
Su nombre es Henry y su apellido Millennial. Y tiene tanto de lo primero como de lo segundo. Lo puedes ver en las tiendas más caras y lo reconocerás rápidamente, pero no por la imagen clásica del lujo, sino por todo lo contrario.
Henry no es un hombre, es el acrónimo que resume el concepto de High Earners Not Rich Yet, es decir, algo así como personas con alto nivel adquisitivo que llegarán a ser ricos. Para ser un Henry en España hay que tener entre 25 y 34 años, ganar entre 70.000 y 180.000 euros y conocer bien el concepto de nuevo lujo.
Este perfil, que fue acuñado por primera vez en 2003 en la revista norteamericana Fortune Magazine, se ha convertido en el objetivo principal de las grandes marcas de lujo, porque son (por descripción) los que liderarán la economía en un futuro próximo.
Los Henry's entienden el lujo de una manera diferente a las antiguas generaciones, y esa es su seña más representativa. Aunque dentro de esta clasificación existe una evidente segmentación aptitudinal, las marcas saben que comparten determinadas características comunes, que son más propias de los Millennials que de una cuantiosa cuenta bancaría, y su nivel de consumo se torna muy interesante para las más premium.
Este perfil busca y encuentra una nueva manera de disfrutar su dinero, alejados de la ostentosidad y enfocados en la experiencia. No obstante, este hecho ha propiciado una nueva estrategia dentro de las empresas, ya que muchas han dejado de obsequiar a los clientes con el producto y, en su lugar, les ofrecen vivencias exclusivas. "Las marcas saben que esto es una inversión a largo plazo, porque en un futuro, el Henry de hoy será el cliente habitual de mañana", explica Eduardo Irastorza, profesor del EAE y consultor de marcas de lujo. Y continúa: "Por eso, las marcas de lujo han empezado a ofrecer experiencias exclusivas y vivencias únicas, para intentar fidelizar a este tipo de cliente".
Y es que, estos futuros ricos suelen buscar marcas con las que se sienten identificados, independientemente del precio de las mismas, ya que tienen en cuenta patrones que antes no se contemplaban. "El compromiso, la calidad y la autenticidad son pautas imprescindibles para este tipo de clientes. Por ello, las marcas se han abierto a ofrecer diferentes gamas, para adaptarse así a las preferencias de este perfil", desembrolla Irastorza.
En este mismo sentido, el experto indice en la irremediable tendencia que tendrán que seguir las empresas de este segmento si no quieren desaparecer: "Las marcas tendrán que ofrecer ofertas integrales e integradas a sus clientes". Es decir, que las empresas que tengan el mismo nivel y estatus, tendrán que crear sinergias entre sí para ofrecer al comprador un amplio abanico de ofertas. "Si tu eres cliente de Mercedes, vas a querer que esta marca te facilite más oportunidades y ofertas con otras de su mismo nivel. Por ejemplo, que siendo cliente de una súper marca de lujo de automóviles, puedas tener más facilidades a la hora de ir a comer a un restaurante determinado con estrella Michelin", continúa. Un método que ya se lleva a cabo en empresas como Amazon, ya que el gigante estadounidense propone diferentes ofertas a sus clientes, dentro de un determinado nivel adquisitivo, con empresas de diferentes sectores.
Con todo, el lado más Millennials también se deja ver en los Henry's. Estos futuros ricos son socialmente responsables, y tienen muy en cuenta la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente a la hora de decantarse por una marca. Además, huyen de la publicidad tradicional y compran asiduamente vía online. Unas tendencias que están cambiando el modus operandi de las grandes empresas.
Cuánto dinero necesitas para ser un Henry en Reino Unido, Estados Unidos o Singapur
Según el país donde te encuentres, la cantidad de dinero que necesitas para que se te considere rico varía. En Gran Bretaña, por ejemplo, tras la propuesta de subir los impuestos a las personas ricas (los que cobraban más de 80.000 libras) se abrió un debate para determinar qué cantidad era la correcta para considerar a una persona dentro de este segmento. Finalmente, la cifra se fijó en 65.000 libras anuales netas (70.000 euros).
Singapur está en el podio en cuanto a riqueza se refiere. Alzada como la ciudad más cara de Asia, para ser considerado rico en este país tienes que poseer una fortuna de unos 5,2 millones de dólares, según un estudio de Wealth Insight. Un dato que no sorprende si nos fijamos que la riqueza media de los singapurenses se sitúa en 235.000 euros.
En Estados Unidos la cifra varía mucho según el estado donde te encuentres. La media nacional sitúa la cifra en unos 118.080 dólares, pero se queda muy por debajo de algunas ciudades del país. Por ejemplo, en Nueva York, para considerarse rico es necesario ganar más de 143.797 dólares, pero para formar parte de los superricos, tienes que ganar más de medio millón de dólares al año.