo niega y dice que sigue comprometida a defender una relación lo más estrecha posible con la UE. El informe se limita a afirmar que el aumento de su presencia aquí es una de las opciones que ha considerado. No pretende que sea la opción preferida.
Una salida sin acuerdo comercial puede ser bueno para las fábricas británicas
En realidad, sin embargo, el "plan secreto" de Nissan, suponiendo que exista, tiene mucho sentido. Si las conversaciones con la UE no logran llegar a un acuerdo comercial de cero aranceles y cero cuotas, y dada la extraña insistencia de la UE en que sólo puede comerciar con países que tienen exactamente las mismas normas en materia de impuestos, derechos de los trabajadores y normas ambientales como lo hace, lo cual parece cada vez más probable, entonces cualquier coche que exportemos puede enfrentarse a un arancel de hasta el 10%, como los vehículos que importamos. En un mercado tan brutalmente competitivo, con una feroz rivalidad en el precio, Nissan no podrá repercutir eso en los clientes italianos o alemanes, por lo que las ventas probablemente se desplomarán. Claro, podría alejarse de su costosa planta en Gran Bretaña. Pero eso implicaría dar por perdida una fábrica de última generación con una productividad impresionante. Así que se le ha ocurrido una tercera opción. Rivales como Ford o Renault se enfrentarán a aranceles en los coches que traen a Reino Unido, haciendo que sus vehículos sean más caros aquí, por lo que Nissan podría aumentar la producción para abastecer al mercado británico en lugar de al europeo continental. De acuerdo con el plan, puede acaparar el 20% del mercado británico con los coches que salen de la planta de Sunderland a una velocidad récord. Sería audaz, pero también tendría mucho sentido comercial.
La pregunta interesante es ésta: ¿sucederá los mismo en otras industrias? Hay muchas posibilidades. En los libros de texto de economía, se conoce como "sustitución de importaciones". Cuando se imponen los aranceles, la producción nacional comienza a ser más competitiva. En lugar de traer mercancías del extranjero, se fabrican en el país de origen. Cuando un país tiene un gran déficit comercial, como Reino Unido especialmente en bienes manufacturados, y especialmente con la UE, entonces el impacto de este fenómeno podría ser muy grande. Si tenemos en cuenta los aranceles, de repente tendrá sentido empezar a fabricar coches en el Reino Unido para el mercado británico, y probablemente también toda una gama de otros productos. Químicos, ropa, zapatos, textiles, muebles, artículos para el hogar - casi todo lo que salía de una línea de producción en Lyon o Varsovia y se ponía en un camión con destino a Calais podría ser hecho en Leeds o Wigan en su lugar. A medio plazo, esto podría ser bueno o malo para la economía (en general, una economía basada en los servicios, las finanzas y la tecnología como la británica estará mejor con un libre comercio unilateral, independientemente de lo que hagan otros países). Pero esto significa que todas las advertencias sobre el impacto de abandonar la UE van a ser completamente erróneas. La mayoría de las otras empresas tendrán un "plan secreto", y éste se parecerá mucho al de Nissan.
Empresas como Nissan han pasado mucho tiempo trabajando para permanecer en la UE o para mantener una relación lo más estrecha posible. Es comprensible. El statu quo les convenía, y eran reacios a cambiarlo. Pero una vez que las circunstancias cambien, las empresas cambiarán de estrategia muy rápidamente para ajustarse a un nuevo conjunto de realidades. En realidad, un Brexit duro puede llevar a un renacimiento de la industria, posiblemente a una escala espectacular. Tal vez los trabajadores de la industria automovilística de Sunderland no fueron tan estúpidos cuando votaron por el Brexit.