
Adeslas abandona Muface y no prestará servicio a partir de abril de 2025. La compañía rechaza la licitación lanzada por el Gobierno el pasado lunes y anunciada en el Consejo de Ministros al suponer, según explica la entidad, unas pérdidas de 250 millones de euros en los tres años que duraría el contrato. Estos 80 millones de números rojos al año son cifras similares a las que ya está perdiendo la aseguradora de acuerdo con sus estimaciones, de 256 millones entre 2022 y 2024.
La compañía apunta que "es actualmente económicamente insostenible". De hecho, le resulta "claramente insuficiente" para lograr el objetivo de no tener pérdidas adicionales para el nuevo convenio. "Lleva años siendo deficitario y, por ello, otras importantes aseguradoras han ido dejando estos contratos y fueron abandonando el sistema", indica.
Mapfre, Caser o Sanitas fueron otras compañías que formaron parte de Muface y que abandonaron por la nula rentabilidad. En este último concierto solo formaron parte la propia Adeslas, Asisa y DKV, pero con la marcha de la primera, se abre un escenario que deja en el aire la continuación de Muface. La entidad que pertenece en un 50% a CaixaBank y a Mutua Madrileña tiene más de 500.000 asegurados que ahora tendrán que buscar una alternativa: bien irse a la sanidad pública o quedarse con alguna de las aseguradoras que acuda al concierto (si es que la hay).
Asisa ya dejó claro en su momento que una de sus líneas rojas sería acudir sola a la licitación. La aseguradora presidida por Francisco Ivorra actualmente tiene algo más de 363.000 asegurados, es decir, un tercio del total de mutualistas que optan por Muface (1 millón de personas, ya que algo más de 450.000 optan por la sanidad pública). Adquirir de golpe el resto de funcionarios supondría un cambio demasiado brusco, además de que Asisa puede no cumplir los requisitos exigidos por la mutualidad en todas las zonas de España.
Pero para ello, también tendría que retirarse DKV, que de momento, guarda silencio. La aseguradora, que pertenece al gigante alemán Munich RE, ha sido desde el inicio de las negociaciones por Muface la más beligerante. La entidad reclamaba un incremento en las primas del 40%, pero también a dos años, duración que también exigía Adeslas. Además, DKV también salió recientemente de la mutualidad de jueces y fiscales (Mugeju), en la que permanecerán Adeslas y Asisa aunque el incremento en las primas de estas será del 17,12%.
Una crisis que no acaba
A finales de noviembre, el Gobierno habilitó un apartado de consultas preliminares del mercado para que todas las aseguradoras, que prestaban asistencia sanitaria (incluyendo las que no formaban parte del actual convenio de Muface) trasladasen el precio y otras cuestiones por el que prestarían sus servicios. Es más, debían indicar las primas por tramos de edad y justificar el por qué de estos costes. Después con la información recopilada elaboraría la nueva licitación, que quedó desierta tras el rechazo de Adeslas, Asisa y DKV.
La aseguradora dirigida por Javier Murillo solicitó a la Administración una actualización de primas de un 24% para 2025 y de un 10% para el segundo año (34% acumulado o 36,4% compuesto a dos años), según estudios llevados a cabo por expertos independientes de Adeslas.
La semana pasada, el Consejo de ministros dio luz verde a la nueva licitación. Esta recogía un aumento de las primas progresivo, de un 19,37% en el primer año, con un coste de 1.303 millones, un 7,25% más en 2026, con una dotación de 1.490 millones, y 1.685 millones de euros en 2027, un 4,32% más.
Volviendo a la primera licitación que presentó el Gobierno para el concierto de los años 2025 y 2026, el pasado 5 de noviembre terminó el plazo para presentar las ofertas y por primera vez ninguna aseguradora pujó para hacerse con ella.
Esa oferta conllevaba un aumento del 17,12% de la prima por asegurado en dos años. Por tanto, situaba en 2026 la prima media anual en 1.208,81 euros (179,69 euros más que los 1.032,12 euros actuales). En total se contemplaba una financiación de 3.521 millones, 300 millones más.