
Alrededor de 1.250 millones de personas consumen tabaco en el mundo. En España, la prevalencia de esta sustancia ha disminuido 9,3 puntos en las últimas dos décadas, pasando del 32,6% en el año 2000 al 23,3% en 2022, según las últimas estimaciones del informe sobre tendencias del tabaquismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, se espera que siga bajando hasta el 22,1% dentro de seis años.
La Organización Mundial de la Salud afirma que la tendencia del tabaquismo está disminuyendo. En concreto, hace dos años – últimos datos disponibles – uno de cada cinco adultos fumaban, mientras que a principios del siglo XXI eran uno de cada tres. "En los últimos años se ha avanzado mucho en el control del tabaco, pero no hay tiempo para la autocomplacencia. Me asombra hasta dónde puede llegar la industria tabacalera para obtener beneficios a costa de innumerables vidas", indica el director del Departamento de Promoción de la Salud de la OMS, el doctor Ruediger Krech.
La Región de Asia Sudoriental presenta el mayor porcentaje de población que consume tabaco – concretamente un 26,5% -. Mientras tanto, Europa registra un 25,3%. De hecho, en 2030 se prevé que el continente padezca las tasas más altas del mundo, con una prevalencia superior al 23%. Según la OMS, las tasas de consumo de tabaco entre las mujeres europeas son más del doble de la media mundial y se están reduciendo mucho más lentamente que en todos los demás lugares a nivel mundial.
Alrededor 150 países están reduciendo el uso del tabaco. Un ejemplo son Brasil y los Países Bajos, que están aplicando las medidas 'MPOWER' de la OMS. En concreto, el primero de ellos ha logrado una disminución del 35% en la última década, y el segundo está a punto de alcanzar el objetivo del 30%. Mientras tanto, en seis países sigue aumentando la prevalencia del tabaco. Se trata de Congo, Egipto, Indonesia, Jordania, Omán y República de Moldovia.
En cuanto a España respecta, el Gobierno está llevando a cabo diversas acciones para acabar o reducir el tabaquismo. Su último movimiento ha sido prohibir cualquier fórmula de tabaco aromatizado, además de equiparar legalmente el calentado al tradicional. Estas normas entrarán en vigor en el plazo de tres meses.
Dentro de más o menos un año el mundo alcanzará una reducción relativa del consumo de tabaco del 25%. Este dato significa que incumplirá el objetivo mundial "voluntario" de reducción del 30% con respecto a la base de referencia de 2010, según la Organización Mundial de la Salud. Solo 56 países llevarán a cabo esta misión, es decir, cuatro menos que en el último informe de 2021.