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La época dorada de los depósitos está próxima a su fin. En las últimas semanas la banca ha recortado en masa la rentabilidad que ofrecen en estos productos de ahorro, que son los favoritos de los españoles. Estos recortes son consecuencia de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que ha bajado el precio oficial del dinero en siete ocasiones desde junio del año pasado.

La calma ha regresado al mercado, y esto se refleja en índices como el Vix, comúnmente conocido como el índice del miedo, que mide la expectativa de volatilidad en el mercado bursátil estadounidense durante los próximos 30 días. En los días posteriores al anuncio de los mega aranceles que Donald Trump impuso a medio mundo, a principios de abril, este indicador llegó a dispararse, cual montaña rusa, de los 21 a los 52 puntos en tan sólo unas pocas sesiones. Desde entonces, este índice retrocede un 65%, y vuelve a cotizar en la media del último año, en los 18,62 puntos.

La forma de comprar fondos en España ha ido cambiando con el paso de los años. La venta directa de estos productos ya sólo representa el 27%, aproximadamente. La mayoría de los españoles opta por el asesoramiento y por la gestión discrecional de carteras. Lo que se mantiene prácticamente igual es la concentración de la industria tan característica de nuestro país. Sirva como ejemplo que la mitad de todo el dinero invertido en fondos se encuentra en manos de sólo tres gestoras. Esto da pie, en la práctica, a que muchos españoles concentren sus inversiones en una única gestora, que habitualmente está vinculada a su banco. Y el catálogo de productos a veces es amplio, muy amplio, y las rentabilidades muy dispares. A modo de guía, elEconomista ha analizado el catálogo en fondos de las 35 mayores gestoras y ha seleccionado el mejor de cada casa en un periodo de cinco años.

La rentabilidad de los depósitos bancarios cada vez es más baja. En concreto, el interés de los mejores se ha desplomado un punto, de media, respecto a hace un año. Es la consecuencia de los siete recortes en los tipos de interés que el Banco Central Europeo ha realizado desde junio del año pasado. Así que la fotografía actual es que la rentabilidad más alta a la que puede acceder un ahorrador en España con un depósito a un año se sitúa en el 2,27%. Sin embargo, se pueden arañar unas décimas más si se recurre a la oferta de bancos europeos contratables en nuestro país.

Los inversores se han atrevido a dar un paso más en renta fija. Según un informe de Bank of America, los fondos que invierten en deuda con grado de inversión, high yield y también en deuda emergente registraron entradas de dinero la semana pasada, al mismo tiempo que los que invierten en deuda pública y monetarios sufrieron reembolsos. "Mientras la volatilidad de los tipos se mantenga relativamente contenida y los rendimientos de la deuda pública no vuelvan a subir, veremos la recuperación de los flujos de crédito. Sin embargo, aún queda camino por recorrer para que el crédito recupere las pérdidas de flujos registradas desde el Día de la Liberación", señala el banco de inversión.

Europa vuelve a estar en el radar del inversor extranjero. Después de años en los que la bolsa estadounidense ha batido sistemáticamente a la europea, el inicio de año ha estado marcado por una clara rotación del dinero hacia el Viejo Continente. El cambio radical en la política fiscal de Alemania, que ha aprobado un ambicioso plan de inversiones que incluye un paquete de estímulo fiscal de 32.000 millones de euros hasta 2028, se ha convertido en un catalizador para la bolsa europea y también para las compañías de tamaño medio, que cotizan con un fuerte descuento frente a las grandes en un momento en el que se benefician, también, de las bajadas de tipos que el Banco Central Europeo (BCE) inició en junio del año pasado.

Los fondos conservadores vuelven a arrasar un año más: son los que más dinero captan en 2025. Sólo mediante los de renta fija, la industria de inversión colectiva ha atraído más de 12.000 millones de euros, según los datos provisionales de Inverco correspondientes al mes de abril. Con este telón de fondo, la fábrica de las gestoras sigue orientada en la misma dirección, la de ofrecer soluciones conservadoras que convenzan a los partícipes en un momento en el que las Letras y los depósitos empiezan a perder atractivo. Las entidades han registrado ya 32 fondos hasta finales de abril en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), y la gran mayoría tiene como protagonista a la renta fija.

Cuando el Banco Central Europeo (BCE) inició los recortes en los tipos de interés, en junio del año pasado, empezó a telegrafiar el final de una época dorada para las letras que había comenzado unos meses antes, a principios de 2023, y que dejó la icónica fotografía de inversores haciendo cola a las puertas del Banco de España con la intención de comprarlas. Sin embargo, desde junio de 2024 las rentabilidades de este activo no han dejado de caer. En la última subasta a doce meses, el interés medio aguantó por la mínima en el 2%, frente al 3,42% de un año atrás. Para quién se pregunte hasta dónde puede caer la rentabilidad de las Letras a un año, los expertos avisan que no sería descabellado que baje hasta el 1,5% a final de año, que es donde el mercado espera que el BCE lleve los tipos. Esto significa que los ahorradores tendrán que renovar sus Letras a rentabilidades cada vez más bajas.