
Llevamos muy pocos días de negociación bursátil de este recién estrenado 2024, aun así, ya tenemos los primeros sustos en el cuerpo. Primero Boeing y el segundo, precisamente, en nuestro mercado de valores, Grifols. El desencadenante de esta última compañía ha sido un informe de la casa de inversión y estudios financieros americana Gotham City Research, la cual nos ha advertido sobre la misma.
De acuerdo con su opinión, la valoración de la empresa española tendría un valor muy inferior al actual, debido a que estaría "trampeando" la contabilidad, poniendo en cuestionamiento las ratios de endeudamiento, los beneficios, las amortizaciones, la deuda real de la empresa farmacéutica y hospitalaria española, así como otros datos claves.
Si hacemos un poco de historia sobre Gotham City Research, rápidamente lo asociamos con la extinta firma española Gowex. Recordarán que era aquella empresa de servicios gratuitos y públicos de wifi, donde la contabilidad no recogía el desastre que presentaban sus números y que terminó en un gran escándalo. Detrás de la firma americana, según señala el diario británico, Financial Times, se encontraría el inversor, de origen asiático, Daniel Yu. Esta firma de research se ha ido anotando importantes tantos en sus investigaciones como Endurance International Group, Aurelius Equity Opportunities, MDC Partners o el club de campo inglés Quindell PLC. Como se aprecia por su historial, desde su creación en el año 2012, es una firma para tener presente, muy presente, en la toma de decisiones.
Ya sabemos que solo hay una cosa más miedosa que un euro, y son dos euros. Teniendo presentes las primeras reacciones, las mismas parecen muy lógicas y ya vistas en casos anteriores. Así a la apertura de la Bolsa, las órdenes de venta se amontonaban y las primeras transacciones se realizaron con una caída, prácticamente, de un 40,0 por ciento -ligeramente por encima de los 7,10 euros-. Posteriormente, el valor fue pasto de la volatilidad, pasando a superar los 10,0 euros, un fuerte movimiento alcista, desde los mínimos del día, que podría haberse producido por un cierre de posiciones cortas -acciones vendidas sin que el vendedor las posea, esperando comprarlas posteriormente más baratas del precio al que las vendió-. Con la llegada por la tarde de las órdenes americanas el valor cerró a 10,58 euros, es decir casi un 26,0 por ciento. Entre las propias firmas estadounidenses se impone la cautela sobre la información de Gotham.
De momento, los mayores beneficiados serían dos fondos de inversión americanos con una posición corta, entre ambos de un 1,0 por ciento, y relacionados con la firma de research, conforme a los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, CNMV.
Grifols, evidentemente, no es Gowex o al menos no tiene una fácil comparación. En el caso de la empresa catalana, la misma es seguida por muchas casas de análisis e inversión. El auditor de sus cuentas es la importante firma multinacional KPMG, no un desconocido auditor, como en la empresa de wifi gratuito, sin estructura alguna.
Uno de los puntos débiles de la firma farmacéutica es precisamente su fuerte endeudamiento o apalancamiento. De acuerdo con la empresa, se sitúa en seis veces EBITDA -ganancias antes de intereses, impuesto, dotaciones y amortizaciones-.
Gotham precisamente mira la elevada deuda y la compara con el EBITDA poniendo en duda precisamente los beneficios, las amortizaciones y las dotaciones. De acuerdo con sus informes esta ratio, deuda sobre EBITDA, estaría entre diez y 13 veces sobre la deuda, un nivel muy elevado para una compañía. Además, en un contexto de endurecimiento de las condiciones crediticias y unos ingresos, que, conforme a la compañía, se estarían ralentizando.
Que la estructura de financiación de la compañía es delicada lo pone de manifiesto el rating de su deuda emitida. De acuerdo con Fitch, la misma es de BB- para la calificación corporativa, BB+ para la deuda asegurada senior, B+ para la no asegurada; sin embargo, la perspectiva es negativa. Hay que recordar que estas notas de rating están fechadas en septiembre de 2023 y son solo opiniones, nada más. Todas ellas la llevan, en el conjunto, a non investment grade -bonos basura-.
La cotizada española cuenta con otro hándicap: sus ratios de cotización sobre precio, beneficios por acción, crecimiento de estos, valor contable y otras variables son más elevados que las de otros competidores. Eso sí, estas diferentes ratios son solo comparativas y nos dicen si el valor está caro o barato, no nos dicen cuál es el precio -siempre aproximado- de la compañía.
La noticia dada por Gotham no puede llegar en un momento más oportuno, presentación de cuentas, auditoría de éstas, junta general de accionistas, posibles revisiones de rating... Estamos precisamente a la espera de las cuentas definitivas de 2023, y no, no me gustaría estar en la piel del departamento financiero de la empresa, del auditor, de los analistas y hasta de las agencias de rating.
Todos los implicados van a tener que prestar un cuidado exquisito en presentar balance, cuentas de resultados, memoria, análisis de cash-flow y, por supuesto, valoraciones y precios objetivos. Es más, hasta la propia Comisión del Mercado de Valores -CNMV- está implicada en el esclarecimiento de la situación.
El episodio pone de manifiesto, una vez más, que el mercado no es eficiente. Los economistas, especialmente los analistas financieros, dependemos de la bondad de la contabilidad y la supervisión rigurosa de los implicados en decirnos que las cuentas reflejan una imagen fiel de la compañía.
Lo qué ocurrirá y la verdad sobre la situación no soy capaz de decirlo, eso sí Grifols va a ser objeto de un análisis muy pormenorizado. El tiempo dirá, pero la situación para la empresa y sus accionistas se antoja muy complicada.