Salud Bienestar

El colapso de los ambulatorios y hospitales fuerza la vuelta de las mascarillas

Varios pacientes salen de un ambulatorio con mascarilla

Solo es necesario acercarse a las puertas de los ambulatorios o a las de los servicios de Urgencias de los hospitales para darse cuenta de la situación de colapso que están viviendo. Y es que, una tormenta perfecta de virus respiratorios les acecha y los expertos pronostican que no va a amainar y alcanzará el pico más alto en la segunda y tercera semana de enero. El Ministerio de Sanidad recomienda el uso de la mascarilla en los centros sanitarios y sociosanitarios. La Comunidad Valenciana ya ha impuesto el cubrebocas de manera obligatoria en dichos lugares, Cataluña y Murcia solo en el primero mencionado, y Aragón impera a los profesionales a usarlas, mientras otras autonomías solo las recomiendan.

El rey de todo este 'caos' es la gripe A. Su cartera de síntomas incluye fiebre, tos frecuente e intensa, dolor de cabeza, congestión nasal, falta de apetito, síntomas digestivos y malestar general. Además, el Covid 19 no ha desaparecido y los médicos también ven muchos casos. A una distancia más alejada se encuentra el resto de patologías respiratorias como el Virus Respiratorio Sincitial (VRS).

Los últimos informes epidemiológicos publicados por el Instituto de Salud Carlos III son de la semana del 25 al 31 de diciembre de 2023. En ellos se identificó un aumento de infecciones respiratorias agudas, pasando de los 908,6 casos por cada 100.000 habitantes a los 952,9 por cada 100.000 (un 4,6% más). El 98,9% de los pacientes presentaban un cuadro de gripe A.

"Ayer fue un día terrible por la avalancha de personas que vinieron", dice la médico del Hospital de Móstoles - ubicado en la Comunidad de Madrid - y delegada sindical de Amyts, Mar Lainez. Las Urgencias de los hospitales viven una saturación crónica como consecuencia de la "decadencia" de los centros de salud, del cierre de muchas Urgencias Extrahospitalarias y por la falta de personal sanitario. Sin embargo, la situación se está agravando mucho más estos días con la alta incidencia de pacientes con enfermedades respiratorias. Hay algunos casos que se han hecho eco esta última semana como, por ejemplo, el del Hospital de Toledo, donde el martes por la noche 222 personas esperaban en las Urgencias para recibir atención, según denunció UGT. "Las Urgencias no es como un centro de salud en el que caben 30 paciente y ya está. Tienes que verles a todos y si no es en el turno de mañana será en el de tarde o en el de noche. Otra cosa es las horas que espera la gente para ser atendida y el número de pacientes que tengas que ver", explica Mar Lainez. "Es ver pacientes a destajo", resume.

Al escenario que viven los hospitales españoles estos días hay que sumarle otro ingrediente: la dificultad de ingresar a los pacientes. Si una persona padece un virus respiratorio, hay que aislarle y no puede compartir habitación con otro sujeto, limitando estos espacios. "Se suma la cantidad de gente que llega a Urgencias más la dificultad para los ingresos. Y todo esto se hace con el mismo personal, sin apenas refuerzos", recalca la delegada sindical de Amyts. Además, en estas fechas hay una parte de la plantilla que está disfrutando de las vacaciones de Navidad.

Esta tormenta de virus respiratorios también cae sobre los ambulatorios. La Atención Primaria padece un mal endémico desde hace un quindenio. Está perdiendo recursos humanos y esto se traduce en más pacientes por médico y el aumento de las listas de espera. Si a esta situación añades el crecimiento de la incidencia de casos de gripe A, Covid y VRS, principalmente, la Atención Primaria se tensa mucho más y acaba colapsando."Actualmente estamos saturados. Las consultas han aumentado entre un 30 y 40%", exclama el portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, Lorenzo Armenteros. Es más, "siete de cada diez pacientes que atendemos presentan alguna patología respiratoria", agrega.

Por otra parte, esta temporada se ha reducido la vacunación en todos los rangos de edad, incluyendo la población infantil, lo que contribuye a que haya más virus circulando por todos los rincones y, en consecuencia, al aumento de la incidencia de casos. "Era el primer año que se incluía a los niños y no se ha llegado a los límites que se considerarían adecuados", afirma el portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.

Todo el mundo acude

Los facultativos hacen un llamamiento a las personas que no forman parte de la población de riesgo – personas mayores de 80 años, quiénes presentan comorbilidades o están inmunodeprimidos - para que no acudan a los centros sanitarios ante los primeros síntomas.

Según apuntan, la mayoría de los ciudadanos empiezan a encontrarse mal y directamente van al médico, lo que favorece este colapso. Lorenzo Armenteros explica que un gran número acude al ambulatorio con una sintomatología muy reciente y el facultativo "no sabe claramente cuál es el origen de la patología porque al no haber dejado un tiempo prudencial para que la enfermedad evolucione no hay datos". "Se debería esperar entre 48 y 72 horas a que el proceso evolucione y durante ese periodo de tiempo utilizar la automedicación responsable, es decir, medicamentos que sabemos que han sido efectivos en anteriores ocasiones y utilizar la dosis más baja", explica. Si tras tres días, el paciente no mejora y hay un empeoramiento, entonces es el momento de ir al médico.

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