
El grupo alemán de movilidad Flix, propietario de la compañía de autobuses Flixbus y de la operadora ferroviaria Flixtrain, ultima los detalles para adquirir un importante pedido de 63 trenes de viajeros al fabricante español Talgo para prestar servicios ferroviarios en Alemania, como ya adelantó elEconomista.es el año pasado. Este contrato, todavía pendiente de formalización, aspira a convertirse en el último de la era Trilantic o el primero de la nueva etapa bajo el control del consorcio de accionistas vascos.
Las negociaciones contemplan la adquisición de hasta 63 composiciones del modelo Talgo 230, que la empresa española ya está fabricando y testeando para el operador estatal germano, Deutsche Bahn (DB), y su homólogo danés, DSB. Con este movimiento, FlixTrain aspira a tomar una posición relevante en el mercado ferroviario alemán, donde ya es el principal competidor al cuasimonopolio de DB, pese a que el acceso a las vías está liberalizado.
El acuerdo con Flix contemplaría la adquisición directa de un primer lote de unidades no desvelado, mientras que un segundo lote serían opciones de compra a futuro. Preguntados por el acuerdo para desarrollar estos trenes, Flix rechazó hacer comentarios y Talgo también declinó hacerlo, apelando a su política de no comentar licitaciones en curso.
El consejero delegado de Talgo, Gonzalo Urquijo, reconoció por primera vez la negociación con la compañía germana en un encuentro con analistas en marzo de 2024. El CEO volvió a ser preguntado a principios de este mes por este pedido en concreto, y admitió "ver potencial" a su adjudicación, así como a la extensión del pedido de trenes para el AVE de Arabia Saudí. "Tenemos que ser confidenciales, pero tenemos distintas oportunidades en Europa Central, en el noreste y suroeste de Europa, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. También estamos negociando con el consorcio de Arabia, para extender el contrato actual", llegó a mencionar.
Sin noticias de Sidenor
En la actualidad, Talgo fabrica 79 composiciones del modelo Talgo 230 para DB y otras 16 para DSB, aunque el pedido acumula varios meses de retraso por retrasos en la cadena de suministro y en los traslados para su testeo en vías europeas. El problema se agudiza en el caso de las locomotoras llamadas a traccionar estas composiciones, cuya demora es todavía mayor y ha obligado a DB a buscar una alternativa: que los nuevos coches de viajeros a entregar por Talgo sean empujados por locomotoras Vectron de Siemens Mobility, una fórmula que también estudia aplicar Flix.
La industria española continúa inmersa en la resolución de sus múltiples problemas, entre ellos el relevo en su accionariado, que continúa sin concretarse pese a haber pasado más de un mes del preacuerdo de compraventa del 29,8% del capital que controlaba el fondo Trilantic. El consorcio vasco compuesto por Sidenor, BBK, Vital y Gobierno Vasco (Finkatuz) ofreció hasta 5 euros por acción, 183 millones de euros, por relevar a los británicos como máximo accionista.
Tras formalizar el preacuerdo a mediados de febrero, solicitó al Ministerio de Transportes y a Renfe la supresión de las sanciones por 200 millones de euros impuestas al retrasar la entrega de los trenes Avril, la compra del 100% del negocio de mantenimiento de esas unidades (Renfe posee el 49%), y además exigió al Gobierno el lanzamiento de nuevos concursos para suministrar trenes al operador estatal, una propuesta que de momento no ha tenido respuesta pública. El Gobierno Vasco reconoció ayer que el cierre de la operación estaba sujeto a un acuerdo con Renfe por la multa millonaria y al visto bueno de los bancos para aprobar la refinanciación de su deuda.
Un pedido que podría llegar a 1.000 millones
Flix ya intentó en 2022 adquirir 65 coches de viajeros capaces de alcanzar los 230 km/h al fabricante ruso Transmashholding (TMH), antiguo propietario de la fábrica húngara DJJ ahora en manos del grupo Magyar Vagon, que quiso hacerse con el control de Talgo. Ese pedido, valorado en más de 1.000 millones de euros, encalló tras la invasión rusa de Ucrania, e iba a ser financiado por un tercero que luego arrendaría el material rodante a FlixTrain.
Los coches de viajeros Talgo 230 destacan por ser completamente accesibles, un atributo muy buscado en Europa para garantizar el acceso a todo tipo de viajeros, y que es posible gracias a la tecnología de rodales de Talgo que permite rebajar la altura del suelo hasta el nivel de andén.
En el caso del pedido de Deutsche Bahn, las composiciones contarán con 562 plazas (85 de primera clase y 477 en segunda), un coche cafetería y otro para personas con movilidad reducida. Estos serán operados bajo la marca ICE L tanto en Alemania como en rutas internacionales hacia Austria, Basilea (Suiza), Países Bajos y Dinamarca. Del pedido de Flixbus se desconocen detalles por el momento.
Expansión por Alemania
Al mismo tiempo que ha cerrado la adquisición de estos trenes, Flix habría adquirido hasta 100 coches de pasajeros Intercity de segunda mano, con aire acondicionado y anteriormente operados por Deutsche Bahn. Con ellos, espera extender su red de larga distancia a bajo coste, que de momento se limita a Alemania y Suecia. Las primeras unidades entrarán en servicio en la ruta que une Maguncia con Berlín, Stuttgart y Basilea a partir de este verano.
En la actualidad, FlixTrain opera la ruta Estocolmo-Gotemburgo en Suecia y grandes corredores norte-sur y este-oeste en Alemania, como el Berlín-Stuttgart, Berlín-Frankfurt con extensión hasta la estación fronteriza de Basilea (Suiza); Colonia-Hamburgo, Aachen-Colonia-Berlín-Dresden y Hamburgo-Berlín-Leipzig. Pero el verdadero potencial de su oferta está en la combinación de ésta con la red de autobuses de Flixbus, que tiene en Alemania y Francia sus grandes mercados.
La ambición del grupo germano no ha hecho más que crecer después de que el pasado julio diera entrada en su capital al fondo sueco EQT y al conglomerado Kühne Holding, controlado por el máximo accionista de la naviera Hapag-Lloyd y hombre más rico de Alemania, Klaus-Michael Kühne. Ambos adquirieron una participación minoritaria del 35% a cambio de 1.000 millones, una operación que se cerró en noviembre.
"Con FlixTrain, queremos transformar el panorama de la movilidad en Alemania a largo plazo. Vemos una enorme demanda de un servicio ferroviario alternativo y, ante el gran éxito que hemos alcanzado con FlixTrain, estamos ampliando nuestro servicio", afirmó el año pasado André Schwämmlein, director ejecutivo y cofundador de Flix, tras anunciar un ambicioso plan de apertura de rutas en el territorio germano.
FlixBus prosigue su expansión mundial
Aunque en España cuente con una limitada presencia, Flix es uno de los principales operadores de transporte a nivel europeo mediante la prestación de servicios internacionales de autobús a través de su marca FlixBus. Su crecimiento se explica por la liberalización del transporte por carretera a nivel europeo, que ahora reclama en España, donde el Gobierno mantiene un sistema de concesiones caducado desde hace años.
Flix superó por primera vez los 2.000 millones de ingresos en 2023 y mejoró su rentabilidad hasta registrar un Ebitda ajustado de 104 millones de euros. Está presente en 44 países por todo el mundo y este 2025 espera aterrizar en México, el tercer país con más demanda de autobuses del mundo y cuyo mercado valora en un umbral de 6.000 a 8.000 millones de euros. Lo hace tras abrir mercado en India, el segundo país con más demanda de viajeros por carretera, y una vez consolidada su operativa en Europa, Estados Unidos, Turquía, Brasil o Chile.