El agua con gas goza de gran popularidad en muchos países y en España cada vez está ganando más adeptos. La gran pregunta es saber si es igual o mejor que el agua sin gas para la salud.
En el agua con gas, las burbujas se crean al añadirle dióxido de carbono al agua sin gas. Este reacciona para producir ácido carbónico, haciendo que el agua con gas sea más ácida, con un pH se 3,5, que el agua sin gas, con un pH de entre 6,5 y 8,5.
Ambas aguas son igualmente eficaces para hidratarse. Sobre la creencia de que el agua con gas es mala para los huesos y los dientes, no daña los huesos y en cuanto a los dientes, al ser más ácida puede ablandar el esmalte pero no hay que preocuparse salvo que rechines mucho los dientes o si estás realizando un proceso de blanqueamiento en casa en el que el agua con gas podría decolorar los dientes.
Las bebidas con un pH más bajo pueden ser erosivas para los dientes, haciéndolos más susceptibles a las caries; pero el agua con gas sin azúcar no es tan dañina como las bebidas gaseosas o los zumos de frutas, según un estudio de 2016 publicado en el Journal of the American Dental Association.
¿Es perjudicial para los dientes el agua con gas?
Hay pocas investigaciones sobre el agua con gas y su efecto sobre los dientes. Pero según Brittany Seymour, médica y profesora asociada de la Escuela de Medicina Dental de Harvard y portavoz de la Asociación Dental Estadounidense "habría que consumirla mucho a lo largo del día para que tuviera efectos perjudiciales similares a los que veríamos con los jugos de frutas o las bebidas gaseosas".
Algunas personas creen que beber bebidas con gas les puede generar un malestar en el estómago, creyendo que la acumulación de gases puede provocar hinchazón, calambres y malestar. Pero el efecto burbujeante que se siente en la boca cuando se bebe agua con gas desaparece nada más beber.
"Cuando te tragas la carbonatación, ésta tiene que salir por algún sitio, así que o bien se eructa o se pasa a través de la flatulencia", dijo Courtney Schuchmann, dietista certificada del área de Medicina de la Universidad de Chicago y especializada en salud gastrointestinal. "Si eres alguien que ya tiene problemas con los gases y la hinchazón, puede causarte más síntomas". La carbonatación también puede empeorar el reflujo ácido y tener un "efecto llenador", que puede reducir el apetito al crear distensión en el vientre, añadió.
En resumen, el agua, tanto con o sin gas, es la mejor opción para hidratarse, aportando diversos beneficios para la salud. Pero dado que el agua con gas tiene el potencial de ser erosiva, mejor no concebirla como la principal fuente de agua, expresó Seymour. "Si quieres tomar dos o tres aguas con gas al día, tal vez deberías acompañarlas con una comida", añadió. Al comer, la boca produce más saliva, que puede ayudar a neutralizar los ácidos de la superficie de los dientes.
