Con un pie en la economía internacional y los mercados, con otro en nuevos horizontes y las mayores chaladuras. Siempre dispuesto a bajar al barro informativo y apostando en contra de la corriente.

Es la mujer más rica de Australia y una empresaria feroz que ha demostrado con su estilo agresivo quien manda en la minería aussie. Ahora su atención se ha centrado en el otro lado del Pacífico. Gina Rinehart, la Dama de Hierro del país-continente, ha doblado su apuesta por Wall Street y en estos momentos su compañía, Hancock Prospecting, cuenta con una cartera valorada en 2.500 millones de dólares en renta variable norteamericana. Rinehart ha aumentado sus posiciones en más de 1.000 millones de dólares durante el primer trimestre de este año, según recoge Bloomberg.

Cuando se piensa en el rearme de Europa rápidamente la mirada de inversores y economistas se dirige a Alemania. El país germano espera una lluvia de millones sobre su industria para que se transforme de un reducido sector a un monstruo de producción que sostenga la gran maquinaria bélica de Berlín. El nuevo canciller, Friedrich Merz, ha prometido que Alemania tendrá el ejército más grande de Europa. Sin embargo, hay un país en el corazón del continente que poco a poco se ha establecido como un verdadero señor de la guerra y que llega al rearme con su industria como una de las referencias mundiales del planeta en lo que respecta a la defensa.

La industria militar europea está viviendo los albores de una edad dorada que ningún inversor quiere perderse. La presión porque los países miembros de la OTAN se comprometan a un gasto militar del 5% del PIB anual ronda desde hace meses. Las últimas declaraciones han llegado hoy por parte de Marco Rubio, secretario de Estado de EEUU. Sin embargo, el secretario general de la propia Otan también estaría preparándose para seguir este camino. Una cifra que parecía prácticamente imposible hace unos meses ahora podría ser una realidad y llevaría el gran rearme europeo a cotas que hasta ahora eran inimaginables.

Las autoridades estadounidenses, espoleadas por la Casa Blanca y los lobbies bancarios, están planteando reducir los requerimientos de las entidades financieras, según el Financial Times. Si se ejecuta, sería enterrar la herencia de la crisis financiera de 2008 que se propagó por todo Occidente y cuyo epicentro fue un banco que se suponía que era "demasiado grande para caer" (too big to fail). Este movimiento supondría la primera desregulación importante de los bancos estadounidenses en una década. Y daría alas a mayores compras de bonos del Tesoro.

Con las amenazas provenientes de Rusia, la desconfianza hacia Estados Unidos y la militarización prometida por Europa, hay una duda que inquieta a la ciudadanía: ¿puede haber un reclutamiento forzoso de la población española si hay una guerra? La respuesta es que sí. La ley permite al Estado convocar levas obligatorias en caso de necesidad. El alistamiento afectaría a mujeres y hombres de entre 19 y 25 años en un primer momento. Sin embargo, la Constitución y la ley que regula el estado de sitio permiten al Gobierno ordenar modificaciones de las principales leyes militares si hiciera falta.

La guerra puede ser un lucrativo negocio si sabes a quien vender el material. Y el rearme europeo que movilizará hasta 800.000 millones de euros es una oportunidad de oro para empresarios como Michal Strnad, comerciante militar checo que ha triplicado su fortuna en los últimos dos años y que acumula un patrimonio de 14.000 millones de euros, según datos de Bloomberg. Strnad, que está al frente de la corporación CSG, la principal compañía militar de Chequia, ha entrado en el top 30 de las personas más ricas de Europa.

Una serie de acontecimientos que hasta hace unos meses sonaban a ciencia ficción se han alineado para colocar a Europa y, en concreto, a España en una posición envidiable en los mercados internacionales. Alto crecimiento económico, creación de empleo, inflación contenida, inversión al alza, una moneda fuerte y... Ahora un barril de petróleo a la baja son los ingredientes (los astros se han alineado) que se presentan ante la economía española para este 2025. Un cóctel que promete combustionar el crecimiento este año y que será difícil volver a repetir en el futuro.

La India ha acumulado titulares los últimos años respecto a su potencial económico, superando a actores clave como Reino Unido. Los más optimistas ven al gigante asiático disparando su prosperidad hasta superar a Alemania. Sin embargo, esta vez Nueva Delhi no copa la mirada del mundo por su asalto al trono económico mundial, sino porque los tambores de guerra suenan cada vez con más fuerza.

Las últimas semanas han estado llenas de anuncios de inversiones multimillonarias para revitalizar un sector que hasta ahora Europa había mantenido en un segundo plano: la industria militar. A principios de marzo, la Comisión Europea defendió un plan de rearme europeo para movilizar hasta 800.000 millones de euros. El Gobierno de España comunicó hace dos semanas un plan industrial con el que inyectar más de 10.000 millones de euros este mismo año y así alcanzar la meta de inversión militar del 2% del PIB, objetivo impuesto por la OTAN en 2014. Este 'bombardeo' de millones de euros del contribuyente hacia la defensa nacional deberá ser gestionado por un conjunto de empresas que nunca habían recibido tal cantidad de recursos públicos en tan poco tiempo.

Warren Buffett utilizó los últimos momentos de la junta de accionistas de Berkshire Hathaway para lanzar un anuncio que sorprendió a todo el mundo: el inversor de 94 años se retiraba como CEO de la empresa y daba paso a Greg Abel como nuevo líder al frente del conglomerado. Abel, vicepresidente de Berkshire Hathaway, no salía de su asombro. Si bien era el sucesor designado desde 2021, la retirada imprevista del Oráculo de Omaha lo dejó estupefacto. Ahora Abel, natural de Alberta (Canadá), deberá ponerse al frente de un conglomerado empresarial conformado por más de 400.000 empleados y con una cartera de activos valorada en 1,2 billones de dólares, equivalente al PIB de Países Bajos. El mundo de las inversiones se hace dos preguntas: ¿quién es el heredero de Warren Buffett? y ¿podrá repetir la fórmula de éxito del inversor nonagenario?