Madrid
En un universo saturado de ofertas para el viajero, sigue habiendo espacios por cubrir. Barceló Hotel Group ha realizado una encuesta a través de sus canales sociales en la que han participado casi 100.000 usuarios de todo el mundo, y presenta las tendencias de viaje para el próximo año. La cultura 'hotelligence', el hiperlocalismo en clave sostenible, el 'phigitalismo', el turismo gastronómico y la personalización de experiencias que generen conocimiento, se cuelan en la agenda viajera de 2020.
En respuesta a las nuevas tendencias y las diferentes necesidades de los viajeros, Barceló Hotel Group pone en marcha Barceló Experiences, una plataforma digital con guías sobre qué ver y qué hacer en cada destino. Con Granada como laboratorio de pruebas, este nuevo canal online abierto a todo el mundo ofrece una completa oferta de actividades para conocer Granada como un auténtico local. En 2020 continuará desplegando destinos, funcionalidades, así como experiencias únicas y originales a lo largo de todo el año.
Palabra de Hotelligence
Frente al exceso de información, la masificación de mensajes en redes sociales y opiniones en plataformas digitales, el viajero busca cada vez más la figura del prescriptor local que le asegure fiabilidad y respuesta a sus necesidades. La cultura hotelligence marcará las tendencias de 2020. Aquí, el hotel mantiene su posición de anfitrión e inspira fiabilidad, proporciona conocimiento local y atención personalizada. Según los datos de la encuesta realizada, el 85% de las personas confía en las recomendaciones del hotel en el que se aloja.
Hiperlocalismo en clave sostenible
Para minimizar el impacto medioambiental, los desplazamientos a destinos secundarios y la apuesta por las experiencias locales vivirán un repunte de actividad. En 2020 los viajeros apostarán por descubrir lugares auténticos menos conocidos. Frente al turismo masivo, las experiencias locales ganan fuerza. En esta línea, Barceló Experiences se concentra en dar valor al destino y apuesta por el "hiperlocalismo" como una forma de expertise local.
El 75% de los viajeros encuestados muestra más inclinación por la autenticidad y el localismo, pero sin olvidar lo más emblemático del destino.
'Phigitalismo', el gran aliado del viajero
En 2020, el viajero se vuelve más exigente y busca una vivencia completa que combine experiencia digital -a través de la continua innovación tecnológica- y trato humano.
El estudio de tendencias determina que hay tres fases en las que el uso de la tecnología varía: el 40% de los encuestados busca inspiración en redes sociales antes de emprender su viaje y las plataformas online son la vía preferida de más del 50% de los usuarios para reservar experiencias. Pero una vez en el destino, las recomendaciones personales de los empleados del hotel y las opiniones de otros viajeros son la fuente de información más fiable en un 80% de los casos.
Las Barceló Experiences juegan con su lado más "phigital" para ofrecer una combinación de atención en primera persona y una plataforma digital con todas las garantías.
Foodie trips
En 2020, los viajeros eligen la gastronomía como su principal experiencia para descubrir, a través de la cocina de proximidad, la cultura local. Descubrir platos, restaurantes, recetas, chefs y conocer a fondo la gastronomía local sería el plan elegido por el 46% de los encuestados.
Además, para la mayoría de los encuestados la experiencia gastronómica se completa cuando la hospitalidad y el servicio recibido han sido satisfactorios.
Personalización: planes DIY
El 57% de los viajeros busca ampliar sus conocimientos cuando viaja, ya que el viajero disfruta diseñando su estancia en base a experiencias locales que le reporten conocimiento. Más del 80% afirma que disfruta de la organización previa a la llegada. Barceló Experiences se adelanta a esta tendencia ofreciendo un abanico de información pormenorizada que el viajero puede utilizar a la hora de planear su viaje. Así, el visitante podrá organizar su viaje a medida con una clara apuesta por la personalización y la confianza de quien cuenta con un guía experto de la zona. En esta fase, el hotel es un elemento activo en la toma de decisiones del viajero, y en la mejora de sus vivencias a través de experiencias transformadoras con las que se sienta en equilibrio, sea o no huésped del hotel.
