Por un breve momento de tiempo, los bonos soberanos de la República Checa fueron considerados por el mercado como los más seguros del mundo. La rentabilidad de los bonos checos a dos años cayó hasta el -0,94% en la sesión del martes, siete puntos básicos por debajo de su homólogo suizo, según datos de Bloomberg. La fortaleza económica de este país y las expectativas de una posible apreciación de la corona checa, son las claves que explican esta confianza inversora en la República Checa.
Aunque este movimiento en el mercado secundario de bonos soberanos duró unos instantes, es el reflejo de la buena salud que goza este joven país, que nació en 1993 de la división de Checoslovaquia en la República Checa y Eslovaquia. El crecimiento anual del PIB en el segundo trimestre de 2016 fue del 3,4%, mientras que en 2014 la producción creció un 2,7% y un 4,5% en 2015.
La demanda de bonos checos se está viendo impulsada por el crecimiento de la economía del país, un presupuesto público casi en equilibrio (déficit del -0,4% del PIB), una deuda pública relativamente baja (41% sobre el PIB). Los inversores extranjeros se han interesado sobre todo en los títulos con vencimientos más cortos, con la esperanza de que Banco Nacional Checo (BNC) elimine el techo establecido con el euro. Ahora mismo, 27 coronas checas se cambian por un euro, pero los inversores esperan que el BNC acabe con este límite y la corona se aprecie con fuerza.
Según los analistas de divisas de HSBC, el banco central checo podría dejar de intervenir a principios de 2017, lo que desembocaría en una apreciación considerable de la corona checa respecto al euro.
Un éxito económico
Por otro lado, los inversores confían en la deuda checa por la fortaleza económica del país, que no tiene parangón en Europa. Aunque ha sufrido junto al resto de la Eurozona la última crisis financiera y la recaída posterior con la crisis de deuda soberana, el PIB per cápita ha crecido más de un 5% entre 2007 y 2015. Ahora, la renta per cápita se encuentra en 16.000 euros, dato que si se analiza en paridad de poder adquisitivo alcanza los 25.000 euros por cabeza.
Según los datos de Eurostat del segundo trimestre de 2016, la República Checa tiene la segunda menor tasa de paro de toda Europa, con sólo un 3,9% de desempleados, ligeramente por encima del 3,6% que presenta Islandia. Además, sólo el 9,8% de los trabajadores tienen una contrato temporal, por el 25,8% de España (segundo país con mayor temporalidad de Europa) y el 15,6% de media que presenta la Eurozona.
En lo que se refiere a educación, el abandono escolar temprano en la República Checa es de los más bajos en toda Europa con una tasa de abandono del 6,2%, muy por debajo del 11,6% de la Eurozona y del 20% que presenta España, según datos de Eurostat. Por otro lado, el 93% de la población tiene al menos la educación secundaria obligatoria, y sólo el 7,5% de los jóvenes están encasillados como 'ninis'. En lo que se refiere a innovación y desarrollo, este país se encuentra en la media de la Eurozona con un gasto ligeramente superior al 2% del PIB.
También cuenta con uno de los porcentajes de riesgo de pobreza más bajos de Europa, sólo el 14% de la población se encuentra en esa situación. Este dato tiene que ver con la escasa desigualdad de la renta del país, que según el Coeficiente de Gini es de 0,25, por debajo de países como Dinamarca o Alemania, y por debajo del 0,31 que presenta la Eurozona.
La República Checa ha logrado ser uno de los pocos países de la Unión Europea que no presenta desequilibrios macroeconómicos, según la Comisión Europea. Este pequeño país se ha convertido en un oasis de crecimiento y estabilidad dentro del desierto que es Europa.
