"No nos comprometemos de antemano con ninguna trayectoria de tipos de interés en particular". Dos veces ha repetido Christine Lagarde, presidente del Banco Central Europeo (BCE) la misma frase en un discurso de 7 minutos. Esta redundancia deja una evidencia clara: el BCE no sabe qué va a pasar con la inflación. Hay fuerzas que la van a impulsar al alza, como el mayor gasto en defensa y unos déficits públicos altos, mientras que hay otros factores que pueden reducir los precios, como la apreciación del euro o la ralentización de la economía global. De este modo, puede que hoy haya sido la primera reunión de muchas en las que el BCE no vuelva a bajar los tipos... o no. El shock inflacionario es cosa del pasado. Ese shock que afectó a Europa (y el mundo) entre 2021 y 2023, pero nadie niega que otro tipo de shock pueda estar en camino.