Jefa de Redacción de Bolsa & Inversión de elEconomista

A diario llegan al supervisor de la bolsa española reclamaciones y consultas por parte de inversores particulares. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tramitó el año pasado 759 reclamaciones, un 14,3% menos que en 2023, aunque las consultas atendidas, principalmente por vía telefónica, aumentaron un 3,2%, hasta la cifra de 10.354. Las causas fueron muy distintas. Una de las preocupaciones por las que continuaron insistiendo al organismo es la relacionada con las comisiones que cobran las entidades sobre títulos de empresas que dejan de cotizar en bolsa.

Renta variable

Vuelven las ampliaciones de capital a la bolsa destinadas a crecer. Iberdrola desempolvaba esta semana esta fórmula de financiación para expandir su negocio de redes. Las empresas cotizadas han recurrido en menor medida a esta vía en los últimos años, en los que ha habido pocas colocaciones de gran envergadura. Sin embargo, con esta operación cerrada el pasado miércoles las ampliaciones alcanzan un volumen total de 8.654 millones de euros, superando en esta primera parte del año a la cuantía obtenida en todo el 2024 en un 29%, según datos de BME. De momento, sería la mayor cifra captada por las compañías en el mercado español desde 2021.

España ya está poniendo las bases para el gran cambio que llegará a los mercados de capitales el 11 de octubre de 2027. Este jueves se presentaba en el Palacio de la Bolsa de Madrid el Playbook España T+1, un documento sobre la transición al ciclo de liquidación de operaciones de compra y venta en un solo día (lo que se conoce como T+1). Actualmente se requieren dos días (T+2) para que estos movimientos realmente se hagan efectivos, para que se liquiden, y la UE se prepara ahora para reducir los tiempos al igual que han hecho otros países como Canadá o Estados Unidos, donde se aceleró tras el caso GameStop.

Enagás acaba de lanzar un programa para emitir pagarés en España. Este tipo de instrumento para buscar financiación entre inversores es una práctica muy habitual para las empresas, pero hay una novedad. Y es que lo ha registrado en el mercado español, en lugar de Irlanda como acostumbraba antes. Esta acción de repatriar las colocaciones de deuda se está produciendo poco a poco entre las compañías nacionales, que en parte por cierta inercia y tradición lanzan sus activos de renta fija en mercados clásicos internacionales como Dublín, Fráncfort o Luxemburgo.

Los inversores particulares están ganando protagonismo este año en la bolsa española. En los mercados financieros suele hablarse de las manos fuertes. Es un calificativo que se les da a los grandes inversores institucionales como entidades financieras o gestoras de fondos y planes de pensiones, que son quienes mueven el grueso del dinero en las bolsas. Los minoristas, en cambio, tienen un peso mucho más residual en la negociación bursátil, aunque en ocasiones pueden llegar a mover a los mercados, como se ha visto con la aparición de las llamadas acciones meme en Wall Street. En España, su participación es baja si se compara con esas manos fuertes, aunque está aumentando en los últimos años hasta el punto de que en este 2025 se ha dado un salto importante.

La banca no es el único sector que está pendiente de una gran operación entre entidades cotizadas en España. El inmobiliario se transformará este año tras la operación pública de adquisición (opa) que anunció Neinor sobre Aedas, con la que se consolidará como la mayor promotora del país. Esta oferta está dirigida al 100% del capital de Aedas, aunque ya está atado un 79% propiedad de Castlelake. Las acciones restantes están repartidas entre minoristas y vehículos de inversión, que en muchos casos están presentes en el capital de ambas compañías. Se trata de una opa en la que las dos cotizadas comparten muchos accionistas. Tanto que nueve de los diez fondos españoles con más peso en Aedas tienen también a Neinor en cartera.

Las empresas que quieran cotizar en la bolsa española ya tienen una nueva vía rápida para hacerlo. El supervisor de los mercados, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ha aprobado este miércoles una fórmula inédita de empezar el camino en bolsa sin haber realizado la colocación habitual de acciones. Este nuevo atajo se llama BME Easy Access, se presentó oficialmente hace un mes para tratar de reanimar los debuts bursátiles y ya se ha despejado todo lo necesario para su puesta en marcha.

Mientras todas las miradas están puestas ahora en los avances de la operación pública de adquisición (opa) de BBVA sobre Banco Sabadell, el resto de bancos cotizados españoles está aprovechando las últimas jornadas para salir a mercado en busca de financiación. Este martes eran Banco Santander y Unicaja los que lanzaban nuevas emisiones de deuda, mientras que CaixaBank y Bankinter cerraban colocaciones la semana pasada, aprovechando que los inversores mantienen la calma pese a las incertidumbres geopolíticas que rodean al mundo. En total, en una semana la banca española ha conseguido 4.000 millones de euros a través de bonos.

Mercados

El próximo día 1 de julio Sacyr pagará su primer dividendo ordinario en efectivo desde que Manuel Manrique llegó a la presidencia de la compañía en 2009. Este pago, que podría ser uno más en la historia de la concesionaria española, tiene una carga simbólica especial ya que, con él, prácticamente se da por muerta esta tipología de remuneración al accionista, que otras épocas más complicadas han sido un recurso muy utilizado por muchas compañías del mercado nacional, especialmente los bancos. A partir de ahora, estos scrips se quedarán en el baúl de los recuerdos del accionista español.

Se acerca el verano, y con él llegará también el parón en las operaciones de muchas empresas. Antes de que la actividad se frene, algunas compañías españolas están aprovechando la semana para salir a mercado en busca de financiación. En este miércoles han coincidido tres cotizadas del Ibex 35 con distintas emisiones de deuda: CaixaBank, Bankinter y Telefónica. Entre todas han captado 2.250 millones de euros que se suman a los 750 millones que consiguió Repsol un día antes.