Transportes y Turismo

Bruselas busca una alianza ferroviaria ibérica frente al proteccionismo francés

  • La Comisión quiere que España y Portugal se erijan como 'lobby' pro-liberalización
  • Exige que se aceleren las conexiones entre Burdeos y Hendaya, y Montpellier y Perpiñán
Un AVE en la estaci?n de Atocha (Madrid). Europa Press
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Aunque hace más de un año que los trenes franceses de Ouigo circulan por las vías de alta velocidad españolas, los ferrocarriles de Renfe todavía no cruzan los Pirineos. La liberalización del sector es un mandato de la Comisión Europea desde hace años, pero los deseos de Bruselas se topan de bruces con las zancadillas galas. Por ello, busca una alianza ibérica para hacer frente a su tradicional proteccionismo. Sin su colaboración, España y Portugal quedan aisladas del resto del continente.

Desde la Comisaría de Transportes de la Unión Europa asumen que entrar en una batalla legal no haría más que retrasar los plazos frente a la propuesta de que España y Portugal, que ya trabajan en su propio AVE transfronterizo. El objetivo final de la institución: la libre circulación de los convoyes; que los trenes alemanes puedan llegar a operar hasta España y a la inversa.

La institución pretende que los representantes españoles y portugueses, tanto del Ministerio de Transportes como en el Parlamento Europeo, ejerzan de lobby contra la voluntad francesa de ralentizar la liberalización efectiva del sector. Será más efectivo, creen, que entrar en un enfrentamiento de recursos que dilataría todavía más la entrada de los ferrocarriles del resto de Europa.

Sin embargo, el deseo continental se topa con la realidad de que la colaboración incluso da pasos hacia atrás. Por ejemplo, con la ruptura de la joint venture entre el operador francés, SNCF, y Renfe para conectar Barcelona con París y Lyon y Madrid con Marsella. La firma gala comunicó que el próximo diciembre abandonará la sociedad conjunta por motivos económicos, algo que no comparten desde España.

"Creemos en la viabilidad del proyecto", defiende Renfe

"Creemos en la viabilidad del proyecto", asegura Renfe. La empresa ya inició los trámites burocráticos para conseguir los permisos necesarios con los que operar en Francia, empezó a diseñar la nueva propuesta comercial y arrancó con las contrataciones, pero todo está en manos de las autoridades galas y su predisposición por agilizar los trámites. La organización española confía en recuperar el tráfico internacional perdido durante el coronavirus e incluso ampliar la red de destinos a medio plazo, aunque tenga que hacer frente a las restricciones de la administración.

La ruptura de SNCF no es la única vía que tiene Francia para dificultar la conexión ferroviaria. En Bruselas celebran el acercamiento de posturas entre España y Portugal para el AVE que unirá Lisboa y Vigo y que mezclará el ancho ibérico con el ancho europeo, pero la unión no será completa hasta que Francia no ponga de su parte.

Fuentes de la Comisión Europea lamentan la lentitud gala en habilitar para la alta velocidad los tramos entre Burdeos y Hendaya y entre Montpellier y Perpiñán. Las mismas voces defienden que España hizo los deberes, pero que se retrasan los dos conexiones con Francia para conectar la Península Ibérica con el resto del continente.

El tramo entre Barcelona y Figueres sí es de alta velocidad. Y desde Nimes hasta París, también. No obstante, parte del recorrido fronterizo del lado galo todavía es lento, lo que hace menos atractivos los viajes.

El sistema Ertms, la última zancadilla

El último punto que dificulta la libre circulación de trenes es la baja implantación del sistema Ertms en la red francesa. Un reciente informe de la Autorité de Régulation de Transports (ART) lamenta el obstáculo que suponía la falta del sistema de gestión de tráfico europeo en el 60% de las vías de alta velocidad del país.

Debido a la inexistencia de los estándares, los operadores extranjeros que quieren operar deben usar la tecnología propia. Además, no es fácil de conseguir: solo la fabrican Hitachi y Alstom y es de SNCF Voyageurs. Francia va retrasada, admite el regulador.

Ouigo no opera el AVE entre Madrid y Sevilla por la falta del sistema Ertms

"Varios participantes que desean ofrecer servicios de alta velocidad en Francia han informado a la Autoridad de sus dificultades para comprar los sistemas", advierte la ART. Y añade: "Las competencias y responsabilidades de los sistemas de seguridad heredados se dividen entre la EPSF (la Autoridad Francesa de Seguridad Ferroviaria), SNCF Réseau y SNCF Voyageurs, lo que complica enormemente la tarea de identificar el contacto adecuado para los nuevos participantes".

Por ello, demanda la creación de una autoridad independiente que garantice la disponibilidad de estos equipos y acompañe la entrada de nuevos competidores en el mercado.

Francia no es el único país que debe acelerar la aplicación del sistema Ertms. Como recuerda ABC, Ouigo (filial de SNCF) no opera el AVE entre Madrid y Sevilla porque tampoco cuenta con el estándar europeo. Además, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) criticó que Renfe monopolice la formación de maquinistas e imponga precios demasiado altos a los rivales para utilizar sus talleres de mantenimiento.

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