Transportes y Turismo

Sofitel Barcelona: lujo francés y encanto mediterráneo en armonía

Su diseño arquitectónico contemporáneo se mezcla de manera armoniosa con elementos mediterráneos

En el animado distrito de la Barceloneta se ubica Sofitel Barcelona Skipper, un hotel de lujo (parte del Grupo Accor) con cinco estrellas que deslumbra a sus huéspedes con su elegancia sofisticada y su incomparable vista al Mediterráneo.

Su diseño arquitectónico contemporáneo se mezcla de manera armoniosa con elementos mediterráneos, creando un ambiente sofisticado y acogedor. Las habitaciones y suites, amplias y bien equipadas, son un remanso de paz con un estilo francés que ha sido diseñado cuidadosamente.

El hotel se ha convertido en el nuevo hotel insignia de la marca en el sur de Europa. De hecho, es una puerta hacia una atractiva forma de vida: invitar a los viajeros a sumergirse en el Art De Vivre francés, en la elegancia mientras se descubre la cultura local y su historia con su toque de savoir-faire.

Fundada en 1964, Sofitel fue la primera marca hotelera francesa en desarrollar una red internacional de hoteles y resorts. Cada uno de los más de 110 establecimientos ofrecen una experiencia donde la esencia de la hotelería francesa y el corazón de la destinación local se juntan ofreciendo además un diseño chic, lo mejor de las artes culinarias y un servicio personalizado.

A medida que la marca creció, se consolidó como un símbolo de lujo y sofisticación, atrayendo a huéspedes que buscan experiencias de hospedaje de alto nivel en destinos icónicos alrededor del globo. Desde ciudades cosmopolitas hasta paraísos tropicales, los hoteles Sofitel se han convertido en símbolos de hospitalidad en destinos clave de Europa, América, África, Asia y Oceanía. Sofitel Barcelona Skipper amolda lo mejor del lujo y refinamiento francés con las características propias de una ciudad vibrante y mágica como es ésta, moderna, abierta, actual e inclusiva mientras garantiza un servicio impecable.

Además, cabe destacar que a Sofitel Barcelona Skipper se une a las recientes aperturas de otros Sofitel como Sofitel Mexico City Reforma, Sofitel Le Scribe Opéra en Paris y a otros seis Sofitel Legend incluyendo el Sofitel Legend Casco Viejo en Ciudad de Panamá.

Pero la verdadera joya de este hotel es su cercanía a la playa y al famoso Puerto Olímpico de Barcelona. Desde algunas de las habitaciones, se puede disfrutar de vistas panorámicas al mar, brindándote una sensación de calma y serenidad mientras te deleitas con la belleza del Mediterráneo.

Han creado un suave viaje irreverente hacia la elegancia que captura la esencia de Francia y de Cataluña. El hotel es el sincretísmo de ambos destinos y del Art De Vivre. Desde el hotel destacan que les gusta resumir esta unión de conceptos con la expresión La Vida Chic. "Este viaje se puede apreciar en el diseño y la decoración de sus espacios y habitaciones, donde la elegancia con un toque mediterráneo hace presencia a través de los espejos biselados, los suelos de madera en chevrón y los tonos blancos y azules que recuerdan al mar".

El hotel tiene 225 habitaciones de las cuales 25 son suites, con vistas al mar y con vistas a la piscina.Cada habitación dispone de unos colchones made in Sofitel que se pueden comprar en su web, además, tienen un minibar, una pequeña biblioteca a ambos lados de la cama con libros sobre diferentes ámbitos, incluidos sobre Barcelona, baños con mosaicos en blanco y negro y con fotografías también en estos tonos relacionadas con el cine. Las suites con un tamaño superior en metros, cuentan con un baño extra, un salón y en el baño principal, una bañera.

La tecnología que podemos encontrar en cada una de las habitaciones es un WiFi gratuito, una conexión bluetooth con los televisores de las habitaciones, barras de sonido envolventes en la habitación, posibilidad de solicitar líneas WiFi privadas de alta seguridad, pantallas planas LCD inteligentes en las salas de reunión para compartir escritorios y archivos/documentos desde los laptop de los clientes reunidos, sistema informático de riego inteligente en el jardín vertical y detectores de movimiento en las habitaciones para conectar/desconectar luces y aire acondicionado.

Tendiez, tradición y tapas

La experiencia culinaria en el Sofitel Barcelona Skipper es un verdadero deleite para los sentidos. A ellos les gusta decir que tienen un restaurante en el hotel. Tendiez, de la mano del reconocido chef catalán David Andrés, y junto con el chef ejecutivo del hotel, José Sánchez, ofrecen una experiencia 360: alta coctelería con aroma, sabor, textura y complejidad. Sumado a una carta local, con producto nacional de mucha calidad, con un fondo muy tradicional, pero a la vez fresco y desenfadado. Buscando el espíritu de las tapas con el refinamiento que se merece un establecimiento como Sofitel.

La gastronomía es una parte fundamental del espíritu de Barcelona y por tanto también es una pieza esencial de las vivencias de cualquier persona, por eso, para comenzar a deleitar los paladares los chefs animan al comensal a empezar compartiendo tapas tradicionales como la Esqueixada de Bacalao con Empedrat de Judías de Santa Pau o con una apuesta segura pero renovada como la Ensaladilla Rusa con Ventresca de Atún, Encurtidos y Mayonesa de Plancton. Vale la pena descubrir la Escalivada con Tomates Pasificados y Sardina Ahumada con Ensalada de Escarola, las Gambas al Ajillo al Estilo de la Costa Brava, Croquetas de Calçots con Salsa Romesco o el imprescindible Pulpo Ahumado con Espuma de Patatas Fritas. Tapas que conviven con clásicos como la Bomba de la Barceloneta o las Croquetas de Bogavante, pero también con combinaciones exóticas y locales a un tiempo, como el Dumpling Relleno de Rabo de Buey al Vino Tinto, Foie Micuit y Puré de Pera Asada.

La carta de Tendiez marida con una excelente bodega que incluye 67 referencias de vinos de diferentes denominaciones de origen catalanas, españolas y francesas. Una bodega seleccionada vino a vino que demuestra la clara vocación de Tendiez por unir el lujo local con el Art de Vivre francés.

El restaurante, que también cuenta con un menú cerrado por un precio de 49 euros que incluye entrante, plato principal y postre, tiene también una puerta de acceso independiente desde la calle que permite a comensales que no residen en el hotel poder visitar el restaurante. Se trata de una genuina experiencia local, una gastronomía que se entiende sin presión pero que ofrece un producto de la máxima calidad, unos sabores sin artificio… una croqueta de David Andrés no solo se saborea, se siente.

Se trata de una genuina experiencia local, una gastronomía que se entiende sin presión pero que ofrece un producto de la máxima calidad, unos sabores sin artificio… una croqueta de David Andrés no solo se saborea, se siente.

Experiencias únicas

Además de su espléndida oferta culinaria, el hotel cuenta con instalaciones de primer nivel, incluyendo dos piscinas, una en la planta baja del hotel y otra en el rooftop con vistas panorámicas, y un gimnasio bien equipado con las últimas máquinas de Technogym.

El hotel rinde homenaje a los contrastes que le rodean y a la riqueza de la diversidad, fijando la mirada en hedonistas, viajeros y gente local que vive a la moda y disfruta el joie de vivre. Por tanto, el target que viene a este hotel es gente que acude a la rebeldía de la cosmopolita Barcelona para disfrutar, vivir, enriquecerse con experiencias únicas y llenas de sentido. El hotel es un punto de encuentro para todos aquellos que desean vivir la vida con un significado que trasciende las modas pasajeras.

Sostenibilidad

El enorme jardín vertical de 300 m2 que cubre una parte de la fachada principal, un oasis verde donde cada maceta tiene un sensor que indica qué cantidad de agua necesita cada una de las plantas. Esta tecnología avanzada garantiza un uso adecuado del agua, además, el jardín no solo es un elemento estético impresionante, sino que también tiene beneficios ambientales significativos. Ayuda a mejorar la calidad del aire al filtrar partículas nocivas y absorber dióxido de carbono. Además, actúa como aislante natural, ayudando a regular la temperatura y reducir la huella de carbono del edificio. Cabe destacar que también el hotel cuenta con 2 paneles solares que abastecen de energía y las piscinas tienen un sistema de electrolisis salina que evita el uso de cloro.

Sofitel Barcelona, asimismo, evita el despilfarro alimentario. De hecho, es uno de los pilares básicos de la responsabilidad social activa que practican. El hotel intenta basar su oferta de restauración con productos de origen local, como la ternera de La Bassola, pescado de la lonja de Barcelona, lácteos de Puigcerdà y embutidos de Castellterçol, implementados en el programa de Alimentación Responsable. Además, y en colaboración con Winnow que son especialistas en soluciones sostenibles alimentarias, su programa de lucha contra el desperdicio de alimentos está siendo un éxito.

Y es que los viajeros están cada vez más concienciados con el impacto global de sus acciones y esperan una reacción que ayude a reducir la huella que dejamos con nuestra actividad. El edificio se ha remodelado con un cuidado sistema de eficiencia energética, han eliminado los plásticos de un solo uso, han incorporado nuevos dry amenities responsables y dispensadores reutilizables de Dyptique a lo que hay que sumar el abastecimiento de los minibares de las habitaciones con agua Km0 en botella de vidrio y cervezas de origen local y con raíces en la RSC que destinan parte de los beneficios a proyectos de cuidado del mar.

Y es que, aunque pensemos que el lujo solo es una cuestión de precio, la realidad es bien distinta. Desde el hotel destacan que el concepto de esta palabra se está transformando, lo que antes se podía denominar como lujoso ahora se considera teatral y por tanto innecesario. El lujo se encuentra ahora en aquellas experiencias que tienen sentido y propósito. Una gastronomía local de calidad y respetuosa con el medio ambiente es ahora apreciado como lujo, no precisamente por ser ostentoso sino por estar lleno de significado, por mostrar las raíces de una cultura y aprender algo durante la experiencia. Otro de los pilares del lujo se sostiene en un servicio personalizado. Antes de recomendar una experiencia, se debe tener en cuenta si ésta va a resultar de interés, y para hacer eso es imprescindible conocer al cliente. "Por eso incentivamos a los empleados para que se involucren en una escucha activa a la hora de interactuar con los huéspedes, para superar la barrera cliente-empleado y convertirnos en motor de experiencias que superan las expectativas", afirman. El que ofrezca esto, se convierte inmediatamente en un destino de lujo.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky