Retail - Consumo

Dos cervezas muy granadinas se suman a la lista de las que tienen los nombres más peculiares

Las cervezas artesanales de Granada Pa'mialmeja y Pa'mipolla

El lema de toda la vida de Lanjarón, el pueblo de Granada conocido sobre todo por la comercialización de su agua envasada, es "Lanjarón, buen agua y mejor jamón". Sin embargo, la localidad ha adquirido una nueva dimensión desde que se producen allí unas cerveza artesanales cuyos nombres no dejan indiferente: Pa'mipolla y Pa'mialmeja.

Y es que los nombres peculiares son el mayor reclamo de las cervezas artesanales y estas no podían ser menos. Delicatessen Alpujarra 1982 es la firma de productos de la Alpujarra que ha creado estas cervezas de la mano de su director, José Antonio López, un alpujarreño que presume de que sus cervezas atesoran calidad y tradición a partes iguales y además se elaboran con productos naturales y con la excepcional agua de Lanjarón, que procede de Sierra Nevada.

La firma cuenta también con otras bebidas de nombres peculiares, como el vino espumoso blanco ¡¡Ni Pollas!! o el vino Malafollá, que es como el resto de andaluces acostumbran a mentar a los ganadinos, en sus versiones tinto, rosado y blanco. Pero son sus cervezas artesanales son los productos que más repercusión están teniendo.

Pa'mipolla y Pa'mialmeja son básicamente el mismo producto con distinto nombre. Ambas coinciden son cervezas artesanales 100% de malta elaboradas "en Granada, en la Alpujarra, con agua de la sierra", "con productos naturales" y tienen una graduación de 5,2º.

Sus creadores afirman que se trata de una cerveza "suave", "de baja fermentación, tipo lager, fiel con la tradición de las lager alemanas, pero con una receta evolucionada para adaptarse a la gran mayoría de los paladares, logrando que maride prácticamente con todo".

Pa'mipolla surgió antes que Pa'mialmeja debido a que en Granada es muy popular esa expresión y José Antonio López tuvo claro desde el principio que el nombre no iba a dejar indiferente a los consumidores. En todo caso, matiza que estas cervezas no son solo un nombre llamativo, sino que se trata de especialidades tipo pilsen muy "refrescantes y que gustan a todos".

Estas cervezas artesanales de la Alpujarra granadina se presenta en botellas de 25 y 33 centilitros y pueden adquirirse vía online o bien de manera física en algunos establecimientos granadinos. Eso sí, no todo el mundo se atreve a pedir en un bar una Pa'mipolla o una Pa'mialmeja, al menos sin haberse tomado antes un par de ellas, mientras que, por el contrario, otros las piden con mucho gusto e incluso se les llena la boca al hacerlo.

La ya mítica Fucking Putin

Las cervezas artesanales suelen tener nombres pecualiares que actúan como reclamo. Pa'mipolla y Pa'mialmeja son de las últimas en llegar, pero no las únicas cervezas artesanales españolas, ni mucho menos, con nombres peculiares. En 2022, tras la invasión rusa de Ucrania, surgió en Valencia la cerveza artesanal Puking Putin (Puto Putin), que se elabora con centeno y mango en la Comunidad Valenciana y se comercializa tras una solicitud realizada por los cerveceros de Ucrania.

Fabricar cervezas artesanales está de moda en España desde hace años y una cervecera tradicional establecida en la localidad valenciana de Sagunto llamada Cosa Nostra se encargó de comercializar esta marca "anti Putin". Cosa Nostra ya tenía previsto lanzar una nueva cerveza con otro nombre pero, tras el llamamiento de sus colegas cerveceros ucranianos, le dieron una vuelta de tuerca a la idea y a la composición de la bebida: "Le pusimos 'Fucking Putin' y ellos -los cerveceros de Ucrania- nos mandaron el escudo de Brewers against the war, Cerveceros contra la guerra, con la bandera de Ucrania y lo pusimos en la lata. Era la única manera que teníamos en ese momento de poder reivindicar que estábamos en contra de la guerra".

La lata de 'Fuckig Putin' muestra el rostro de Vladimir Putin dentro de una señal de prohibido. Ha tenido hasta ahora un éxito moderado, pero sigue gozando de popularidad en el Puerto de Sagunto y otros municipios valencianos, sobre todo porque su nombre y su etiqueta llaman la atención, como confiesa Bernal. "Esta cerveza no se ha vendido más que otras, lo único que a la gente le ha chocado el nombre y le ha hecho mucha gracia".

Originales ante todo

No es la primera vez que en la cervecera Cosa Nostra se deciden a hacer reivindicaciones en sus productos. Es algo que ya llevaron a cabo con su cerveza 'Malditos Chorizos', inspirada en la película de Quentin Tarantino 'Malditos bastardos'. Con este otro producto querían reclamar ayudas para el sector cervecero durante los meses de confinamiento por la pandemia de la covid-19. 'Malditos Chorizos' era otro tipo cerveza artesana, esta vez de estilo Hazy New Zealand IPA y elaborada con los lúpulos Motueka y Nelson Saving. Se dispensa en latas de 44 centilitros y tiene 6 grados, así que ojo.

Cosa Nostra produce cerveza en Sagunto desde hace unos años y se desmarca por sus nombre peculiares porque considera que puede ofrecer una cerveza artesana de calidad al tiempo que plasma las inquietudes de la población y la ayuda en sus reivindicaciones.

Eso y que es evidente que un buen nombre en el contexto adecuado actúa gratis como la mejor publicidad pagada. Pero si además si se trata de una marca curiosa, el boca a boca ayuda de manera excepcional a que esta se publicite, al margen de la calidad del producto.

Más cervezas de guerra

A la valenciana Fuking Putin podemos considerarla una 'cerveza de guerra' más porque surgió a consecuencia de la invasión de Ucrania. Pero lo cierto es que han surgido muchas desde que Rusia invadio Crimea y el sudeste de Ucrania en 2014. Ucrania es el quinto mayor productor de cebada del mundo, lo cual ha llevado al país, entre otras cosas, a contar con una notable producción de cerveza y una importante industria cervecera que, aunque ha visto muy mermada su producción por la invasión rusa, se mantiene a buen ritmo y se reinventa cada día para tratar de vender más, especialmente fuera de Ucrania.

Ucrania tiene una amplia producción cervecera desde siempre, especialmente en la ciudad de Lviv, en el oeste del país, lejos de los frentes de guerra, y los cerveceros ucranianos se han tomado la guerra como una oportunidad para dar salida a sus productos. Para ello bautizan a sus cervezas con nombres curiosos e irónicos que hacen referencia a algunos de los actores que están o han estado implicados en el conflicto. Se lleva mucho dedicarle cervezas a líderes políticos, una práctica que comenzó en 2014 y que se viene redoblando desde que el 24 de febrero de 2022 Rusia decidiera invadir más a fondo el territorio ucraniano.

Podemos encontrar cervezas ucranianas muy especiales, con protagonistas como Barack Obama, Donald Trump, Angela Merkel o, como no, el causante de la guerra, Vladimir Putin. Entre estas 'cervezas de guerra' también hay una finlandesa llamada 'OTAN' y otra checa, 'Kozel', que inspira a los nazis ucranianos, que los hay, aunque no tantos como afirma Putin.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky