Los expertos de la Comisión de Evaluación de la Reforma Laboral han dejado en el aire si entrarán a analizar a fondo o 'esconderán bajo la alfombra' el funcionamiento de una de las figuras contractuales más polémicas: los contratos indefinidos fijos discontinuos. A pesar de que su evolución desde el cambio legal refleja un inequívoco incremento de su precariedad. Solo en el primer trimestre se registraron 909.192 bajas de afiliación por pase a la inactividad, un 411% más que en el mismo periodo de 2022, pese a que en el mismo periodo la cifra de asalariados solo creció un 85,3%, hasta los 872.762 afiliados medios. Aunque en abril volvieron a subir hasta los 1,02 millones, lo que da muestras también de su disparada volatilidad estacional.