
Primera estimación del PIB del tercer trimestre. EEUU experimentó un crecimiento anualizado del 2,9% entre julio y septiembre frente al 1,4% registrado en el trimestre anterior. Se trata de su ritmo más rápido en dos años y ha superado lo esperado por los expertos consultados por Bloomberg: 2,6%.
El crecimiento de la economía estadounidense en el segundo trimestre refleja principalmente la contribución positiva del gasto en consumo personal, las exportaciones, la inversión en inventarios privados, el gasto público federal y la inversión fija no residencial, que se vieron parcialmente compensados por las contribuciones negativas de la inversión fija residencial y el gasto público estatal y local.
En concreto, el gasto en consumo personal registró un crecimiento anualizado del 2,1% desde el 4,3%% en el segundo trimestre, mientras las exportaciones crecieron un 10%, tras hacerlo en un 1,8% en el trimestre anterior. Las importaciones subieron un 2,3%, después de mantenerse planas en el segundo trimestre (+0,2%).
Por su parte, el consumo y la inversión del Gobierno experimentó en el tercer trimestre expansión anualizada del 0,5%, tras haber disminuido un 1,7% en los tres meses anteriores.
A pesar de que la Reserva Federal de EEUU se centra principalmente en el empleo y la inflación para tomar decisiones de política monetaria, los expertos consideran que las señales de fortaleza económica serían de apoyo a una subida de los tipos de interés de cara a diciembre. La última vez que el banco central incrementó las tasas fue a finales del año pasado y lo fijó en la horquilla de entre un 0,25% y un 0,50%.